EL-SUR

Miércoles 15 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Política  

Llama el arzobispo a revisar y reorientar la estrategia de seguridad en Guerrero

El asesinato del alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto, representa un desafío y un reto para los gobiernos federal y estatal, advierte Carlos Garfias

Mariana Labastida

Agosto 01, 2016

El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, dijo que el deterioro de la seguridad, y el crecimiento de la violencia en Guerrero y otros estados, “revela la necesidad de revisar y reorientar la estrategia de seguridad”. Esto, luego del asesinato del alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte, del que dijo representa un desafío y un reto para los gobiernos federal y estatal.
El prelado católico consideró que las confrontaciones mediáticas “nunca” serán el camino oportuno para la resolución de conflictos y enfatizó que se debe de mantener separados los diferentes temas, luego de los señalamientos que hubo en la semana, entre los gobiernos del estado y el municipal de Acapulco, tras el homicidio de Soto Duarte.
En la columna Timonel, del periódico Mar Adentro, el arzobispo se refirió a las policías comunitarias, modelo alternativo de seguridad y justicia, y convocó a todos los pueblos para que se apoye a esas organizaciones y mantener los valores y principios con los que se conformaron.
En conferencia de prensa dominical, el arzobispo leyó un comunicado en el que lamentó nuevamente el asesinato del alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto, asesinado el sábado de la semana pasada, hecho que dijo viene a “agudizar y a ensombrecer” el clima de inseguridad y violencia que se vive en Guerrero.
El asesinato representa un “reto y desafío a las autoridades locales y federales, y para la sociedad guerrerense”, indicó Garfias Merlos, quien expuso que Guerrero ocupa el índice más alto de homicidios según datos del Inegi y se han incrementado los homicidios dolosos.
Carlos Garfias expuso que el homicidio del alcalde, y los que ocurren todos los días en Guerrero, “exigen una investigación a fondo y profesional, demanda restablecer el estado de derecho, muestra el deterioro de la inseguridad y el crecimiento de la violencia en Guerrero y otros estados”, también “revela la necesidad de revisar y reorientar la estrategia de seguridad”.
Indicó que los obispos consideran que son tres los factores sobre los que urge intervenir: la crisis de legalidad, de inequidad ante el rompimiento del tejido social y la de inseguridad, como la expresión de la falta de moralidad.
El prelado católico llamó a la sociedad a no quedarse en el miedo, rabia, deseos de venganza, temor o desesperanza, a “sacar lo mejor que hay en cada uno de nosotros y construir alto mejor”. Construir un estado y un país mejor, ante “tanta corrupción y tanta violencia han llegado a ser tan insoportables”.
De que pese de los llamados constantes que ha hecho al diálogo y a trabajar en coordinación sociedad y autoridades, la violencia continua creciendo, el sacerdote dijo que aunque parezca que no se está avanzando, se están atendiendo a las víctimas, a los jóvenes e impulsando la educación para la paz. “Dentro de la gravedad de la situación, creo que vamos haciendo un esfuerzo y empeño, es a largo plazo, no se va poder hacer un proyecto de educación para la paz de un día para otro, hay que aprender a dialogar y seguir haciendo el esfuerzo”.
Del intercambio de señalamientos que se dio en la semana, entre los gobiernos estatal y el municipal de Acapulco, por la responsabilidad de la seguridad después de la muerte de Ambrosio Soto, dijo que se deben de separar los temas, que no se deben de involucrar situaciones políticas con un hecho que afectó a una familia, como es el homicidio del alcalde.
“Hay que centrarnos en el hecho, algo que nos modifica mucho nuestra vida y que nos hace estar generando más conflictos de los que se van resolviendo, es que mezclamos todo y eso siempre suscitará confusión, mayor conflicto y mayor problema, hay que ir separando los problemas para ir resolviendo”, dijo.
El arzobispo consideró que las confrontaciones mediáticas y hacer malas interpretaciones no ayudan en la solución de los conflictos, que las autoridades y la sociedad tiene que trabajar por sí mismos y dialogar.
De la detención junto con presuntos integrantes de la delincuencia organizada, primero de la secretaria de la Red Jóvenes x México, Ximena Bernal Vargas, y después del hijo menor de ser operador financiero del cártel de los Beltrán Leyva en Acapulco, Iván David Alonso Bustamante, el arzobispo dijo que si están identificadas las personas y hay elementos suficientes para proceder a detenerlas, es una señal “de que se empieza a tomar cartas en el asunto, para ir resolviendo a quienes están involucrados en el crimen organizado”.
Garfias Merlos lamentó y dijo que se tiene que saber exactamente lo que sucedió en Tepecuacuilco, donde mataron a siete integrantes de una familia.
En su columna Timonel, de Mar Adentro, el arzobispo se refirió a las policías comunitarias, las cuales dijo formaron esta organización para contrarrestar la inseguridad, la corrupción y la impunidad. Que respondió a las necesidades de los pueblos, ante la negligencia de las autoridades y la ineficiencia del sistema jurídico.
“Este modelo alternativo de seguridad y justicia permite que las comunidades sean sujetos protagónicos, tanto de su seguridad como de la justicia impartida en su jurisdicción”, escribió el arzobispo, quien convocó a “todos” a que apoyen a los pueblos en sus demandas de mejores condiciones y prosperidad, para que sigan los valores y principios sobre los cuales surgió la Policía Comunitaria.