EL-SUR

Lunes 20 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Política  

Ofrece Astudillo devolver la tranquilidad, la paz y la justicia y llama a la reconciliación

En su toma de posesión como gobernador, convoca a establecer “un nuevo acuerdo de los guerrerenses para la convivencia”. La desaparición de los 43 normalistas reveló la complicidad entre diversas autoridades y las organizaciones criminales, afirma. Se compromete a una reestructuración radical de los cuerpos policiacos. Apoyará la actividad minera que ya es preponderante en el estado, anuncia

Hugo Pacheco LeónChilpancingo

Octubre 28, 2015

 

Diez años después, el PRI regresó al poder en Guerrero con Héctor Astudillo Flores, quien la mañana de ayer en sesión solemne en el Congreso del estado rindió protesta como gobernador y convocó a los guerrerenses a la reconciliación y a la construcción de un nuevo pacto social.
Además, se comprometió combatir la inseguridad, impulsar el desarrollo económico y generar empleos.
Pero advirtió que ese nuevo pacto debe fundarse en la observancia de la ley, en el respeto de los derechos de terceros y en la diversidad política y multicultural del estado, que se entendió es un mensaje dirigido al movimiento social que organiza marchas, bloqueos y toma de edificios y carreteras.
Acotó que no habrá acuerdo posible al margen de la ley y mucho menos bajo el uso de la fuerza, la anarquía y el deterioro social y económico de la población.
Este martes en el festejo 166 de la fundación del estado de Guerrero, Héctor Astudillo asumió como gobernador para el periodo 2015-2021.
Así, entre la narcoviolencia y la movilización sistemática de maestros, estudiantes, campesinos y colonos, Héctor Astudillo recibió el poder del gobernador sustituto Rogelio Ortega Martínez.
Para adornar la ceremonia de cambio de gobierno, el Congreso del estado fue sitiado por las fuerzas policiacas, apoyadas por grupos de choque de la UAG, colonos priistas y transportistas, por si los maestros y normalistas lograban reunirse temprano y llegar a sabotear la toma de protesta, lo que no ocurrió.
Arropado por los nuevos funcionarios priistas del gobierno del estado, familiares, senadores y diputados priistas y perredistas, así como alcaldes y periodistas felices por la vuelta al PRI al poder, Héctor Astudillo no tuvo ni una complicación para asumir el poder.
A las 9 de la mañana empezó la sesión solemne con la asistencia de 45 diputados, faltó uno y nadie sabe quién, imposible identificarlo desde galerías.
Una comisión de diputados introdujo al recinto legislativo a Héctor Astudillo, al gobernador saliente Rogelio Ortega Martínez, a la presidenta del TSJE, Lambertina Galeana Marín, y al representante presidencial, el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade.
Se rindieron los honores a la bandera, se cantó el himno nacional, y Héctor Astudillo rindió la protesta de ley como nuevo gobernador y pasó a ocupar el lugar de Rogelio Ortega, quien bajó a ocupar la curul que le colocaron en el lugar de los invitados especiales, al lado de los priistas Javier Taja y Guadalupe Gómez Maganda.
Luego se procedió a escuchar las intervenciones de los diputados; el primer turnó fue para la de Morena, y luego hablaron del PT, PAN, PVEM, MC, PRD y PRI, por cinco minutos cada uno, para fijar posturas.
El presidente de la Mesa Directiva, el perredista Carlos Reyes Torres, que nunca llamó al orden a los priistas acarreados que abuchearon a la diputada de Morena, María de Jesús Cisneros, le cedió la palabra al gobernador Héctor Astudillo Flores.

El gobernador 83

Parsimonioso, Astudillo empezó: “Para mí, más que un privilegio, es la más alta responsabilidad que puede asumir un guerrerense, convertirme en el gobernador número ochenta y tres de la historia del estado de Guerrero”.
Reconoció que la sociedad guerrerense ha perdido la confianza en sus autoridades, por la falta de justicia que se corrompe, por la desigualdad que se acentúa, por la pobreza que crece, por la impunidad que aflora día con día, por lo cual se ha perdido la fe y la confianza en los políticos.
Atentos escuchaban los causantes del escenario descrito, los ex gobernadores Rubén Figueroa Alcocer, René Juárez Cisneros y Rogelio Ortega Martínez.
Lamentó que por eso los jóvenes se suman con falsas expectativas a las filas de la delincuencia organizada.
Explicó que la ingobernabilidad que se vive en la actualidad se explica en buena parte porque se le ha dado la vuelta a la ley y porque la legitimidad de quienes tienen la responsabilidad de aplicarla se ha visto mermada.
Reconoció que el estado ha sido asediado por la inseguridad, la violencia, la pobreza, el analfabetismo, la simulación educativa y el amago constante del estallido social.
Añadió que los guerrerenses ya se cansaron de enfrentamientos y confrontaciones, de luchas estériles y de vidas sacrificadas de manera innecesaria. “Por ello convoco a la gran reconciliación de los guerrerenses”, dijo.
Y prometió: “mi primera declaración como gobernador es mi convicción de hacer todo para que vuelva a Guerrero la tranquilidad, la paz, la justicia, el empleo, el crecimiento”.
En su descripción del Guerrero actual, Héctor Astudillo le sumó que el gobierno estatal vive “una severa crisis económica” y ejemplificó que además ha crecido la burocracia, con 18 mil millones de pesos “de adeudos y gastos innecesarios en educación y salud”.
Y sin precisar, señalo que “a veces se desvían los recursos de programas sociales para cumplir con los gastos básicos de quienes trabajan para el gobierno”, aunque sólo mencionó que ante ello promoverá un paquete de leyes.
Luego dijo que será respetuoso de la división de poderes, y ratificó su convicción municipalista y su espíritu federalista.
En lo económico sólo dijo que convocará a cada región y cada sector productivo para detonar sus vocaciones y sus fortalezas.
Dijo que pondrá la tecnología al servicio de las causas de los guerrerenses.
Específicamente pidió a los diputados locales ser el contrapeso del Poder Ejecutivo, cumpliendo con su papel vigilante y la facultad de supervisión sobre el manejo de los recursos públicos.
Y se comprometió a fortalecer la independencia del Poder Judicial y promover la carrera judicial.
También sin precisar, enfatizó que a la brevedad hará “la más amplia convocatoria de que se tenga memoria, para que ciudadanos, organizaciones vecinales, sociales, gremiales, empresariales, académicas, sindicales, organismos no gubernamentales, construyan las reformas legales e impulsar un nuevo acuerdo de los guerrerenses para la convivencia”.
Dijo que a eso se refería cuando en campaña planteó un Guerrero “con orden y paz”.
Sobre la deteriorada economía, reconoció la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto de crear Zonas Económicas Espe-ciales para detonar el desarrollo del sur del país, y planteó que con el dinero pendiente del Plan Nuevo Guerrero creará más y mejores oportunidades, con territorios seguros y confiables para los inversionistas y empleos de calidad y bien remunerados para los guerrerenses.

El caso Ayotzinapa no provocó los problemas,  los detonó

De los ataques a los normalistas en Iguala en septiembre del año pasado, dijo que “Ayotzinapa no provocó los problemas de Guerrero, éstos fueron detonados por la tragedia de Ayotzinapa. La desaparición en Iguala de los 43 estudiantes normalistas reveló la complicidad entre diversas autoridades y las organizaciones criminales”.
Añadió que además desestabilizó políticamente al estado y demostró las insuficiencias del poder público para evitar que ocurriese el drama y el dolor que viven las familias de los estudiantes.
Nuevamente, sin precisar, indicó: “el problema principal no radica en los que han manipulado el caso Iguala, Ayotzinapa es una herida abierta en la conciencia nacional que no sanará hasta que se encuentre la verdad de los hechos y se haga justicia”.
Y sin más, señaló que “de ahí mi voluntad reiterada para colaborar como gobernante en todo lo que sea necesario. Sobre los hechos de Iguala con los jóvenes, Ayotzinapa nunca más”.
En su discurso, precisó que en su gobierno habrá respeto y protección jurídica para los periodistas y los defensores de los derechos humanos.
Anunció que creará una unidad integral con servidores públicos responsables en la investigación y persecución en los casos de desaparición forzada o involuntaria de personas, que incluya a luchadores sociales.
Además de crear un protocolo homologado del gobierno federal para la búsqueda y localización de personas desaparecidas.
Reconoció que en Guerrero la atención a víctimas del delito y por violaciones a los derechos humanos ha sido insuficiente y se comprometió a cumplir con las reformas en la materia y aplicar una política pública de ayuda, asistencia y reparación integral.
Anunció que apoyará a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos como una institución independiente robusta y transparente.
Saludó entonces a los mandos militares ahí presentes, y a los miembros de la Policial Federal y de la Gendarmería Nacional.
Reiteró que la principal preocupación de los guerrerenses es la inseguridad pública y anunció una reestructuración radical de los cuerpos policiacos y la implementación total del mando único y la policía única, así como su profesionalización, su mejora y seguridad económica para ellos y sus familias.

Apoyos a jóvenes, mujeres y adultos mayores

El gobernador también ofreció apoyos a jóvenes con espacios educativos y becas, su primer empleo, estímulos y apoyos en el deporte, en la recuperación de espacios públicos y con alternativas para no caer en los caminos fáciles pero muy cortos de la delincuencia.
Anunció que apoyará también a las mujeres con empresas, con créditos a la palabra, con capacitación.
Para todos los sectores vulnerables, de manera especial los discapacitados, habrá un cambio radical en el trato en su incorporación en las tareas productivas y al respeto que merecen a quienes tienen capacidades diferentes, dijo.
Expuso que respetará la diversidad sexual, la pluralidad ideológica y política, y será promotor y defensor de la no discriminación.
Especialmente dijo que apoyará la actividad minera, porque es ya una actividad económica preponderante.
De la corrupción, la impunidad y desviación de recursos en el gobierno, no dio a conocer nada ni dijo si investigará y castigará a los responsables.
Adelantó que reordenará la gestión y las finanzas gubernamentales, vigorizará el funcionamiento de la Auditoría General del Estado y promulgará y cumplirá con un código de ética y buen gobierno.
También dio a conocer que la Fiscalía General del Estado contará con una Fiscalía Anticorrupción inscrita dentro del Sistema Estatal Anticorrupción.
Y al secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, le pidió que le dijera a Peña Nieto que siga apoyando al estado con recursos y voluntad.
Héctor Astudillo culminó su intervención y los asistentes se le rindieron con aplausos. Todos felices, el PRI regresó al poder y con ellos sus viejas prácticas de acarreo, porras y matracas.
El que dejó el poder, Rogelio Ortega Martínez, quedó relegado. Salió del Congreso solo con sus guardaespaldas.