Emiliano Tizapa Lucena

Chilpancingo

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Guerrero informó ayer que debido a las irregularidades que descubrieron en el zoológico Zoochilpan presentará una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de quien o quienes resulten responsables por la comisión de delitos contra la biodiversidad.
El pasado martes el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), Ángel Almazán Juárez denunció públicamente que el ex director del zoológico José Rubén Nava Noriega vendió cuatro vacas Watusi, tres borregos de Berbería, intercambio a una cebra, compró fármacos fantasma y sacrificó cuatro cabras Pigmea para consumirlas en un festejo de fin de año.
Almazán Juárez destituyó a Nava Noriega el el 12 de enero, tras la muerte de un venado que vecinos del fraccionamiento Jardínes de Zinnia rescataron cuando era atacado por unos perros. Al día siguiente, la Semaren junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Profepa iniciaron una inspección en el Zoochilpan para verificar las condiciones en que se encuentran los animales.
Ayer mediante un comunicado la oficina de representación de Protección Ambiental de la Profepa en Guerrero informó que durante una revisión documental y física que hizo en el zoológico constató que el traslado de cuatro Watusi fue hecho con una autorización de aprovechamiento que expidió la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat.
Sin embargo, manifestó que en el caso de una cebra y tres borregos de Berbería “se entregaron los ejemplares sin contar con el oficio de autorización respectivo”.
Indicó que se identificaron discrepancias entre la cantidad de ejemplares que se contabilizaron durante la visita y los inventarios reportados a la Semarnat.
En su texto mencionó que pidió el apoyo a la representación en Querétaro y en la Zona Metropolitana del Valle de México para inspeccionar los sitios en los que supuestamente fueron reubicados las vacas Watusi y la cebra.
Expuso la dependencia que del “presunto aprovechamiento de cabras pigmeas, inspectores de la Profepa identificaron la existencia de 2 ejemplares más de los que se reportan en el inventario, los cuales no cuentan con la documentación que acredite su legal procedencia”.
En la conferencia que ofreció el pasado martes Almazán Juárez, el jefe del Departamento de Vida Silvestre de la Semaren, Fernando Ruiz Gutiérrez informó que sólo cinco cabras estaban registradas, aunque en realidad había 10 y de estos ejemplares, cuatro machos fueron sacrificados para consumo en una fiesta.
Dijo también Ruiz Gutiérrez que un ejemplar más nació posteriormente, pero no fue registrado y que en total eran siete las cabras Pigmea exhibidas.
La Profepa Guerrero aseguró ayer en su comunicado que “presentará una denuncia ante la Fiscalía General de la República en contra de quién o quiénes resulten responsables por la comisión de delitos contra la biodiversidad”.
El miércoles, Nava Noriega en conferencia de prensa en Chilpancingo negó que haya sacrificado y cocinado a las cabras Pigmea y dijo que lo que se consumió en el festejo de fin de año fueron unos chivos que eran de su propiedad.
Confirmó que vendió a las Watusi porque necesitaba el dinero para comprar equipo profesional de sonido y que cambió la cebra por los ciervos rojos para que hubiera un nuevo atractivo turístico en el parque, no obstante, dijo que desconocía su paradero y el estado en el que se encontraban los ejemplares, porque los entregó a comercializadoras privadas.