Con la sangre caliente en las venas, el Guadalajara superó la helada recepción canadiense y derrotó al Toronto FC para tomar ventaja en la final de la Liga de Campeones de la Concacaf.
El Rebaño está a sólo 90 minutos de levantar su primer trofeo internacional del Siglo XXI, además de asistir a su primer Mundial de Clubes en su historia.
Rodolfo Pizarro abrió el marcador con un gol de vestidor que dejó helado al campeón de la MLS, apenas al minuto 2.
Al minuto 19, Jonathan Osorio había empatado el encuentro para los locales, pero en el complemento Alan Pulido, protagonista de un gran juego en el sacrificio y solidaridad de recuperación, encontró el 2-1 en un bombazo que parecía un centro a segundo poste y que se fue a las redes.
El Guadalajara logró así una victoria en el juego de ida en Canadá, algo que ni Tigres ni el América pudieron conseguir en las fases previas.
Cuando estaba el encuentro empatado, los locales presionaron y buscaron mayor castigo, topándose con unas Chivas disciplinadas, intensas y con concentración total para evitar incluso amonestaciones sobre los cuatro elementos que llegaban condicionados.
Pizarro, Orbelín Pineda, Carlos Cisneros y Jesús Godínez llegaban arrastrando tarjeta amarilla y debían evitar una más para no perderse la vuelta en el Akron.
Michael Pérez le hizo marca personal a Sebastián Giovinco, pegajosa y de alto riesgo. El italiano se le escapó en un par de ocasiones, en una de ellas en la jugada que generó el gol de la igualada parcial.
El desgaste y la dinámica rojiblanca, se topaba con la verticalidad de los locales.
Al final fue mayor el sacrificio y la recuperación del Rebaño.
Miguel Jiménez, el portero de nula experiencia internacional, tuvo una actuación acertada y oportuna al suplir a Rodolfo Cota. Con dos intervenciones fortuitas, pero vitales ante su buena colocación.
Además de la victoria que da ventaja, el chiverío recuperó para el juego definitivo a los castigados Cota, Jair Pereira y Edwin Hernández.
Por si fuera poco, el criterio de gol de visitante favorece a los tapatíos, por lo que Toronto está obligado a anotar dos goles y no recibir, ya que el empate global en la vuelta enviaría la definición a los tiros penales.

Almeyda no se confía:
“Quedan 90 minutos”

Sin perder la serenidad ni caer en celebraciones anticipadas, Matías Almeyda consideró que la final no está definida, a pesar de arrebatarle la victoria al Toronto FC en su casa y tener todo servido para coronarse con su gente.
“Si el resultado hubiera sido de empate o adverso, el sentimiento habría sido el mismo, quedan 90 minutos más de máxima concentración, de máxima entrega y de amor por lo que tienen estos jugadores”, explicó El Pelado tras la hazaña de sus dirigidos.
“Quedan noventa minutos todavía y en el futbol siempre cuando es a dos partidos, el resultado queda totalmente abierto, sí con la única ventaja de que ya nos conocimos, ya nos enfrentamos”, añadió.
Almeyda resaltó la entrega de sus dirigidos, pero sobre todo la labor que hizo Michael Pérez en la marca personal que intentó sobre el italiano Sebastián Giovinco.
“Michael Pérez jugó todo el partido en la misma posición, el cambio que se provocó fue para pasar a Cisneros por la izquierda de lateral y agregar a un tipo más ofensivo como es Chofis, pero Michael hizo un excelente partido, un partido de jugador grande”, dijo el pastor del Rebaño.
El estratega rojiblanco fue insistente en el valor de lo que hicieron sus Chivas con el 2-1 a favor, en una cancha en la que tanto Tigres como América salieron con derrota.
“Los jugadores siempre se han entregado más allá de que el rival, sea quien sea, porque respetamos a todos los rivales.
“El futbol tiene momentos en los cuales las cosas te salen y otros en los que no te salen, pero nosotros nos hemos manejado en la misma línea, de la unión, la humildad, la perseverancia y después está la confianza que cada uno de ellos siente para mejorar”, indicó.
Valoró la capacidad del Toronto FC, al que no da por liquidado para el juego de vuelta en el estadio Akron el miércoles 25 de abril.