Édgar Contreras / Agencia Reforma

León

El León, y el arbitraje, le dieron vida al Los Ángeles FC en la ida de la final de la Concachampions. La Fiera se impuso 2-1 en el Nou Camp, una victoria un tanto amarga por la gran cantidad de opciones de gol erradas y porque el tanto del cuadro angelino cayó a segundos del silbatazo final.
Carlos Vela pasó casi inadvertido, así de completo fue el trabajo de La Fiera, que al 8’ ya ganaba con aquel cabezazo de William Tesillo en un tiro de esquina y que al 45’+5’ aumentaba su ventaja con un penal bien ejecutado por Ángel Mena.
Incluso esa ventaja de dos tantos parecía corta debido al asedio, con ese disparo de Alfonso Alvarado bien desviado por el portero, el zurdazo de Víctor Dávila, la acción en la que el esférico coqueteó con el poste izquierdo a tiro de Elías Hernández, las dos fallas de Mena y otro par de Joel Campbell e incluso el gol anulado a Osvaldo Rodríguez por una falta sobre Sergi Palencia.
El León nulificó al rival por esa presión en toda la cancha, la incorporación al ataque de centrales como Stiven Barreiro y Tesillo (con el riesgo que implica), el sacrificio de Dávila para botarse, la dinámica del mismo Tesillo en la punta, el juego a los costados con Elías y Mena.
Vela, del LAFC, parecía un jugador más porque no lograba trascender; apenas tuvo una oportunidad de gol al 53’, cuando intentó definir de vaselina, sin éxito.
Corría el 90’+6’ cuando Denil Maldonado planchó a Osvaldo Rodríguez y ahí nació la jugada del empate, con el pase de Vela a Palencia y el centro de este a Denis Bouanga, acción que ameritaba la revisión en el VAR, pero que al cuerpo arbitral le pasó de noche.
La serie por el pase al Mundial de Clubes (en Arabia Saudita a finales de año) pudo estar liquidada desde ayer, pero ahora el León tendrá que jugarse el pase el domingo en la cancha del LAFC, en espera de recuperar el dominio que perdieron los Pumas hace un año ante el Seattle Sounders, también de la MLS.