Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Ventura Reyes Urióstegui, denunció que ante la sequía, la falta de agua y los incendios, las autoridades han abandonado a los agricultores y ganaderos, “como que no se enteran de lo que está sucediendo”, dijo y advirtió que lo más grave se viene en mayo y junio.
Explicó que la sequía ha sido recurrente desde hace tres años, desde cuando las temporadas de lluvias han sido muy irregulares.
Contó que el año pasado también fue difícil para los agricultores y ganaderos de Acapulco y Coyuca de Benítez porque primero sufrieron la sequía y luego se les vinieron los daños del huracán Otis.
“Ahora es grave la crisis ambiental que se está dando en Guerrero, por el problema de la sequía, el calor y los incendios están siendo afectados los pastos para el ganado”.
En declaraciones por teléfono, Reyes Urióstegui declaró que aún no se sabe cómo y cuándo va a venir la temporada de lluvias, “ojala que bien, pero si sigue como está, la agricultura se va a la baja en Guerrero y lo más grave es que el gobierno como que no se entera de lo que está sucediendo”.
Informó que han estado pidiendo que se tomen medidas drásticas para evitar los incendios, como habilitar brigadas equipadas con herramientas en los municipios y emprender una campaña de concientización para que la ciudadanía evite provocar incendios.
“Sin embargo no vemos que se haya hecho nada, Acapulco está rodeado de incendios y las consecuencias son mucho humo y mucho calor”.
Explicó que las presas ya no funcionan, y que la única que aun servía para regadío, la de Tepecoacuilco, ya la declararon insuficiente para la agricultura, y la poca agua que hay ya la están usando sólo para el servicio doméstico.
“Los distintos sistemas de riego están abandonados, no se han renovado, no se han desensolvado las presas, es muy preocupante lo que está pasando”.
Ventura Reyes, explicó que en estas circunstancias hace muchos años que ya no se siembra de riego, “lo que si tenemos por ejemplo en Acapulco, es que por la falta de agua se están secando las huertas en donde el huracán Otis había dejado algunas plantas o árboles.
“También lo advertimos a las autoridades, que Otis medio arrancó algunos árboles y plantas en huertos, y ahora la falta de agua y la sequía está provocando la muerte de muchos árboles que habían quedado medio buenos porque se dejaron sin una atención”.
El dirigente campesino declaró que los canales de la Costa Grande y Costa Chica, ya a lo mucho sirven para regar el pasto que está al lado, “y que todavía sirven”.
Denuncio que hace muchos años que los distintos gobiernos ya no construyeron más presas ni le dieron mantenimiento a las que estaban, “el único que le apostó al sistema de riego fue el gobernador Rubén Figueroa Figueroa que se preocupaba por el mantenimiento de las presas, de ahí para acá se abandonaron”.
Agregó que, también por la falta de agua, el ganado comienza a sufrir los estragos, “se adelgaza y ya comienza con enfermedades propias de la falta de agua y se muere”.
Pero dijo que aún no es tiempo para realizar un recuento de los daños, porque insistió que los estragos comenzaran a verse entre mayo y junio, “pero yo creo que se prevén fuertes las pérdidas”.
“Aguantamos enero y febrero porque nos dejó un poco de agua Otis, a partir de marzo y abril ya se está resintiendo la sequía, y todavía falta mayo y junio, pero eso todavía no hemos contabilizado cuántos animales han muerto”.
Sin embargo, informó que los comentarios y la información que tienen es que ya están falleciendo algunas cabezas por falta de pastos.
“Los incendios son el tiro de gracia, de por sí las lluvias habían sido irregulares, en el caso de Acapulco y Coyuca, el Otis que vino a destruir cercas y sembradíos, ahora los incendios acabaron con toda la posibilidad de que el ganado pueda mantenerse”.
Explicó que el ganado de Guerrero no se alimenta de lo que se vende en tiendas, “no tenemos esa cultura de alimentarlo con alimento de bodega, sino más bien de pastoreo, pero cuando se incendian las parcelas y los potreros, el ganado ya no tiene nada qué comer, el efecto es muy fuerte en contra de la ganadería”.
Dijo que ante ello se requiere que los gobiernos contribuyan con los ganaderos, dándoles a mitad de precio el alimento para que se puedan mantener los hatos ganaderos, “previendo que se viene mayo y junio, la verdad es que ahorita el ganado empieza a sufrir los estragos pero esa tendencia se verá más fuerte en mayo y junio”, insistió.
Reiteró que el gobierno debería lanzar un programa de apoyo a los ganaderos, por ejemplo dándoles alimento a bajo precio o subsidiado para el ganado.
“En otros años eso se ha hecho, desde las mismas ganaderas se puede traer alimento del Centro o del Bajío del país donde tienen disponible avena, sorgo o maíz molido, eso podría ayudar a mantener los hatos para que no se pierdan”, reiteró.