Israel Flores

Ciudad Altamirano

En la presa de El Gallo del municipio de Cutzamala de Pinzón, los pescadores decidieron invertir en sistemas de bombeo para oxigenar el agua en zonas donde tienen sus jaulas y así evitar la muerte de los peces sobre todo en esta semana en la que contemplan un incremento en las ventas.
Se trata de una de las presas de mayor producción de mojarra tilapia en el estado de Guerrero y que durante esta semana logran vender principalmente las que pesan entre 300 gramos hasta el medio kilogramo.
Al inicio del año los productores reportaron la muerte de más de 30 toneladas de peces -que estaban listos para su venta- debido a que bajó el nivel de la oxigenación de las aguas de la presa.
Los pescadores informaron que solicitaron mediante diversos escritos el apoyo del gobierno del estado y del gobierno federal ante la perdida de su producción y para evitar que murieran más peces.
De acuerdo a las estadísticas de los pescadores es entre enero y mayo cuando los niveles del agua bajan y con ello disminuye también la oxigenación.
En esta presa trabajan cinco cooperativas de un igual número de pueblos que rodean la presa de El Gallo y que dependen directamente del cultivo de mojarras. Diariamente vienen empresarios del mercado de mariscos La Nueva Viga de la Ciudad de México a comprar la mojarra tilapia.
Con motivo de la Cuaresma aumenta la demanda de mojarra tilapia en la presa de El Gallo y se espera que tanto esta semana y la la siguiente sean las de mayor venta para lo cual prepara los pescadores una cosecha especial.
Para evitar una mayor cantidad de muertes en esta etapa crítica los cooperativistas invertieron en la compra de bombas que permiten la oxigenación a corta distancia de las zonas donde se encuentran las jaulas.
El líder Antonio Serrato confirmó que a pesar de las solicitudes que hicieron al gobierno federal y al gobierno del estado y a pesar de las visitas que han tenido de diversos políticos hasta el momento no se ha concretado los apoyos prometidos.
Una vez que pasa a la Semana Santa también disminuye la cantidades de agua en la presa que hasta el momento se mantiene al 60 por ciento de su capacidad.