Luis Daniel Nava

Chilapa

Productores y autoridades de Chilapa, Zitlala, Mártir de Cuilapan y Ahuacuotzingo crearon el Movimiento Social Agroecológico para impulsar el uso del abono orgánico, la producción de alimentos sanos y el cuidado del medio ambiente.
El proyecto hacia la transición agroecológica es parte del programa Producción para el Bienestar de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), del gobierno federal.
El nuevo movimiento busca continuar las prácticas agrícolas alejadas de los abonos químicos, incluso si el programa no tuviera continuidad en 2024, en el cambio de gobierno federal.
Consultada, Adriana Ramos, coordinadora de la región 15 de la Estrategia de Acompañamiento Técnico que coordina a los productores organizados en “escuelas de campo” dijo que el objetivo del programa es también el rescate de las semillas naturales y la creación de bancos de cultivos.
Indicó que transitar hacia la agroecología en el país es un trabajo arduo pero que se está logrando con ayuda y materiales de la región.
“El reto es que más productores conozcan las prácticas para la cosecha y el consumo de alimentos sanos”, dijo.
El fin de la estrategia, expresó, es lograr la autosuficiencia alimentaria.
Las técnicas son instruidas por ingenieros de la Estrategia de Acompañamiento Técnico de la dependencia federal a través de las escuelas de campo.
El Movimiento Social Agroecológico se creó el sábado pasado en la comunidad de Chautla en el primer encuentro de Módulos de Intercambio, Conocimientos e Innovación (MICI) del Territorio Funcional de la Montaña Baja.
Ese día las escuelas de campo de 19 comunidades intercambiaron prácticas para reducir agroquímicos, crear abonos orgánicos, producir alimentos sanos y cuidar el medio ambiente.
Los representantes de los Módulos expusieron que la estrategia de acompañamiento a la agroecología les ha servido para trabajar en grupo, disminuir los costos y rescatar los saberes ancestrales de cultivo.
Además de mejorar la salud con la producción de alimentos sanos, a no contaminar con envases de químicos, a rescatar insectos comestibles y vida microbiana, a mejorar los maíces criollos, a rescatar el sistema de milpa y a aprender a hacer huertos de traspatio.
La estrategia para continuar el proyecto de agroecología consiste en seguir produciendo bioinsumos, maíz, frijol, calabaza y quelites; enseñar a los hijos prácticas agroecológicas y valorar los materiales que hay en sus localidades. También se propuso difundir en 2024 los resultados.