Luis Daniel Nava

Chilapa

Debido a la pandemia por el coronavirus, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) no se ha podido reunir para concluir el peritaje de la causa de muerte de Ranferi Hernández, su esposa, suegra y ahijado.
El crimen ocurrió el 14 de octubre de 2017. Ranferi y su familia fueron desaparecidos cuando viajaban de su natal Ahuacuotzingo a Chilapa. Sus cuerpos fueron hallados dentro de una camioneta incendiada por la noche en esa carretera en la comunidad de Nejapa.
En agosto de 2019 sus familiares solicitaron que los restos fueran exhumados por peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) para que el Equipo Argentino de Antropología Forense realizara la necropsia y estudios de genética para identificar científicamente los cuerpos y determinar las causas de la muerte.
Los estudios forman parte del proceso de investigación del caso que hasta ahora no ha mostrado avances, de acuerdo a representantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
El cinco de febrero de 2020 los restos de las cuatro víctimas fueron inhumados, es decir devueltos a sus tumbas en Chilapa y Ahuacuotzingo, por peritos de la FGE.
Ese día los familiares informaron que el equipo argentino concluyó la primera etapa de identificación de los cuerpos y que en marzo de 2020 se entregaría otro dictamen en base a un estudio de criminalística para conocer la causa de muerte.
Ayer durante el mitin en Chilapa, Diana Hernández mencionó que los peritajes no concluyen pero que ahí radica la verdadera posibilidad de hallar la verdad y la justicia.
Consultados aparte, familiares de Ranferi Hernández informaron que hasta ahora el EAAF, donde participan peritos de distintos países, no se ha podido reunir a causa de la pandemia provocada por el coronavirus.
“Está por concluirse el peritaje de la causa de muerte donde participan especialistas en fuego, balística y forenses, pero por la pandemia el equipo no ha podido viajar y reunirse para concluir el dictamen”.