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Miércoles 15 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Delegados de Sembrando Vida de municipios serranos se organizan para vender sus productos

Representantes de mil sembradores de San Miguel Totolapan, Atoyac y Tlacotepec nombran un comité para gestionar una carretera, mercado para sus cosechas y un centro de acopio ante los gobiernos estatal y federal

Febrero 08, 2023

Campesinos y técnicos del programa Sembrando Vida en una mesa de trabajo en la comunidad serrana La Aurora, municipio de Heliodoro Castillo Foto: El Sur

Redacción

La Aurora, sierra de Heliodoro Castillo (Tlacotepec)

Campesinos de tres municipios de la Sierra integrados a Sembrando Vida acordaron este domingo, ante sus técnicos, organizarse para exigir una carretera, mercado para sus productos y un centro de acopio, y nombraron un comité encabezado por la joven Dioseline Gervacio Nava, para que se encargue de hacer llegar las demandas de los productores a los gobiernos estatal y federal.
Al encuentro acudieron 41 delegados en representación de mil sembradores de los municipios de San Miguel Totolapan, Atoyac y Tlacotepec, que en conjunto tienen 2 mil 500 hectáreas, cada uno con 2.5.
A los vecinos de esta zona, con el estigma de la violencia, el machismo y la siembra de amapola, se les vio organizados para un objetivo en común: vivir de manera autosuficiente y erradicar la siembra de enervantes, pero tienen serios problemas para lograrlo, pues sus caminos están en terribles condiciones y no tienen mercado para sus productos.
Para contextualizar, lo agreste de la zona permitió que los vecinos se dedicaran durante décadas a la venta de la goma de opio, ante la ausencia de autoridades para erradicar la planta y para llevar los servicios básicos a la zona, pero la caída del precio de ese producto hundió a algunos en una severa crisis económica; otros, los menos, ya sembraban maíz, jitomate, aguacate, pera o manzana y resistieron sin dificultades la falta del dinero de la droga.
Algunos otros enviaron a sus hijos a estudiar, quienes llegaron a obtener títulos de maestría y doctorado, hubo profesionistas que regresaron con métodos para salir del crimen, otros, “se hicieron profesionales”, mejoraron sus métodos de producción de enervantes y se integraron a cárteles con presencia internacional, según contaron asistentes a la reunión.
Ahora, todos buscan mantener su estilo de vida sin carencias, pero el grueso de los amapoleros no sabían producir otra cosa, hasta que llegó Sembrando Vida, relataron en entrevistas.

“Una inversión de 6 millones de pesos”, pero no hay mercado

La estructura del programa federal Sembrando Vida en el estado es de tres coordinadores estatales: Felipe de Jesús Sosa Garza, Mario Alberto Morlet y Omar Salinas, el primero es el coordinador de los coordinadores. En esta estructura sigue en jerarquía para la zona a la que tuvo acceso el reportero, el Territorio 24, el facilitador Gustavo Sandoval, quien es un coordinador de técnicos y cuenta con 10 técnicos que trabajan en equipos de dos, “binomios”, uno de ellos es experto en trabajo social y otro en productivo, según dijo el mismo Sandoval en entrevista.
Además, cada binomio cuenta con “becarios” a los que les paga el gobierno federal, jóvenes menores de 30 años que apoyan en las labores que requieran los técnicos y sembradores y se les pagan 6 mil 300 pesos al mes.
En su discurso de inauguración, Gustavo Sandoval informó a los campesinos que este mes recibirán 6 mil pesos por sembrar en sus parcelas, un aumento de mil pesos respecto del mes anterior, lo que significa “una inversión de 6 millones de pesos al mes, sólo para los sembradores y sembradoras. Un presupuesto que ya quisieran tener muchas dependencias del estado”. Además se les paga a los becarios, técnicos, facilitadores y coordinadores.
El facilitador, originario de la comunidad Toro Muerto, en la sierra de San Miguel Totolapan, agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador y advirtió que el programa empezó “en un momento crítico, fue muy oportuno, porque fue cuando se dio la crisis, cuando se está dando la emigración hacia Estados Unidos o al norte del país de muchos campesinos”, que se dedicaban a la siembra de amapola, que ahora no tiene mercado.
Llamó a “hacer equipo, echarle ganas y cumplir todas las metas, tenemos de aquí a junio para tener nuestras plantas listas en vivero y llevarlas a nuestras parcelas”.
En el Territorio 24, que comprende 50 comunidades de los tres municipios mencionados, Sembrando Vida lleva operando desde junio de 2021, así que aún no están en la parte de producción de frutos, sino en la de planta en los viveros, a diferencia de otras zonas, en las que el programa llegó al inicio de este sexenio.
Expuso que la intención de esta reunión, “es que se conozcan, que intercambien experiencias, conocimiento, porque nuestro territorio tiene condiciones muy diversas, desde La Junta de los Ríos, Nueva Dehli, Petlacala, Toro Muerto, Linda Vista y Laureles, tenemos climas muy fríos y algunos cálidos. Ahora es momento de que nos apoyemos, después habrá intercambios con otros territorios”.
Un campesino, tras la intervención del facilitador, calculó que tan sólo los productores integrados en el programa federal generan 600 toneladas de maíz al año, y se quejó de que no encuentran mercado, “en Atoyac el maíz lo están comprando en 4 mil 500 pesos por tonelada, pero vamos nosotros y nos preguntan de dónde lo llevamos, les decimos que de la sierra y nos ofrecen 3 mil pesos por tonelada, porque saben que no nos podemos regresar sin nada. Se aprovechan de nuestra necesidad, de que no hay carretera. Necesitamos mercado, que nos compren el producto, que nos arreglen la carretera”.
Un productor de jitomate informó que de cada 30 cajas que lleva de la sierra a la costa, 10 llegan dañadas, debido a que la terracería tiene muchos hoyos, lo que le genera “pérdidas importantes”.
En respuesta, el técnico David Araujo dijo que es necesario aprender el proceso de comercialización en equipo, “no es lo mismo que bajen una tonelada por separado a que bajen 600 en equipo. Sí, están mal los caminos, sí hay falta de mercado, pero yo sé que aquí la gente es muy inteligente, que pueden mover mercancía a escondidas. Entonces, no hay que esperar a que nos vengan a resolver todo. Para eso es esta reunión, para buscar una solución a nuestros problemas”.
El facilitador Gustavo Sandoval informó que hay planes para crear centros de acopio en la región, pero matizó, “está en propuesta”.
El centro de acopio de Segalmex más cercano está en la cabecera municipal de Atoyac, lo que para algunas comunidades significa 8 horas de camino agreste, cargando maíz, jitomate, manzana o pera en camionetas.

“Estamos erradicando eso que tenían los hombres”

En una actividad en la que se organizaron en grupos se planteó la pregunta: “¿Qué hemos logrado en Sembrando Vida?”. Los expositores dijeron “generamos empleos, igualdad entre hombres y mujeres, aprender a hacer composta, biofertilizantes, resolvimos problemas de la comunidad, la diversificación de productos”.
Una asistente abundó en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres, “hay que decirlo, antes la mujer se quedaba en casa y ahora hombres y mujeres nos vemos como iguales. Hacemos lo mismo que los hombres”.
“Estamos erradicando eso que tenían los hombres, no le quiero decir machismo, pero ahora hay mujeres que mantienen la casa”.
El siguiente equipo retomó el tema, un varón de unos 40 años dijo: “Las compañeras tienen razón, aprendimos que las mujeres pueden hacer lo mismo, pues también tienen dos manos, tienen fuerza, tienen inteligencia”.
Sin embargo, se les preguntó quiénes hacen labores del hogar, como barrer o lavar trastes, y ningún hombre alzó la mano.
Ahí mismo, se organizó un comité que representará a los mil campesinos del Territorio 24, para que “sean gestores de las necesidades” de los vecinos de la región, y quedaron Omar Santiago Gómez, de Campo Morado, del municipio de Tlacotepec; Moisés Don Juan Lucena, de La Cueva de Guerrero, del mismo municipio; Timoteo Martínez Bernal, de La Remonta, Atoyac; Reynaldo Reyes Rojas, de Petlacala, San Miguel Totolapan, y Dioseline Gervacio Nava, de Estación Toro Muerto, San Miguel Totolapan, quien quedó como presidente del comité