Redacción

Habitantes de la comunidad San Ignacio, en el municipio de Zihuatanejo, denunciaron la intromisión de integrantes del grupo delictivo Los Cuernudos, quienes además de extorsionarlos, están deforestando el bosque de pinos en esa zona, lo que ha impactado en el clima y en las fuentes donde nacen el río de Pantla, en este municipio y el río de Lagunillas, municipio de La Unión.
Este miércoles, vecinos que pidieron la omisión de sus nombres por temor a represalias, manifestaron que desde Semana Santa de este año, varios hombres armados, que se identificaron como Los Cuernudos de la Nueva Cuadrilla, municipio de Coahuayutla, irrumpieron en la comunidad y les dijeron que a partir de ese momento, ellos tomarían el control del lugar “dando seguridad”.
La comunidad San Ignacio, se ubica en la parte alta de la sierra poniente del municipio de Zihuatanejo y colinda con el municipio de La Unión.
“Ese día que entraron, llegaron apuntándonos como si fuéramos animales, la gente se tiró al suelo, los niños lloraban de miedo y las mujeres también porque no sabíamos qué iba a pasar con nosotros, fue como si estuviéramos en una pesadilla”.
Agregaron que desde entonces, esos individuos “entran y salen” de San Ignacio y El Puertecito, pero entran por la comunidad El Cedral, municipio de La Unión y mantienen un clima de tensión entre las casi 50 familias que viven en ambas localidades y se mantienen de la ganadería, porque recientemente le pidieron a los productores “un apoyo económico” que fue de 10 mil a 20 mil pesos “según la cantidad de animales que tiene cada uno y también les han quitado cuatrimotos “prestadas”, pero ya no se las han regresado”.
Además, ese grupo delictivo inició con la deforestación del bosque de pino que las comunidades han venido conservando desde hace más de 70 años debido a que en esa área nacen los ríos de Pantla y Lagunillas y en menos de un mes, han acabado con las pineras y han visto que el corte del bosque está impactando en el clima “está haciendo más calor y ya tenemos menos agua”.
Dijeron también que por temor de que ese grupo obligue a los jóvenes a incorporarse a sus filas, muchas familias que tienen hijos varones de 12 a 20 años, los han sacado de las comunidades y además están pensando en migrar si la situación empeora porque pese a que las autoridades conocen la situación que viven, no intervienen para garantizarles seguridad, pues aunque han subido militares, “sólo los persiguen, pero no se enfrentan con ellos y al rato regresan otra vez”.
Hicieron un llamado al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que intervengan las fuerzas armadas “de manera contundente, antes de que nos pase lo que se ha vivido en la zona de Vallecitos de Zaragoza, donde ese pueblo y otros más, se quedaron fantasmas porque ese mismo grupo les arrebató lo que tenían; estamos resistiendo, pero hay quienes están pensando en abandonar lo que por muchos años han trabajado por temor a que pierdan la vida; hay mucho miedo sobre todo en nuestras mujeres y nuestros niños”.