Redacción

Chilpancingo

La fachada del sanatorio América, propiedad de la familia del presidente municipal de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera fue rafagueada la madrugada de ayer en la capital del estado.
Ni el edil, ni ninguna autoridad estatal, tampoco la Fiscalía General del Estado (FGE) se pronunciaron por el hecho de violencia y desde las 9 de la mañana la clínica reanudó sus servicios.
El Sanatorio América minimizó el hecho en un comunicado a la población. Aseguró que se trató de un “incidente” ocurrido “en las inmediaciones” de su edificio y que tanto su personal como los pacientes se encontraban bien.
“Hemos colaborado plenamente con las autoridades correspondientes para el esclarecimiento de los hechos, confiando en que las investigaciones permitan determinar responsabilidades”, dijo.
A las autoridades se les informó de la agresión a balazos a las 3:15 horas de la madrugada.
Reportes de fuentes de seguridad indicaron que hombres armados atacaron a balazos la puerta principal, ventanas y la segunda planta de la fachada de la clínica particular ubicada en la calle Ignacio Manuel Altamirano, número 54, en el barrio de San Antonio, a cuatro cuadras del zócalo.
Trascendió que al momento del ataque en el interior de la clínica se encontraban al menos dos policías municipales, lo que fue desmentido por trabajadores.
A 150 metros del sanatorio, antes de dar vuelta a la calle Heroínas del Sur se encuentra el domicilio del alcalde Gustavo Alarcón que es resguardado por agentes de la Guardia Nacional.
La madrugada y parte de la mañana peritos de la FGE contabilizaron 15 impactos de bala y el mismo número de casquillos percutidos calibre 9 milímetros y 38 Súper.
Según las fuentes, la chapa de la puerta principal fue forzada. Se observó que los marcos de aluminio y cristales de las ventanas, así como de la puerta presentaban agujeros de bala.
El edificio cuenta en el exterior con tres cámaras de videovigilancia.
En la mañana trabajadores hicieron el cambio de los cristales rotos. Antes, mientras llegaban reporteros cubrieron los ventanales dañados con cartones.
El servicio médico se restableció a las 9 de la mañana, sin seguridad especial, sólo dos agentes de la policía se encontraban afuera del edificio.
El alcalde que un día antes acudió al Senado en la Ciudad de México continuó sus labores de manera normal en el Ayuntamiento, protegido por agentes de la Guardia Nacional.

No hubo lesionados, informa el Sanatorio América

El Sanatorio América informó en un comunicado en su cuenta de Facebook que ante los lamentables hechos ocurridos por la madrugada, “en las inmediaciones de nuestro Sanatorio América” no hubo lesionados.
“A pesar del incidente, no se registraron personas heridas y tanto el personal como los pacientes se encuentran con bien”.
Dijo reafirmar su compromiso con la salud y la vida de sus pacientes, así como con la seguridad de todos los que acuden a sus instalaciones.

“Hemos colaborado plenamente con las autoridades correspondientes para el esclarecimiento de los hechos, confiando en que las investigaciones permitan determinar responsabilidades”.
Su misión, agregó el texto, es brindar atención médica de calidad en un entorno seguro, por lo que continuarán trabajando para garantizar el bienestar de quienes les tienen confianza.
“El Sanatorio América sigue operando con normalidad, ofreciendo sus servicios a la comunidad con el mismo compromiso y dedicación que nos caracteriza”.
“Agradecemos a nuestros pacientes, familiares y a la comunidad en general por su comprensión y apoyo en estos momentos”, asentó.
El ataque a la clínica de la familia del primer edil de Chilpancingo se da en el contexto de una serie de hechos de violencia en la capital, entre ellos seis asesinatos -un policía y cinco comerciantes- en tres mercados de la capital.
El martes por la tarde fueron hallados los restos de la maestra Adriana Leyva Parra en una vivienda al poniente de la ciudad y por la noche fue asesinado un motociclista de 39 años en la céntrica avenida Juárez.
En la pasada elección municipal Gustavo Alarcón Herrera fue registrado como alcalde suplente de Alejandro Arcos Catalán, asesinado por decapitación a una semana de asumir la presidencia municipal de Chilpancingo, el 6 de octubre de 2024.
Una semana después de este crimen que conmocionó al país, fueron asesinados Ulises Hernández Martínez, perfilado para secretario de seguridad pública municipal y el secretario general del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez.