EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

El asesinato de Ranferi fue político, por su lucha social, dicen en un homenaje

En la colocación de una ofrenda a tres años del crimen, piden familiares al gobernador resolver el caso antes de concluir su mandato

Octubre 15, 2020

Luis Daniel Nava

Chilapa

El asesinato del luchador social Ranferi Hernández Acevedo, su esposa Lucía Hernández, su suegra Juana Dircio y su ahijado Antonio Pineda no se ha esclarecido en tres años y representa la impunidad del Estado mexicano, expresaron sus familiares.
Y convocaron al gobernador Héctor Astudillo a resolver el caso antes de concluir su mandato o a irse con las manos manchadas de sangre.
La mañana de este miércoles, familiares de las víctimas, representantes de Tlachinollan y del Centro Minerva Bello, las organizaciones Vicente Guerrero y Asamblea de Pueblos y Barrios de Coyoacán, padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y estudiantes de la misma escuela llevaron una ofrenda floral y realizaron un mitin en el lugar donde fue registrado el múltiple homicidio.
El crimen ocurrió el 14 de octubre de 2017. Ranferi y su familia desaparecieron cuando viajaban de su natal Ahuacuotzingo hacia Chilapa. Sus cuerpos dentro de una camioneta incendiada fueron encontrados por la noche en esa carretera en la comunidad Nejapa, casi al llegar a Chilapa.
Minutos después de las 9 de la mañana, familiares de las víctimas provenientes de Nejapa y del municipio de Ahuacuotzingo comenzaron a colocar las primeras flores de pericón, cempasúchil y girasoles. También colocaron dos grandes milpas, elotes hervidos y prendieron veladoras en las cruces cristianas.

Viñadores homicidas

Al lugar llegó el diácono Filiberto Velázquez Florencio, también director del Centro Minerva Bello para encabezar una oración.
En su oportunidad comparó “La parábola de los viñadores homicidas” del Evangelio de Lucas con lo que sucede en está región.
“Cuando alguien lucha por la justicia y por la verdad está construyendo el reino para que esa viña dé esos frutos. Para que todos podamos disfrutar de sus frutos y beneficios.
“Pero qué pasa cuando unos quieren sentirse dueños de todo. A su corazón malvado no importa sobre qué tengan que pasar, inclusive sobre la vida de gente inocente.
“Estamos constantemente ante estos sicarios del poder, ante estos líderes que quieren adueñarse de este pueblo, de los frutos del reino, adueñarse de la viña y es una historia injusta que se vuelve a repetir, pero pese a esa realidad debemos seguir en la fe puesta en Dios.
“Va a llegar el momento en que vamos a triunfar sobre la muerte y la injusticia”.

El caciquismo de Guerrero no perdonó

Abel López, de la organización campesina Vicente Guerrero, expresó que Ranferi Hernández y Rocío Mesino, asesinada el 19 de octubre de 2013, evidenciaron al entonces gobernador Rubén Figueroa como autor intelectual de la masacre de Aguas Blancas en 1995.
Fue un momento histórico para el movimiento popular en Guerrero porque significó la caída de un gobernador que es parte de una dinastía que desde la Revolución Mexicana se ha dedicado a saquear y a empobrecer al pueblo de Guerrero, dijo.
“El caciquismo, tenemos claro, que no perdonó nunca la afrenta que hicieron nuestros compañeros y solamente dejaron pasar unos años para cobrar venganza.
“Los asesinatos de nuestros compañeros son crímenes políticos, crímenes de Estado”.
Señaló que para que el gobierno se lave las manos maneja la narrativa de que el responsable es el crimen organizado.
“Que no son más que grupos que se dedican hacer la labor sucia que antes cometía el Ejército, la policía estatal o los grupos paramilitares”.
También participó una representante de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, un representante de Tlachinollan y un estudiante de la misma escuela. Todos expresaron solidaridad a la familia y exigieron justicia.

Sello de escuadrones de
la muerte

Al final Diana Hernández leyó un pronunciamiento de la Organización Campesina Vicente Guerrero, misma que fundó su padre Ranferi Hernández.
Recordó que hace tres años, el gobierno de Héctor Astudillo ante la conmoción social llegó a ofrecer una recompensa económica a cambio de información del crimen pero que ahora el caso quedó en el olvido y fuera de su discurso.
La maniobra dilatoria, dijo, ha sido la predilecta del gobernador para tratar los casos de violencia en los cinco años de su mandato.
“Mientras tanto la desaparición de jóvenes, los feminicidios, la violencia en la sierra, en Acapulco, en Chilapa y en todo el estado, forman parte de la vida cotidiana”.
Enlistó los asesinatos que han quedado impunes con anteriores gobernadores, desde José Francisco Ruiz Massieu, Rubén Figueroa, en dos ocasiones Ángel Aguirre, René Juárez, Zeferino Torreblanca hasta Rogelio Ortega.
Mencionó a las victimas desde Armando Chavarría, Miguel Ángel Mesino, Raúl Lucas y Manuel Ponce, Rocío Mesino, Arturo Hernández, Raymundo Velázquez, Luis Olivares, Antonio Vivar, así como los estudiantes asesinados y desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa.
“El pueblo de Guerrero sabe que se trata de crímenes políticos orquestados desde las altas esferas del gobierno, sabe que son crímenes de Estado. La trayectoria de lucha social de nuestro compañero Ranferi Hernández es la mejor evidencia para entender el móvil de su asesinato.
“Al gobernador Héctor Astudillo lo convocamos, nuevamente, a decidir cómo quiere pasar a la historia: como quien resolvió e hizo justicia al crimen cometido contra Ranferi y sus familiares, o como uno más en la lista de gobernadores al servicio de la impunidad.
“De no resolver el caso, se lo decimos con todas sus letras: se va a ir con las manos manchadas de sangre”, concluyó.
El mitin terminó a las 11 con 20 minutos de la mañana con la entonación de los presentes del himno Venceremos.