Guerreros Unidos, La Bandera, Los Tlacos, Los Ardillos, Los Rojos, Familia Michoacana, Los Rusos, los grupos delictivos de mayor presencia en los medios de comunicación en 2021
Lenin Ocampo Torres Chilpancingo
Enero 05, 2022
Lenin Ocampo Torres
Chilpancingo
El 2021 fue un año de reacomodos y alianzas entre grupos del crimen organizado en Guerrero, muchos se fragmentaron y otros desaparecieron. La guerra por el control de los territorios continúa, impusieron el terror, la extorsión, el cobro de cuotas y el desplazamiento de cientos de familias que huyeron de sus pueblos para no ser sometidos, indica la información recabada por El Sur en diversos sitios del estado.
En 2022 se prevé que el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) tome gran parte del control del estado de Guerrero según fuentes consultadas por El Sur.
En marzo de 202, en un informe de la DEA (Administración para el Control de Drogas por sus siglas en inglés), se dio a conocer una alianza del CJNG con el grupo Guerreros Unidos (GU) y una tregua con La Familia Michoacana (FM), además de ser señalados como “la mayor amenaza” del narcotráfico para Estados Unidos.
Información oficial señala que el grupo de GU se alió con Los Tlacos para regresar por el control de la Zona Norte, la cual perdió luego de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, y muchos de los líderes fueron encarcelados y otros asesinados.
La guerra por el control del estado de Guerrero lleva 12 años. Después del asesinato de Arturo Beltrán Leyva surgieron al menos 22 grupos de la delincuencia, que pelean el control en las siete regiones del estado y que hasta la fecha se dedican en menor escala al trasiego de droga y en mayor escala al secuestro y la extorsión.
El asesinato del capo el 16 de diciembre del 2009 en Cuernavaca, con ocho sicarios, entre ellos Miguel Ángel Araujo Moreno, El Buche, y Jesús Nava Romero, El Rojo, jefes máximos del grupo y encargados de la vigilancia de los hermanos Beltrán Leyva, ocasionó la primera ruptura de los grupos delincuenciales que operaban en Guerrero.
Cuatro meses antes, en agosto, fue ejecutado por órdenes de Arturo Beltrán su lugarteniente Alberto Pineda Villa, El Borrado, y Marco Antonio, El MP, (hermanos de María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del alcalde de Iguala José Luis Abarca), lo que ocasionó la primera ruptura con Los Calentanos, que hasta la fecha sigue sin ser resuelta.
La muerte de Nava Romero, quien era el encargado del grupo de sicarios Los Pelones, fragmentó los municipios de Acapulco, la Zona Norte y Centro, donde se formaron los grupos Cartel Independiente de Acapulco (CIDA), Los Rojos y Guerreros Unidos (GU), que desde hace 12 años pelean el control de los territorios.
Actualmente en Acapulco, los grupos del crimen organizado pelean el control de las playas y la llegada de las embarcaciones de las lanchas con cocaína que provienen de los países sudamericanos.
Hasta hace unos meses Los Capuchinos y Los Rusos, que pertenecían al CIDA, mantenían una pelea por el puerto que antes fue controlado por Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, quien mantuvo su poder en Acapulco hasta agosto del 2010 cuando fue detenido por la Policía Federal.
Ahora el grupo de Los Rusos maneja gran parte de la bahía, que, apoyado por una fracción de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerreo (UPOEG) que comandaba Ernesto Gallardo, controla las playas, mercados, colonias y las zonas turísticas del puerto.
Después de la llegada de Evelyn Salgado Pineda a la gubernatura, Los Rusos mantienen una guerra por el control de la Costa Chica contra el grupo de Los Tlacos, que ha extendido su poder en los municipios de Marquelia, Copala, Las Vigas, Cruz Grande y San Marcos. En las últimas semanas se ha incrementado la violencia y las ejecuciones en este corredor.
Los Tlacos es el grupo de la sierra de Guerrero que desde 2018 aumentó su poderío desplazando a Los Tequileros y al Cártel del Sur. Su alianza con una fracción de Guerreros Unidos ayudó para correr a La Bandera (escisión de GU) de los municipios de Iguala, Tepecoacuilco y Huitzuco de los Figueroa, donde desde hace dos meses controlan el territorio.
El grupo de La Bandera continúa operando en los municipios de Teloloapan y Apaxtla de Castrejón, luego de perder Iguala y las zonas mineras de Cocula y Mezcala.
En Chilpancingo además de Los Tlacos, están Los Ardillos y Los Jaleacos, que desde hace meses mantienen una tregua de no agresión. Aunque el grupo de mayor control es el de Tlacotepec que controla la extorsión de bares, mercados y comercios principalmente.
Los Ardillos mantienen su poder en Quechultenango, Mochitlán, Chilapa y parte de la Montaña Alta, donde su principal negocio está en la siembra de amapola y producción de heroína.
La Tierra Caliente es la única región del estado que desde hace años se ha mantenido bajo control de La Familia Michoacana y José Pineda (JP), que controlan el cobro de cuotas en los comercios y el manejo total del refresco y la cerveza.
En 2020 tuvieron enfrentamientos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que les quitó el municipio de Zirándaro y parte de la frontera con Michoacán. Ahora mantienen una tregua de no agresión y según el informe de la DEA comparten rutas de trasiego de drogas.
Actualmente La Familia Michoacana mantiene una guerra con los pueblos de la sierra, donde pelean los recursos maderables que hay en las partes altas de Ajuchitlán del Progreso y Coyuca de Catalán, lo que ha desplazado a cientos de familias que escapan de la violencia.
Costa Grande es la región con mayor número de grupos, pero desde hace varios años existe una tregua para evitar conflictos de violencia.
El grupo más grande es el de Los Granados, que controlan los municipios de Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez y Coyuca de Benítez.
Guardia Guerrerense, Sangre Nueva, Los Rodríguez, Los Caballeros Templarios, Los Viagras, Los Cuernudos, Los Maldonado y Los Arreola son los otros grupos que operan en la sierra de la Costa Grande, donde se encargan del trasiego de cocaína, heroína y la explotación de sus recursos maderables.
En la Costa Chica operan los grupos de Los Carrillos, Los Añorve y Los Marín, donde el principal negocio es el desembarque de lanchas con cocaína provenientes de Sudamérica.
En La Montaña opera un remanente de Los Rojos, grupo que fue liderado por Jesús Nava Romero.
Hace dos semanas, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, ordenó congelar los bienes y prohibió transacciones con las organizaciones delictivas de Los Rojos y Guerreros Unidos, que generan violencia y trafican drogas al país vecino.
Una de las fuentes consultadas por El Sur, reveló que desde hace varios meses el nombre del Cártel de Jalisco Nueva Generación “se escucha en la zona Norte, principalmente en Taxco y Huitzuco. Además, en la Costa Grande, donde se sabe que hay acuerdos y están por entrar a pelear al puerto de Acapulco”.
En diciembre del 2021 se informó que el CJNG desplazó a 300 familias de la sierra de Coyuca de Catalán, donde tomaron las tierras de maguey y el control de la venta del mezcal.
En marzo, en el informe anual de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) señaló como “la mayor amenaza” del narcotráfico para Estados Unidos a los grupos delictivos de La Familia Michoacana, Los Rojos y Guerreros Unidos, que dominan el tráfico de drogas e influyen en el mercado del país norteamericano.
En su reciente informe, el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan señala que actualmente en Guerrero operan 22 grupos delincuenciales entre los que destacan Guerreros Unidos, Los Rojos, Los Granados, Cártel Independiente de Acapulco, Los Ardillos, Gente Nueva, Cártel del Sur, La Familia Michoacana, Caballeros Templarios, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Los Añorve, Sangre Nueva, Beltrán Leyva, La Empresa, Los Rusos, Los Capuchinos, Los Tlacos, Guardia Guerrerense, La Bandera, Cártel de la Sierra y Los Espino.