El delegado de gobierno estatal en la región Centro, Raúl Suárez Martínez, declaró que el obispo Salvador Rangel Mendoza “hace uso de su libertad de expresión” y que “puede expresar lo que quiera pero que también tiene que hacerse responsable de lo que dice”.
El obispo Rangel Mendoza declaró el lunes que “sicarios” de Onésimo Marquina Chapa, El Necho, impidieron el paso de una caravana de sacerdotes en Tres Cruces, municipio de Eduardo Neri (Zumpango), que acompañaban al padre Efraín Maza Solís quien iba a relevar a Alberto Alarcón Mota y que a pesar de que se comunicó con la gobernadora Evelyn Salgado para que los apoyara con resguardo, no los apoyó.
En la misma declaración opinó que hay “narcos buenos y narcos malos” y puso como ejemplo de los narcos “buenos”, a los que controlan los municipios de Quechultenango, Mochitlán, Tixtla y Chilapa, donde dijo que no hay violencia.
Ayer se buscó una postura del gobierno estatal, pero sólo el delegado de gobierno en la zona Centro, Suárez Martínez respondió escuetamente.
“Solamente le podríamos decir al señor obispo que por fortuna existe libertad de expresión y por lo tanto él puede expresar lo que quiera y hacerse responsable de lo que dice”, respondió el funcionario estatal.
Agregó que: “por fortuna existe el estado laico y que la Iglesia puede expresar por la vía del obispo o de quien quiera lo que piense de la situación, y cada quien tendría que hacerse responsable de sus propias actividades, la división Estado-Iglesia está más palpable que nunca”, dijo.
En su declaración del lunes el obispo Rangel Mendoza dijo que desde el gobierno estatal anterior que encabezó Héctor Astudillo, “hubo un acuerdo” con ese grupo del narco que encabeza Onésimo Marquina y que la prueba fue que en esa zona ganó el PRI.
En tanto que del caso de la retención de los militares y policías ministeriales la semana pasada en Quechultenango, el prelado declaró que fue “una provocación” por venganzas políticas, debido a que en esa zona ganó el PRD y no Morena y que no entiende por qué realizan operativos en ese municipio donde hay tranquilidad, y no en Chilpancingo, Huitzuco, Iguala o Tetipac, donde hay mucha violencia. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).