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Viernes 17 de Mayo de 2024

Guerrero, México

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El Tequilero, el hombre que convirtió a San Miguel Totolapan en zona de guerra

En 2013 comenzaron a aparecer narcomensajes firmados por el comando suicida los tequileros y otros de grupos contrarios. Cometió homicidios, desapariciones, y se caracterizó por los secuestros masivos

Israel FloresCiudad Altamirano

Julio 30, 2018

 

Raybel Jacobo Dealmonte, El Tequilero, comandó un grupo delincuencial en San Miguel Totolapan que colocó en el mapa de violencia a este municipio y sus alrededores como uno de los más peligrosos de Guerrero, debido a sus secuestros y homicidios, y exhibido con sus relaciones políticas.
En 2013, comenzaron a aparecer narcomensajes en San Miguel Totolapan firmados por el “comando suicida los tequileros”, así como mensajes en su contra de los grupos contrarios.
Operó en San Miguel Totolapan y sus alrededores, entró a municipios como Ajuchitlán y Arcelia. Se le acusa de más de 150 secuestros, algunos de ellos realizados en forma masiva. Desapareció a más de 30 personas y lo acusan de otros 50 homicidios.
Tiene al menos 15 órdenes de aprehensión en su contra por delitos como extorsión, secuestro y homicidio, reveló en 2017 el fiscal general de Guerrero, Xavier Olea Peláez.
Entre los crímenes que se le atribuyen están los de la ex regidora panista de San Miguel Totolapan, María Félix Jaimes; el regidor Roberto García García, también en ese municipio y del dirigente del PRI, Carlos Salanueva de la Cruz. También se le atribuye el homicidio del sacerdote del pueblo en septiembre de 2014.
El nombre de El Tequilero, sin embargo no figuraba en la lista de los buscados de Guerrero, hasta que comenzaron los secuestros masivos. Se llevó a 10 personas del pueblo de San Jerónimo el Grannde, municipio de Ajuchitlán. Secuestró a 23 personas de Arcelia que iban a una fiesta, de los cuales mató a dos. Secuestró a tres socorristas, incluyendo al comandante de Rescate Arcelia que murió en cautiverio.
Secuestró a cinco maestros que sacó del interior de una escuela secundaria en Santana del Águila, municipio de Ajuchitlán. Un profesor falleció en cautiverio.
Secuestró a cinco mineros de Temixco municipio de Arcelia. Se escaparon del encierro y uno de ellos falleció ahogado en el río al intentar cruzarlo para salvarle la vida a otro de sus compañeros que se estaba ahogando, pero él terminó por ahogarse.

El enfado del pueblo de San Miguel Totolapan

El 12 de diciembre del 2016, después de una semana de que dos empleados del Ayuntamiento habían sido secuestrados, secuestró al ingeniero Isauro de Paz, quien realizaba por contrato una obra del gobierno del estado.
La gente se manifestó en la plaza principal, en un día en el que estaba llegando el pueblo a la celebración de la virgen en la capilla. En ese momento observaron a la madre del Tequilero, entrar y comprar flores con un monedero lleno de billetes, lo que causó enfado entre los manifestantes, y en ese momento acordaron levantarse en armas y secuestrarla y a todas las personas que pudieran tener relación en el pueblo con su grupo.
La esposa de Isauro de Paz se encargó de expresar la petición: “Así como me entregue a mi esposo, así le entregaré a su madre”, y pidió la liberación del ingeniero.
Ese día 20 personas fueron levantadas por lo que se denominó Movimiento por la Paz, y tras la entrega del ingeniero, liberaron también a la madre del tequilero y 16 personas fueron entregadas a sus familiares, mientras que tres hombres y una mujer fueron trasladados a Chilpancingo en dos helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, para ser presentados ante las autoridades correspondientes, e iniciarles una carpeta de investigación por su presunta relación con el grupo delictivo. La mujer correspondía a una regidora del PRI María del Carmen Barrera Navarro.
Desde el 12 de diciembre del 2016, todas las entradas y puntos estratégicos de la cabecera municipal, quedaron bajo el resguardo de civiles armados del Movimiento por la Paz.

El gobernador y las fallidas negociaciones

Durante los siguientes tres meses no hubo clases en las escuelas de San Miguel Totolapan. El argumento del magisterio fue que si bien en la cabecera municipal había garantías, en los pueblos no, y se conocía que los maestros eran el sector más afectado por los secuestros del Tequilero.
El gobernador entabló un diálogo con los maestros , y les preguntó acerca de las obras y necesidades por atender en el municipio, de tal forma que se pudiera ayudar al campo, al desarrollo social, y la educación.
Pero el grupo respondió que la petición “única” era que se abocara el gobierno a detener al tequilero y a su banda y al diputado Saúl Beltrán.

El diputado acusado

En febrero del 2017 se reveló una orden de aprehensión por homicidio contra Saúl Beltrán Orozco, ex alcalde de San Miguel Totolapan y actual diputado local priista, y salió a la luz su relación con el Tequilero de quien era compadre.
Pese a la orden de aprehensión, no podía ser detenido porque tenía fuero, y la solicitud de la gente de San Miguel Totolapan incluyó en su pliego el desafuero y detención de Saúl Beltrán.
Mientras el Congreso alargó el proceso del desafuero con diversos argumentos legales, con errores de la Fiscalía, y con cambios de versiones del fiscal general, finalmente la relación entre el diputado y el grupo delincuencial fue exhibido cada vez más, y el apoyo del gobierno estatal.
El gobernador ser puso como plazo el 5 de mayo, para resolver el caso del diputado y atender la petición del Movimiento por la Paz.
Para ese tiempo el propio diputado solicitó licencia, pero el fiscal anunció públicamente que pese a la licencia Saúl seguía con fuero y que no podían proceder en su contra, horas después un amparo ordenó la anulación de la acción penal en su contra.
Para el 10 de mayo del 2017 un grupo armado ingresó a la comunidad de La Gavia, donde las autoridades siempre tuvieron conocimiento de que era el escondite del Tequilero pero no procedían en su contra.
La balacera que duró más de tres horas, arrojó como saldo siete muertos, de los cuales el gobierno sólo encontró a dos. Aun cuando se negó la existencia de más cuerpos porque no los vio ninguna autoridad, en redes sociales, el grupo del Tequilero presumió la quema de cinco cuerpos más.

El operativo relámpago

El intento del Ministerio Público por realizar su trabajo en La Gavia, y la falta de resultados para detener al Tequilero, provocó que los inconformes retuvieran por unas horas a agentes de Servicios Periciales en la cabecera municipal. Aun cuando finalmente les dieron la oportunidad de salir, un fuerte operativo se vino a la región. El objetivo era claro: acabar con el control del Movimiento por la Paz, y combatir a jefes de la delincuencia.
Unos mil efectivos ingresaron a San Miguel Totolapan el 12 de mayo por la fuerza. Con antimotines y golpeando a mujeres y hombres, rompieron barricadas y tomaron el control de todas las bases de vigilancia del Movimiento por la Paz.
La batalla duró tres días porque como respuesta, la delincuencia organizada obligó al transporte a bloquear todos los caminos y carreteras en seis municipios, cercando prácticamente toda la región y quemando más de 30 vehículos y autobuses. Lo que concluyó con una respuesta violenta de antimotines que a su vez bandalizaron las unidades del transporte rompiendo cristales y faros.
El llamado Operativo Relámpago incluyó a mil efectivos, entre soldados, policías estatales y ministeriales, presuntamente para perseguir al Tequilero. Ubicaron una patrulla del Ejército en La Gavia, lugar donde se escondía El Tequilero, pero nunca se reportó su presencia o acciones para detenerlo.
El operativo duró dos meses. No hubo persecución o búsqueda. No hubo detenciones. La Gavia siguió siendo la fortaleza del Tequilero, y los policías poco a poco se retiraron del municipio.
El operativo reportó aseguramientos de casas, a 30 kilómetros de San Miguel Totolapan, en el municipio de Coyuca de Catalán, que estaban abandonadas por balaceras de años atrás, y las reportaron como aseguradas como parte del trabajo.

Se cae la fortaleza de la Gavia

El Ejército, la Policía del Estado, y la Policía Federal siempre tuvieron conocimiento de que en La Gavia se escondía el Tequilero. Así lo constantan reportes de enfrentamientos en 2012, del Ejército, del 2014, y las denuncias del 2016 y 2017. En la misma Gavia, reportaron que mantenían secuestrados a sus víctimas y fue integrado a los expedientes.
Los operativos eran contenidos al entrar al pueblo por un grupo de mujeres que se colocaba en la entrada y evitaba que patrullas ingresaran. A cambio, El Tequilero repartía parte de sus botines con la gente, señala un reporte militar de 2016.
El 19 de junio del 2017, llegó de manera sorpresiva un operativo federal de la SEIDO, para detener al Tequilero.
A La Gavia municipio de San Miguel Totolapan, ingresaron elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de la Procuraduría General de la República (PGR), y fueron emboscados por integrantes del grupo de Los Tequileros, lo que dejó tres agentes muertos y un sicario, y siete elementos federales heridos, además de tres civiles detenidos.
Los federales heridos hablaron del tema y señalaron que a ninguna autoridad se le avisó que ingresarían a La Gavia, “desgraciadamente, sabemos muchas veces que las autoridades locales están un poco inmiscuidas o metidas con ese tipo de bandas”.
Uno de los agentes afirmó que la emboscada inició desde que llegaron a la comunidad y se estacionaron, “nos tenían a tiro”.
Para ese tiempo la Policía del Estado y el Ejército resguardaban las entradas a la cabecera municipal, además de la entrada al pueblo de La Gavia, camino que es de 6 kilómetros de carretera, y además había militares en el pueblo. Durante cinco horas de balacera nadie acudió en su apoyo, señalaron los federales. Incluso señalaron que los Tequileros estaban advertidos, y que a su paso por esos filtros alguien les avisó.
El enfrentamiento ocasionó la salida del Tequilero y su gente a la sierra, hasta establecerse en La Laguna de Huayanalco.
La Gavia quedó sola. Unas 100 reces diambulaban por las calles. Algunos perros se murieron de hambre, hasta que 7 días después llegó el gobierno a lo que era el pueblo de seguridad del Tequilero.

Tequileros detenidos y muertos

La estrategia federal cambió. Entre el 2017 y 2018, entre el Estado de México y Morelos han detenido a varios integrantes de la banda.
Entre los detenidos se encuentra Keiry Acosta Navarro, La Keiry la pareja sentimental del líder de este grupo delictivo y familiares de ella.
También detuvieron a Juan Acosta Navarro, alias La Piraña, hermano de Keiry y quien ya tenía una orden de aprehensión en su contra por homicidio calificado; y a Lisandro “N”, menor de edad y también hermano de la pareja del líder de Los Tequileros, quien cuenta con dos órdenes de aprehensión por homicidio calificado y delitos contra la vida y la salud personal, así como por secuestro agravado.
Está Artemio Beltrán Barrera, quien es hijo de la regidora priista María del Carmen Barrera Navarro quien fue detenida por el Movimiento por la Paz señalada de vínculos con el jefe de ese grupo, Raybel Jacobo Dealmonte, El Tequilero, y fue puesta a disposición de las autoridades el 16 de diciembre de 2016.
También fue detenido J. Isabel Reyes de Nova a quien apodan La Aguja, y Alejandro Rosas Dealmonte, primo de Raybel. La Policía Federal detuvo a Mauro González Hernández, El Vago, el segundo hombre más importante en la banda.

Un eenfrentamiento y la muerte del Tequilero

El 4 de febrero, se reportó un enfrentamiento en la Laguna de Huayanalco. El pueblo donde se escondía el Tequilero terminó siendo objeto de enfrentamientos. Cuatro personas murieron, una de ellas desconocida que después se anunció que se trataba del Tequilero.
Oficialmente su muerte no ha sido aceptada por lo que las órdenes de aprehensión se mantienen. Hay 15 en su contra.
El cuerpo fue calcinado porque el Ministerio Público no lo entregó a sus familiares ni lo trajo al Servicio Médico Forense a pesar de estar desconocido, sino que lo entregó al grupo que lo combatió.
Actualmente la PGR tiene elementos de investigación para verificar si efectivamente es o no, El Tequilero, mediante estudios que podrían tardar varios meses.