EL-SUR

Jueves 06 de Junio de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Hallan vecinos de Carrizalillo una fosa con restos humanos que les indicó el halcón que retuvieron

El presunto delincuente capturado por los vecinos de la comunidad confesó que en los cerros cercanos hay varias fosas clandestinas con cuerpos de víctimas de los criminales de Guerreros Unidos

Carlos Navarrete RomeroChilpancingo

Noviembre 01, 2015

 

Vecinos de la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, localizaron una fosa con restos humanos a un costado de la carretera que comunica con los pueblos de Amatitlán y Tenantla.
Ayer en un recorrido, los pobladores mostraron a medios de comunicación un montón de huesos y dos mandíbulas que encontraron en una fosa de aproximadamente un metro de profundidad, a unos 20 metros de la carretera, en el lugar conocido como Los Cazahuates.
Informaron que Modesto Onofre Peña Celso, el presunto halcón que fue detenido con nueve policías federales el miércoles pasado en Carrizalillo, les confesó que en los cerros de esa comunidad hay varias fosas clandestinas, en donde están enterrados cuerpos de las víctimas de los Guerreros Unidos.
Quienes convocaron a los medios para mostrar la fosa pidieron omitir sus nombres por temor a que la delincuencia organizada, concretamente Guerreros Unidos, intenten una represalia en su contra. Estas personas forman parte del grupo que defendió al presidente del Comisariado Ejidal, Ricardo López García, a quien el miércoles, policías federales intentaron detener y que finalmente fueron retenidos por los habitantes.
Uno de ellos explicó que ese día, luego de que se tocaran las campanas del pueblo y los habitantes de Carrizalillo retuvieron a los policías federales, Onofre Peña Celso les informó que en los cerros de la comunidad había fosas clandestinas.
“Cuando los policías vieron que nos los dejaríamos ir, nos dijeron que nos iban a dejar a Onofre y que hiciéramos con él lo que quisiéramos, y él al creer que lo íbamos a linchar nos comenzó a dar información para que no le hiciéramos nada, y nos dijo que aquí hay muchas fosas”.
Comentó que el viernes, un grupo de pobladores acompañados de un Ministerio Público federal recorrieron por la carretera que comunica con Amatitlán y Tenantla, y en el lugar conocido como Los Cazahuates encontraron huesos y mandíbulas dentro y fuera de un hoyo de aproximadamente un metro de profundidad.
Dijo que el Ministerio Público regresaría este sábado con forenses para excavar, pero la actividad fue suspendida.
En el lugar se observaba, dentro del hoyo, una mandíbula con dientes, y afuera un montón de huesos y otra mandíbula, todos con un color verdoso ocasionado por la humedad.
Los habitantes de Carrizalillo los dejaron en el lugar donde los encontraron esperando a que las autoridades les informen cuándo subirán para recoger los restos, excavar y seguir buscando fosas.

La familia Peña Celso no fue desplazada por el crimen sino por las autoridades, afirman

De los desplazados por la violencia en Carrizalillo, que se refugian en Iguala y que pertenecen a la familia Peña Celso, el grupo que respalda al presidente del comisariado informó que estas personas abandonaron la comunidad luego de un operativo implementado por corporaciones de seguridad federales el 21 de octubre del año pasado, y no por presiones de la delincuencia.
A los reporteros mostraron un video que se grabó desde un helicóptero y que presuntamente corresponde a un operativo en el que participaron policías federales, gendarmes, militares y marinos.
En las imágenes, que ellos consiguieron en internet, se observa cómo los uniformados catearon casas que, a decir de los pobladores de Carrizalillo, eran de la familia Peña Celso, mismas que actualmente están abandonadas.
Dijeron que en ese operativo fueron detenidas seis personas y unos 30 miembros de la familia Peña Celso huyeron a Iguala donde, denunciaron, se refugian y se hacen pasar por desplazados por la violencia.
Uno de ellos explicó que el operativo implementado por las autoridades federales se realizó en el marco de las acciones para buscar a los 43 normalistas de Ayotzinapa detenidos-desaparecidos en Iguala entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
“Podría decirse que fuimos los únicos beneficiados por los lamentables hechos de Iguala, porque gracias a eso vinieron muchos policías en helicópteros y catearon las casas de estas personas, detuvieron a algunos y otros escaparon a Iguala”.
Explicó que cuando la familia Peña Celso estaba en Carrizalillo, los pobladores vivían con miedo, pues los supuestos desplazados forman parte de los Guerreros Unidos, quienes se encargaban de cobrar derecho de piso y levantar a vecinos de Mezcala.
Comentó que los habitantes de Carrizalillo estaban obligados a participar en los filtros de los sicarios que estaban al servicio de la familia Peña Celso, y quienes se negaban tenían que pagar 400 pesos de sanción o ser castigados “a tablazos”.
A los habitantes de Amatitlán y Tenantla, dijeron que no les permitían bajar a Mezcala para surtirse de alimentos, y a quienes lograban pasar Carrizalillo, de regreso les quitaban sus despensas.
“A nosotros nos aislaron totalmente, no nos dejaban bajar por comida, cuando llegábamos aquí (Carrizalillo) nos regresaban, y no era opcional, teníamos que regresar, y se burlaban de nosotros, decían que con nosotros no gastarían balas porque nos íbamos a morir de hambre”, contó un habitante de Amatitlán.
Recordó también que un niño de esa comunidad enfermó, por lo que su padre intentó trasladarlo a Chilpancingo, pero cuando llegó al filtro de Carrizalillo lo regresaron, y a pesar de que explicaba que el menor iba enfermo no le permitieron el paso, por lo que el niño murió.
Para sobrevivir, contó que los pobladores compartían sus cosechas de maíz, chile y tomate, mientras que algunos se aventuraban a caminar cuatro horas hasta Mezcala, entre las veredas, para conseguir alimentos.
Los pobladores acompañaron a los reporteros a un recorrido por las casas, ahora deshabitadas, de la familia Peña Celso, mismas que fueron cateadas por policías federales y gendarmes en el operativo del 21 de octubre de 2014, según consta en un video.
En al menos cinco de las 10 de casas que están vacías había impactos de bala que, a decir de los pobladores, resultaron de los enfrentamientos entre miembros de la familia Peña Celso y grupos rivales.
Incluso, dentro de la última casa que se visitó se observaron casquillos percutidos de un arma larga; además, en el inmueble hay un túnel que comunica a una barranca, “por ahí se escaparon varios el día del operativo”, contó uno de los habitantes.
De los señalamientos en su contra en el sentido de que quienes respaldan al presidente del comisariado ejidal pertenecen a Los Rojos, dijeron estar en la disposición de ser investigados para desmentir esas acusaciones.