EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Investigan peritos de la FGE el asesinato del comisario de Acatempa en donde fue levantado

Adelfa, viuda de Julio César Coctecón Rendón, narró los hechos e insistió en su demanda de justicia. Ella y la hermana de la víctima, Leticia, consideran insuficiente la protección que les han otorgado las autoridades

Junio 22, 2021

Leticia y Adelfa, hermana y viuda del comisario de Acatempa, municipio de Tixtla, José Luis Coctecón Rendón, recorren el terreno donde se llevaron al ex policía de la CRAC Foto: Lenin Ocampo Torres

Zacarías Cervantes

Acatempa

Peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) subieron el medio día de ayer al sitio donde fue privado de la libertad el comisario municipal y ex policía comunitario de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) Mi Patria es Primero de Tixtla, Julio César Coctecón Rendón, como parte de las investigaciones para esclarecer el asesinato cometido el martes 15.
El personal ministerial fue acompañado por la viuda Adelfa Coctecón Limón y por Leticia, hermana del comisario. Ambas volvieron a pedir que el homicidio del comisario se esclarezca, que se haga justicia y se detenga a los responsables.
El ex policía comunitario, en enero pasado había obtenido su libertad del penal de Chilpancingo donde estuvo preso tres años acusado por privación de la libertad de cuatro policías municipales de Tixtla, en el que según sus familiares no participó y por eso fue puesto en libertad absoluta.
El martes de la semana pasada fue privado de su libertad por seis hombres armados vestidos de militar. Ese día, aproximadamente a la una de la tarde, los desconocidos armados llegaron a una tierra de labor que le rentaron a Julio César para sembrar maíz y frijol, ubicado en el cerro de Tepoxcotitlán, a media hora de camino de la comunidad nahua de Acatempa.
La perito de la FGE acompañada de los dos agentes ministeriales que dan protección a la familia del comisario asesinado, subieron casi a la misma hora en que fue privado de su libertad el comisario, a siete días de los hechos y luego de las intensas lluvias del viernes y sábado.
Adelfa mostró el lugar donde bajo la sombra de un cazahuate descansaban con su esposo y sus dos hijos; un niño de 10 y una niña de 4, cuando el martes por el lado de una barranca llegaron primero dos hombres con armas largas vestidos tipo militar, quienes sometieron a Julio César frente a su mujer y a sus hijos.
Minutos después llegaron casi del mismo rumbo pero por entre los matorrales otros cuatro armados.
La tierra de labor se encuentra a orillas de una cazahuatera y huizachera, al sur de Acatempa, y para llegar se tienen que caminar más de 500 metros desde una brecha donde pueden llegar los vehículos y se tiene que cruzar por una barranca.
Por el cauce de esa barranca llegaron los dos primeros desconocidos hasta donde estaba el comisario con su familia.
La tierra que sembraría Julio César, de unos 200 metros cuadrados, está limpia de matorrales y el día que se lo llevaron sólo cortaba la yerba tierna que creció con las primeras lluvias, en algunas partes del terreno crecen matas de calabaza y el comisario preparaba la tierra para sembrar maíz y frijol, contó su mujer ayer.
En una orilla del predio limpio descansaba ese día Julio César, después de almorzar con Adelfa, su mujer, y sus dos hijos, cobijados los cuatro por la sombra del cazahuate y un huizache.
Ayer, Adelfa mostró dónde vio que aparecieron los primeros dos hombres de improviso de la barranca.
“Llegaron preguntando que si él era Julio Coctecón, y respondió que sí, que por qué, entonces lo agarraron y lo pusieron bocabajo y uno de ellos le puso el pie encima de la espalda”, explicó, mostrando el lugar en que sometieron a su marido.
Agregó que Julio César reclamó a los desconocidos que por qué, que no había hecho nada, pero le dijeron que se callara.
Agregó que en seguida, llegaron de entre los matorrales otros cuatro hombres, también con armas largas. Mostró que salieron de la misma barranca pero un poco más abajo de donde aparecieron los primeros.
En una de las horquetas del huizache estaba una playera de Julio César y de una rama del cazahuate colgaba una bolsa que quedaron ahí desde el martes cuando se lo llevaron, pues ni Adelfa ni nadie de los familiares había regresado por sus cosas.
La viuda aseguró que mientras lo sometían le preguntaron “que si había dicho algo y él dijo que no sabía nada, que no sabía qué le preguntaban”.
Después se lo llevaron bordeando la tierra de labor descampada, por la orilla de la cazahuatera, hacia otra barranca del lado oriente del terreno y con dirección a un cerro, atrás del cual pasa la carretera Chilpancingo-Chilapa, aunque también doblando hacia el sur se llega a la carretera Tixtla-Atliaca.
La viuda dijo que en cuanto vio que se lo llevaron, ella se fue a Acatempa a avisar a sus familiares.
Más tarde, aproximadamente a las 5, el cuerpo desmembrado del comisario fue hallado en la entrada a las canchas de basquetbol del barrio de El Fortín en Tixtla, cerca de la casa del promotor de la Policía Comunitaria, Gonzalo Molina González. Sus restos fueron hallados divididos en cada lado de la calle.
Adelfa se quejó de que a casi ocho días de los hechos no le han informado cómo van las investigaciones y que después de que le tomaron su declaración, la de ayer fue la primera diligencia que se dio cuenta que se realiza como parte de las investigaciones.
Por el homicidio de Julio César, la FGE integró la carpeta de investigación 12010200300074150621, y con fecha 17 de junio, la Agencia del Ministerio Público de Tixtla emitió el acuerdo de medidas de protección a raíz de la petición de Adelfa y Leticia, viuda y hermana de la víctima, respectivamente.
Las medidas de protección que se establecen en el documento son: “auxilio inmediato por integrantes de instituciones policiales, al domicilio donde se localice o se encuentre la víctima u ofendido en el momento de solicitarlo”.
El documento agrega que en aras de proteger a la víctima y ofendida del delito y para no violentar garantías y derechos de las mismas, como lo establece la Ley General de Víctimas “se determina imponer la siguiente medida de protección a favor de la víctima y ofendida Adelfa Coctecón Limón y la ofendida Leticia Coctecón Rendón, por estar ajustada a los delitos de que se trata y ser las necesarias para la protección de las ofendidas referidas”.
Las medidas se establecieron por 60 días naturales a partir del día y la hora en que se notificaron, es decir a partir del 17 de junio.
Sin embargo, Leticia consideró ayer insuficiente la medida de protección que les asignaron, porque dijo que los patrullajes cerca de la casa de la familia del comisario asesinado son esporádicos y declaró que el domingo no vieron que haya habido vigilancia.
Leticia y Adelfa insistieron ayer que el caso se esclarezca hasta sus últimas consecuencias, que no quede impune y que se detenga a los responsables.