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Viernes 10 de Mayo de 2024

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Judiciales presionaron al cura para cambiar su declaración, dice su abogado

   A Lorenzo Cuéllar le hicieron decir que disparó en defensa propia, cuando él forcejeó con el alcalde y el arma, “que al parecer llevaba el presidente municipal”, se disparó, asegura el asesor  Zacarias cervantes Chilpancingo El abogado del sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez, Pablo Santana Alfaro, denunció ayer que su cliente fue presionado por agentes … Continúa leyendo Judiciales presionaron al cura para cambiar su declaración, dice su abogado

Mayo 19, 2004

 

 A Lorenzo Cuéllar le hicieron decir que disparó en defensa propia, cuando él forcejeó con el alcalde y el arma, “que al parecer llevaba el presidente municipal”, se disparó, asegura el asesor

 Zacarias cervantes Chilpancingo

El abogado del sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez, Pablo Santana Alfaro, denunció ayer que su cliente fue presionado por agentes de la Policía Judicial del Estado para que declarara ante el Ministerio Público que había disparado contra el alcalde de Xalpatláhuac en defensa propia, y que el arma la traía por amenazas de muerte que había recibido.

Pero, dijo que por haber sido presionado “esas declaraciones no son válidas” y que las que jurídicamente tienen validez son las que hizo ante el juez, el domingo, en el sentido de que fue agredido por unas personas entre las que se encontraba el alcalde Lorenzo Ruiz Villarreal y su hijo, y que durante el forcejeo el arma, “que al parecer llevaba el presidente municipal”, se disparó.

El abogado Santana Alfado dijo lo anterior ayer, luego de que no se presentó ante el Juzgado Primero del Ramo Penal uno de los testigos que declararía a favor del sacerdote Cuéllar Vázquez.

A la audiencia, a la que acudirían dos testigos; uno del sacerdote Cuéllar Vázquez y otro de Ernesto García Rodríguez, sólo se presentó a declarar como testigo de descargo la hermana de García Rodríguez, María del Socorro García, quien presenció parte de los hechos.

La hermana del párroco declaró que a las 2:30 o 3 de la madrugada del 11 de mayo, ella se encontraba en el baile “cuando mi hermano me dijo que se retiraba a descansar, yo lo acompañé y después de cruzar la calle y al ver que se dirigía al curato me regresé al baile”.

Pero –dijo– apenas había regresado aproximadamente 20 pasos cuando escuchó unos disparos, “fui y mi hermano caminaba a pasos más rápidos; yo corrí, lo alcancé, lo abracé y le pregunté: qué pasa mano, y el me contestó que nada, solamente quité el arma porque si no matan a Cuéllar”.

Agregó que fue en ese momento cuando escuchó que alguien, “que ahora sé que era el presidente municipal de Cualac, Fortunato Sánchez”, dijo: llévense a ese cabrón también y fue cuando me lo quitaron los policías”.

En su declaración, María del Socorro Rodríguez, de 47 años de edad, casada y originaria de Olinalá, al igual que su hermano, dijo que ella, su hermano y su mamá acudieron a Cualac a invitación del sacerdote Lorenzo Cuéllar.

Después de esa declaración, vendría la de otro testigo a favor de Lorenzo Cuéllar, pero no llegó y el abogado Pablo Santana Alfaro –en entrevista con los reporteros– no quiso revelar su identidad, pero dijo que testificaría que el sacerdote fue agredido y que durante el forcejeo se disparó la pistola que hirió al presidente municipal y a su hijo. También aseguró que el testigo declararía que el sacerdote no estaba armado, y que al parecer la pistola 9 milímetros era del presidente municipal.

Cuando se le recordó que su cliente admitió ante el Ministerio Público y ante los medios de información que disparó el arma en defensa propia, a raiz de una agresión física que sufrió, e incluso aceptó que andaba armado por amenazas de muerte que había recibido, el abogado denunció que esas declaraciones las hizo su cliente bajo presión de la Policía Judicial del Estado.

Aseguró que su cliente fue vendado en los separos de la PJE, donde los agentes lo estuvieron presionando en todo momento para que declarara que disparó en defensa propia y que andaba armado por las amenazas que había recibido.

La declaración del otro testigo se aplazó hasta nuevo aviso, pero será antes de que se venza el término constitucional para que el juez Jesús Campos resuelva el auto de libertad o de formal prisión en contra de sacerdotes.