EL-SUR

Sábado 15 de Junio de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

La violencia en el estado es una lucha por el opio e incrementará, advierte el obispo Rangel

En dos años al frente de la diócesis Chilpancingo-Chilapa ve problemas de inseguridad, pobreza, cultura, infraestructura, corrupción de políticos e instituciones e impunidad en el estado, dice

María Avilez Rodríguez

Agosto 20, 2017

El obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza advirtió que la violencia va a incrementar porque “un cártel está mal económicamente y posiblemente se va a dedicar a secuestrar”.
En su sermón este sábado al oficiar una misa en la iglesia de San Mateo –donde cientos de niños hicieron su primera comunión o fueron confirmados en la fe católica– el prelado dijo que “que todos los problemas que tenemos en la familia, que nos falta trabajo, que hay quienes no pueden seguir estudiando, el bullying en las escuelas, es lo que le vamos a pedir a Dios que el espíritu santo que van a recibir estas criaturitas sea para renovar Guerrero y Chilpancingo”.
Al término de la misa se consultó al prelado, quien dijo que sabe que un jefe de alguno de los cárteles que operan en Guerrero, sin especificar cuál, no tiene dinero y por eso posiblemente van a aumentar los secuestros y las extorsiones.
Insistió en que los cárteles de la droga tienen jefes más arriba y tienen que pagar cuota, “y cuando no tienen es cuando empiezan a delinquir y hacer fechorías”.
Rangel Mendoza manifestó que no busca alertar a los ciudadanos porque todo el mundo se tiene que cuidar, “no debemos entrar en pánico ni en el miedo, porque ahí es donde vamos perdiendo todos”.
Mencionó que este viernes estuvo en Chilapa y a las 8 de la noche los únicos que se “pasean” en las calles son los soldados, y los policías federales y estatales, “la gente tiene miedo, no quiere salir”.
Afirmó que él rara vez sale a la calle porque donde vive en Chilpancingo continuamente hay balaceras, principalmente en las salidas a México, Tixtla y a Chichihualco, “constantemente oigo las balaceras porque los maleantes pasan por la autopista, incluso yo me siento inseguro dentro de la capital y en el estado”.
Expresó que el gobierno federal acude a la sierra y a La Montaña a destruir plantíos de amapola, y “al haber menos amapola hay menos goma de opio, y los grupos es lo que están peleando: la poca goma, y es donde se producen las guerras entre los cárteles”.

Si no puede que se haga a un lado, recomienda al alcalde de Chilpancingo

Del cobro de 15 pesos que pretende imponer el alcalde priista Marco Antonio Leyva Mena por la recolección de basura en Chilpancingo, el obispo Salvador Rangel dijo que en la capital también se carece de agua, “a mí me llega cada dos o tres meses” y no hay recolección de los desechos.
Manifestó que en Chilpancingo no hace falta agua porque todos se bañan y lavan la ropa, pero el problema es que si quieren tener los ciudadanos tienen que comprarla al sector privado.
Rangel Mendoza resaltó que, “el agua se encuentra en las mafias del poder, lo mismo es con la basura porque hay camiones recolectores del sector privado”, por lo que consideró que el municipio ha sido desplazado en ambos servicios.
Expuso que no importa que cobren 15 o 50 pesos de impuesto pero si hubiera recolección de basura, si la ciudad estuviera limpia pero no lo está, “que Dios ilumine al alcalde de Chilpancingo, que le dé fortaleza para sacar a la ciudadanía de estas rachas que estamos de la inseguridad, de la falta de agua potable, y de la recolección de basura, y si no pueden que se hagan a un lado”.
De sus dos años al frente la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel expuso que en Guerrero ve muchos problemas debido a la inseguridad, a la pobreza, “la cultura está retrasada y la infraestructura”.
Criticó que “todos los políticos se defienden, veo mucha corrupción de muchas instituciones y también veo que hay impunidad. No estoy de acuerdo con las autoridades en que quieran tapar el sol con un dedo”.
Expresó que la inseguridad es un problema nacional, y el gobierno federal no podrá resolverlo solo, ante lo que tienen que intervenir los gobiernos estatal y los municipales.
Informó que se ha reunido con algunos alcaldes del estado, quienes le han dicho que la solución de la violencia no está en sus manos, y que se sienten vulnerables, temen por ellos y sus familias.