EL-SUR

Sábado 18 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Llegó de Yucatán con su hijo y dejó a otro allá la maestra de la UAG el día que la mataron

La secretaria de la Comisión Mixta Paritaria de Becas del STAUAG y su ex marido fueron víctimas de extorsión y amenazas de muerte de grupos criminales que operan en la región de Tierra Caliente. Fue propuesta en el cargo sindical por el Fredeuag, grupo al que pertenece el rector Javier Saldaña

Zacarías CervantesChilpancingo

Enero 12, 2017

En la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) hubo consternación tras el asesinato de Jeany Rosado Peña porque, “tenía un trato agradable, era optimista, siempre traía la sonrisa a flor de labios”, recuerda uno de sus compañeros del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG), quien la conoció y la trató desde 2004 cuando llegó a fundar el grupo periférico de lo que ahora es la Escuela de Enfermería número 5 de Coyuca de Catalán.
El día que la asesinaron la profesionista acababa de llegar de Yucatán, venía de pasar las vacaciones de diciembre en su pueblo para reincorporarse a sus labores sindicales. Fue acompañada en el viaje por su hijo Isaac Daniel, a quien también acribillaron el domingo pasado.
A su otro hijo menor lo dejó con sus abuelos, de lo contrario hubiera corrido la misma suerte, consideran los compañeros universitarios con quienes tuvo contacto vía teléfono celular aquél infausto día en el que también murió a tiros su ex esposo, Nicéforo Cabrera Rojas, médico internista del IMSS de Ciudad Altamirano.
Ese día Jeany perdió el vuelo de México a Acapulco de donde pensaba trasladarse en vehículo a Chilpancingo. Por eso le pidió a su ex esposo, de quien ya vivía separada, que fuera por ella a la Ciudad de México para trasladarse por tierra a Chilpancingo.
La tarde del domingo se acababan de instalar en su casa ubicada en la calle Río Ocotito de la colonia Recursos Hidráulicos, atrás del Palacio de Gobierno al poniente de la ciudad, según informó una de sus amigas y compañeras del STAUAG con quien tuvo contacto ese día antes de que los hombres armados que entraron a su casa mataran a su ex esposo, a su hijo de 13 años y se la llevaran para matarla y después abandonar su cuerpo cerca del puente del río Papagayo.
Jeany y Nicéforo eran perseguidos por criminales desde hace más de tres años. Él como médico internista de la clínica del IMSS en Ciudad Altamirano y ella como catedrática de la escuela de Enfermería número 5 de la UAG ubicada en Coyuca de Catalán, escuela que fundó desde el 2004 como grupo periférico.
El matrimonio fue víctima de extorsión y amenazas de muerte de grupos criminales que operan en la región de Tierra Caliente, hasta que Jeany se trasladó hace tres años a Chilpancingo con sus dos hijos, pero su esposo prefirió quedarse en su tierra natal Coyuca de Catalán, no quiso abandonar su empleo como médico del IMSS ni a sus clientes que atendía en una clínica particular de su propiedad.
La distancia terminó por separar a la pareja y en tres años convinieron su divorcio, aunque la amistad y sus hijos los mantuvieron unidos.
Jeany también decidió trasladarse a Chilpancingo porque fue electa secretaria de la Comisión Mixta Paritaria de Becas, una de las carteras más importantes del Comité Ejecutivo Central del STAUAG, en donde desde los primeros días fue recibida con afecto por sus compañeros.
La universitaria fue propuesta en el cargo sindical por el Frente por la Reforma Democrática de la UAG (Fredeuag), agrupación a la que pertenece el rector Javier Saldaña Almazán, aunque ella pertenecía a la desaparecida Alternativa Guerrerense Universitaria que encabezaba el ex rector Florentino Cruz Ramírez, cuentan sus compañeros.
En poco tiempo se ganó la amistad y el aprecio de sus compañeros sindicalistas, “en realidad no era difícil ganarse su aprecio, era muy activa y amigable, colaboradora y solidaria”, contó una integrante del CEC del STAUAG entre sollozos, ante la pérdida de su amiga.
Recargada en el barandal del pasillo de la primera planta del STAUAG, a unos tres pasos donde está la puerta cerrada de la oficina que ocupó Jeany Rosado Peña, la sindicalista expresó que “va a ser muy difícil acostumbrase a estas instalaciones sin ella, no escuchar su sonrisa, sus bromas, no recibir su saludo de todos los días”.
Contó que Jeany era de las pocas dirigentes del sindicato académico que llegaba saludando de mano a casi todos, “aquí dejó un gran vacío, será difícil llenarlo con cualquier otro compañero o compañera”.
En el STAUAG se hacen conjeturas respecto de los móviles del asesinato de su compañera. Unos cuentan que quienes la mataron, a su ex esposo y a su hijo vinieron desde Ciudad Altamirano a cobrar una extorsión no pagada por el médico Nicéforo Cabrera.
“Era alguien a quien la familia tenía perfectamente ubicado y al matar al ex esposo y su hijo se llevaron a Jeany para ultrajarla. Las huellas de violencia en su cuerpo así lo confirman”, dijo otro de los compañeros de la dirigente sindical, quien confirmó que además de los dos vehículos de la pareja, los criminales también se llevaron otros objetos de valor.
La extorsión y el robo son los móviles que se manejan con más insistencia entre los compañeros de Jeany.
Incluso advierten que no aceptarán otra línea, “porque ya se empieza a manejar el móvil pasional, y eso es inadmisible. La compañera sería incapaz de meterse en problemas de ese tipo”, contó la misma sindicalista que la tarde del martes dio las palabras de despedida a Jeany en las instalaciones del CEC del STAUAG, antes de que el cadáver partiera rumbo a Yucatán, de donde hace casi 12 años Jeany vino en busca de una oportunidad de vida, pero encontró la muerte.