EL-SUR

Sábado 04 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Muere por secuelas de Covid-19 y diabetes otro padre de uno de los 43 de Ayotzinapa

Bernardo Campos, padre de José Ángel Campos Cantor, de Tixtla, fue internado en julio en el Hospital General de Chilpancingo contagiado de coronavirus y después en el Instituto Nacional de Nutrición en la Ciudad de México, donde falleció

Lourdes Chávez / María Avilez RodríguezChilpancingo

Septiembre 04, 2021

 

El activista por los 43 y padre de uno de ellos, Bernardo Campos durante una protesta el 27 de febrero de 2019 en Iguala Foto: Alejandro Guerrero

El señor Bernardo Campos, padre de uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, José Ángel Campos Cantor, murió este viernes en la mañana en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición en la Ciudad de México, donde fue internado por secuelas de Covid-19 y complicaciones por diabetes.
Constante en las marchas, mítines, giras y reuniones por la presentación con vida de los 43 normalistas, fue internado en el Hospital General de Chilpancingo por Covid-19 a mediados de julio y dado de alta el 30 del mismo mes. Después de una semana fue trasladado al Hospital de Nutrición con secuelas de coronavirus y de la diabetes que había padecido durante años, señalaron familiares cercanos.
Las fuentes indicaron que en esta última intervención médica le amputaron un pie, que hacía tiempo venía tratando con acompañamiento médico, que lo mantuvo estable.
En los casi siete años del movimiento desde los ataques y la desaparición forzada de los normalistas el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, sólo había tenido un corte en un dedo.
En las protestas siempre calzaba huaraches y usaba sombrero de palma, como campesino que fue. Para obtener más recursos para sostener de su familia, antes, él mismo contó que también fue albañil, con su hijo, José Ángel, uno de los 43 estudiantes desaparecidos, que cuando ingresó a Normal Raúl Isidro Burgos, ya tenía esposa y dos hijas de 12 y 40 días de nacida; América, hoy tiene 15 años de edad, y Gabriela Natividad 7.
En la cuenta oficial de Facebook de madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, los recordaron con una frase de él: “mi hijo se metió a la escuela para apoyar a su esposa y a sus dos hijas. Donde esté le pido a Dios que no esté sufriendo”.
El tío Venado, como también era conocido, era el único de su familia sumado de tiempo completo a las acciones y jornadas de lucha por la presentación de los normalistas, suspendida en parte sólo por la pandemia de coronavirus, dijo para El Sur en la edición del 17 de abril de 2020. Es que la mayoría de los madres y padres sufren comorbilidades que los colocan en mayor riesgo.
En su casa, ubicada en el barrio de El Fortín en Tixtla, la esposa de don Bernardo, Romana Cantor Abraham, vendía elotes y picadas, mientras la pareja de Jose Ángel, Blanca González, se emplea como ayudante en la venta de comida en una cooperativa escolar, y América la mayor, vendía dulces.
Estas actividades también concluyeron con la llegada de la epidemia. Ahora, indican que Blanca González es trabajadora doméstica y vende zapatos por catálogo mientras su familia la apoya con el cuidado de las niñas.
Recordaron que Bernardo Campos con otras madres y padres encabezaron las marchas en Tixtla por los 43, y en particular por 14 jóvenes nacidos en este municipio, con su sobrino, Adán Abraham de la Cruz.
“Otro compañero que se nos adelanta, tío Venado no pudo volver a abrazar a su hijo. Siete años de lucha en la exigencia de encontrar la verdad y la justicia de nuestros hijos ante la indolencia de los gobiernos en turno. Su cuerpo ya no resistió más. Don Berna ya no se encuentra entre nosotros pero seguirá presente en nuestra lucha. Se llevó cargando un saco de tristezas, pero nosotros sabremos cómo hacer para que la memoria continúe viva”.
El pasado 22 de agosto murió por complicaciones de diabetes, el papá del normalista desaparecido, Saúl Bruno Bautista, también de nombre, Saúl Bruno. En 2018 murió de cáncer la mamá de Everardo Rodríguez Bello, la señora Minerva Bello, y ese mismo año falleció el papá de un normalista asesinado la noche de Iguala, Julio César Ramírez Nava, el señor Tomás Ramírez Jiménez,
A Bernardo Campos le sobreviven su esposa Bernarda, seis hijos, además de dos nietas hijas de José Ángel, su hijo desaparecido.
Le sobreviven su esposa Romana, cinco hijos, Francisco, Nancy, Ana, Alejandro y José Ángel (desaparecido), y muchos nietos.
En la edición de El Sur del 28 de septiembre de 2016, a poco de haberse cumplido dos años de los atroces crímenes de Iguala, don Bernardo compartió cómo se enteró de aquellos hechos que determinaron el resto de vida.
El 27 de septiembre a las 10:30 de la mañana llegaron los primeros autobuses con estudiantes a la Normal. Corrimos con el ansia de ver a nuestros hijos y él no aparece. Subí al camión, miré atrás de los asientos y supe que estaba entre los estudiantes que fueron detenidos por los policías y esperábamos que fueran liberados en poco tiempo. Desde entonces estamos aquí, nadie imaginó llegar a este tiempo (sin verlo)”.
Su cuerpo sería velado en la casa familiar, y hoy sería sepultado en el panteón de La Villa, en Tixtla.

Toman estudiantes de Ayotzinapa las casetas de la autopista para apoyar a la familia

Estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos tomaron las casetas de Palo Blanco y La Venta de la Autopista del Sol para recaudar dinero para la familia del señor Bernardo Campos, padre de uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, quien falleció este viernes, y también para un normalista que se accidentó.
En la caseta ubicada al sur de la capital, desde las 11:30 de la mañana los alumnos dieron el paso a los automovilistas a cambio de una cooperación, y se retiraron minutos después de las 4 de la tarde.
En el lugar, los alumnos lamentaron que otro padre de los 43 jóvenes desaparecidos murió sin saber el paradero de su hijo.
Uno de los manifestantes dijo que en la mañana le informaron que uno de los padres de los 43 desaparecidos en Iguala murió, “lo conocíamos como el tío Venado, él siempre estuvo en la lucha por saber la verdad y localizar a su hijos”.
Explicó que hace dos semanas al “tío” se le complicó su estado de salud, ya no se pudo recuperar, “en las movilizaciones el padre de nuestro compañero siempre estuvo presente, por eso seguiremos luchando hasta encontrar justicia”.
Sostuvo que el dinero que recauden en amabas casetas se lo darán a la familia de Bernardo Campos, para apoyarlos con los gastos que se requieran porque como normalistas siempre han caminado de la mano de los padres de los 43 durante casi siete años.
El alumno de Ayotzinapa manifestó que como normal les duele la partida de los padres, porque incluso en agosto también falleció el “tío” Saúl Bruno García, “ellos han perdido la vida en la lucha por querer saber dónde están sus hijos, a nosotros nos duele, es muy triste esta situación”.
Además indicó que uno de sus compañeros normalistas tuvo un accidente, –sin detallar de qué tipo–, hace tres meses, por lo que se les está apoyando a la familia, porque sufrió lesiones graves.
En nombre de sus compañeros recriminó que, a tres años de la administración del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no han encontrado verdad y justicia en el caso.
Informó que él ha estado presente en las reuniones que se han llevado a cabo con el presidente de la República en la Ciudad de México, “la verdad no vemos avances, van muy lentos, lo mismo que nos dicen en un mes es lo mismo que sabremos en el siguiente”.
El normalista croticó que no hay un avance más profundo pese a que las autoridades ya tienen las líneas de investigación, “tal vez las autoridades federales no se quieren meter más a fondo por no querer afectar a otras personas que estuvieron involucradas, o quizás por miedo que la delincuencia o el crimen organizado les haga algo”. .