Mientras un área verde del arroyo Cohetero fue deforestada cerca de la Colonia Loma Bonita, en Atoyac, un grupo de jóvenes hizo una colecta en el Zócalo para comprar árboles y reforestar la ciudad.
El grupo estudiantes, encabezado por Carlos Pacheco Mejía del grupo Cultiva Atoyac, de manera independiente colectó dinero en el centro de la ciudad para comprar los árboles.
Carlos Pacheco explico que siguen en la campaña de reforestación después de que el año pasado plantaron 250 árboles en las márgenes del río Atoyac luego de que observo que el río en San Jerónimo que estaba seco y sin árboles.
Los árboles que plantaron no fueron cuidados por los vecinos de la zona y sólo sobreviven 50.
Dijo que ahora reforestarán los parques de las colonias de Atoyac, “para que ahí mismo los cuiden los vecinos, por eso estamos hoy aquí, para la recolección de dinero en efectivo o también de árboles que nos pudieran donar”.
Abundó que con el dinero que junten comprarán los árboles en el campo de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) ubicado en la ciudad de Tecpan, quienes les van a vender los árboles a 3 pesos cada uno, “lo cual es muy económico y con variedad de diversas especies robles, quebraches y parotas, entre otros”.
Dijo que confían en reunir el dinero para comprar 500 árboles, el doble de la ocasión pasada, cuando compraron 250.
Lamentó que en las redes sociales, cuando comento el proyecto todos los apoyaron, pero al momento de hacer los trabajos sólo 10 jóvenes aceptaron el reto, “somos estudiantes y estamos de vacaciones, podemos hacer algo por nuestro municipio”, agregó.
En contraste, vecinos del Arroyo Cohetero deforestaron una parte de este predio después de que algunos árboles asentados a orilla de las márgenes del cauce fueron talados sin permiso de las autoridades.
Los responsables del ecocidio arrojaron algunos troncos y ramas al cauce que recientemente se había desazolvado; además, se debilitó el borde de concreto de este encauzamiento, ante el impacto de la caída de los árboles.
Ha sido recurrente que vecinos recurran sin ningún temor a talar los árboles en el área verde de las márgenes del arroyo sin que los sancionen; incluso, en época de estiaje, cuando hay mucha maleza seca le han prendido fuego. (Francisco Magaña / Atoyac).