Con diversas protestas, feministas y activistas en Acapulco, Chilpancingo Taxco y Tlapa denunciaron la crisis de seguridad para las mujeres por los recientes feminicidios, permanentes denuncias de desapariciones de mujeres y la impunidad.
En Chilpancingo, mientras jóvenes pegaron fichas de mujeres desaparecidas en el monumento Las Banderas, pintaron manos rojas, colocaron veladoras y flores en las escalinatas por las víctimas de feminicidio; la Colectiva Revueltas fijó postura contra la Fiscalía General del Estado y del Congreso local que nada dice ante la falta de resultados.
Con ellas, Claudia Campuzano Nazario, hermana de Lorena Elvira Rodríguez Nazario, desaparecida hace un año siete meses, en Cuajinicuilapa, informó en entrevista que no saben si la Fiscalía Regional de Ometepec ha hecho algo efectivo para localizarla.
Indicó que su hermana, ahora de 18 años, desapareció con su hijo, que este mes cumpliría 2, “nos llevan así, no sabemos si hay investigaciones. Prácticamente les pusimos todas las pistas de sospechosos. Ahora vamos a tocar puertas en la capital del estado”.
La líder de Las Revueltas y vocera de la Colectiva Nacional Feminista Ningún Agresor en el Poder, Yolitzin Jaimes, denunció que todas las fiscalías en el país sólo publican fichas de desapariciones pero no buscan a las víctimas, y en los Congresos locales tampoco exigen resultados a las instancias de procuración de justicia, lo que ha provocado una crisis en el país.
“Es una máquina feminicida que opera en este país, que se incrementó y que se visibilizó desde 1993, con Ciudad Juárez”, indicó.
Asimismo, denunció que hay “una justicia selectiva” para los casos que alcanzan notoriedad en la prensa, pero desapariciones como la de Lorena Elvira o el feminicidio de Frida Alondra, afromexicanas originarias de Cuajinicuilapa, tienen mayor sesgo de discriminación, por ser mujeres, por ser precarizadas y por vivir en lugares alejados.
La tarde del sábado, por separado, otro grupo de feministas marchó con estas demandas en las principales avenidas de la capital del estado.
Alrededor de cien salieron de la alameda Francisco Granados Maldonado al Zócalo de la ciudad, cargando una caja de cartón que simulaba un ataúd, con varias cruces encima, para denunciar los asesinatos de la trabajadora Ayuntamiento de Chilpancingo, Adelina de la Cruz Nava, y de la niña Frida Alondra Ruiz, de Cuajinicuilapa, y Debanhi Escobar, en Monterrey.
“Ni una más ni una más ni una asesinada más, justicia, justicia. Gobierne quien gobierne la mujer siempre pierde. Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos”, corearon.
En el Zócalo colocaron las cruces en el suelo, marcaron sus manos con pintura roja y la leyenda “México feminicida”, y luego se acostaron en el piso simulando que estaban muertas.
La feminista universitaria Elia Moreno del Moral informó que de octubre de 2021 a abril de 2022, van 47 mujeres asesinadas en el estado y la Fiscalía General del Estado (FGE) no los reconoce estos crímenes como feminicidios.
Llamó a la fiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón a atender a las familias de las víctimas, dar cauce y solución a las carpetas de investigación.
Entre los testimonios, narraron el caso de Adelina de la Cruz Nava, muerta en el hospital una semana después de que fue encontraron tirada a un lado de la carretera, con heridas de bala, y una sobreviviente de intento de feminicidio, manifestó que “quiero hacer conciencia en las mujeres que sean valientes, que no tengan miedo y denuncien”.

Performance en el Papagayo

En Acapulco, niñas, adolescentes, mujeres, y madres, protestaron a las 6 de la tarde en la entrada del parque Papagayo, por un alto a la violencia contra las mujeres, las desapariciones y los feminicidios que a diario ocurren en el estado y el país.
Con gises blanco plasmaron sus siluetas en el piso, después armaron la palabra “justicia” con veladoras encendidas, y alrededor en un gran semicírculo colocaron flores, donde después se sentaron y cantaron la canción Sin Miedo.
En tanto, otras de las participantes, pegaron en el muro fichas con fotografías de las mujeres, niñas, adolescentes y jóvenes desaparecidas; pintaron la frase “Guerrero feminicida” y dejaron las huellas de sus manos con pintura blanca.
De la Colectiva Mujeres Sorenas, Violeta Hernández, denunció que los crímenes son dolorosos, generan temor y siguen impunes, pero las autoridades no hacen absolutamente nada.
“No solamente le tenemos miedo a los feminicidas, a los violadores, a los agresores, sino también que nuestro caso llegue a una fiscalía en la cual se nos victimiza, donde nuestra investigación resulte que diga que nuestro asesinato fue a causa de un accidente, que fue a consecuencia de que nos fuimos con el novio, que fue por nuestra voluntad, que nos pasó por estar tomadas, que nos sucedió por cómo estábamos vestidas o caminar solas de noche, o de día o de tarde”.
Por otro lado, indicó que las defensoras de derechos humanos y activistas se encuentran presas en cárceles de máxima seguridad, por exigir las garantías de sus derechos, mientras que los agresores y violadores siguen libremente caminando por las calles, en búsqueda de dañar o asesinar a otras niñas adolescentes o mujeres.
Indicó que a las mujeres las desaparecen para ser utilizadas para la trata y la prostitución. “Pareciera que es un castigo ser mujer en este país, que se ha convertido en una fosa clandestina”.
Otra de las participantes recordó que en las últimas 24 horas, en la Montaña del estado se registraron dos feminicidios, el de una mujer de 40 años y una adolescente, y la lista en el país sigue creciendo.

Plantón simbólico en el Zócalo de Taxco

El sábado en Taxco unas 50 feministas, vestidas de negro y pañuelos morados al cuello y banderas del mismo color, realizaron un plantón simbólico en el Zócalo de la ciudad, donde corearon consignas, pegaron cartulinas y lanzaron su clamor solidario de “justicia para todas las desaparecidas”.
Se pronunciaron por el feminicidio de Debanhi Escobar, hallada muerta después de haber estado desaparecida dos semanas en Nuevo León.
El grupo se concretó a pegar en los pilares y paredes del kiosco cartulinas y dar a conocer su mensaje, frente a la violencia contra las mujeres.
“México feminicida”, se leyó en un rótulo en la pared, bajo una bandera morada con la silueta de una mujer y una cruz al lado con la leyenda: “Guerrero, ni una menos”, y en el piso otra cruz formada con flores y veladoras encendidas.
En otra de las paredes, los reclamos: “Buscan a una desaparecida y encuentran más víctimas de feminicidio. Justicia para Debanhi. Somos el corazón de las que ya no laten y el grito de las que ya no tienen voz. Ni una más”, se dejaron frente a las miradas de lugareños, turistas y curiosos.
Para el domingo, las cartulinas ya habían sido retiradas.

Marchan en Tlapa

Activistas en pro de los derechos de las mujeres marcharon en Tlapa como apoyo a las víctimas de desapariciones y feminicidios, exigieron al municipio que les garantice espacios seguros, para que no se viva con el temor de que un día puede que ya no regresen a casa.
La concentración fue en la entrada a la radio XEZV, La Voz de la Montaña, donde llegaron cerca de 100 mujeres, en su mayoría jóvenes de 15 a 20 años, vestidas de negro, pañuelos morados o verdes, otras llevaron ropa blanca.
Caminaron hacía el Zócalo de la ciudad, donde realizaron su mitin y colocaron un altar en memoria de las víctimas de feminicidios o que se encuentran desaparecidas.
Durante el mitin, las mujeres coincidieron en que el estado debe proporcionar y garantizar espacios seguros, para que puedan caminar sin miedo a que un día ya no vuelvan casa. Al presidente, Gilberto Solano Arreaga, le pidieron que garantice su seguridad, ya que en Tlapa recientemente asesinaron a una mujer en su domicilio.
Otra mujer dijo que en Tlapa ya no se quedarán calladas, que van a levantar sus voces para las que las escuchen y se den cuenta que no puede seguir, que en este país se cuide más los monumentos que a las mujeres, por lo que no se debe seguir fomentando que la peor enemiga de una mujer es otra mujer.
Al alcalde Solano Arreaga le pidieron que garantice los espacios seguros, porque nadie merece desaparecer que su caso quede impune.
Pasaron lista por las mujeres víctimas de feminicidios o desapariciones, entre ellas, se escuchó el nombre de Celia Mendoza Galeana, mujer que el pasado viernes fue asesinada a balazos en su casa.
Al término de la manifestación, colocaron un altar en donde dejaron veladoras, pegaron fotos de las víctimas y pidieron que nunca abandone a una amiga y que se cuiden entre ellas. También interpretaron la Canción Sin Miedo, de Vivir Quintana.