EL-SUR

Martes 21 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Reivindican la lucha social en entrega de preseas post mortem a Lucio y a Ranferi Hernández

La hija del guerrillero, Micaela Cabañas, expresa que está segura de que pronto “estaremos multiplicando nuestros esfuerzos para seguir defendiendo al pueblo”. Diana Hernández sostiene que “le incomode a quien le incomode la lucha no se acaba hasta que se acaba”

Septiembre 14, 2023

Micaela Cabañas Ayala y Diana Hernández, hijas del comandante guerrillero Lucio Cabañas Barrientos y del luchador social asesinado en 2017, Ranferi Hernández Acevedo, tras recibir la Presea Popular Sentimientos del Pueblo, en el vestíbulo de la dirección general del Colegio de Bachilleres, en el centro de la capital Foto: Jessica Torres Barrera

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), entregó ayer post mortem la Presea Popular Sentimientos del Pueblo al comandante de la guerrilla del Partido de los Pobres (PDLP), Lucio Cabañas Barrientos, y al luchador social asesinado en 2017, Ranferi Hernández Acevedo.
En representación de los recipiendarios recibieron la medalla Micaela Cabañas Ayala y Diana Hernández, hijas de Lucio y Ranferi, respectivamente.
Antes de la ceremonia de entrega, cerca de 300 personas marcharon del parque Margarita Maza de Juárez, ubicado al norte de la ciudad, al vestíbulo de la dirección general del Colegio de Bachilleres, en el centro de la capital, donde se entregaron las medallas decoradas por los mineros de Taxco.
La décimo sexta Presea Popular Sentimientos del Pueblo fue entregada a Micaela Cabañas, hija del guerrillero, por la hermana de Lucio, Guillermina Cabañas.

El acto, un reencuentro del movimiento social: Micaela Cabañas

Micaela agradeció el reconocimiento del movimiento social a su padre a través de la medalla, y que ceremonias como esas sean motivo para el reencuentro de líderes de colonias, de poblaciones, de líderes de organizaciones sociales, y de víctimas de la violencia como desaparecidos, desplazados, “y a otros que les ha tocado dirigir luchas a lo largo de muchos años y que han levantado la voz para defender al pueblo, igual que lo hizo mi padre y mi madre”.
Dijo que el reconocimiento que recibe a nombre de su padre es en honor a todos ellos; a los caídos, a los desaparecidos “y a los que hoy sobreviven a la ardua lucha y nos consideramos pertenecer a la lucha social”.
Añadió que a todos ellos, a quienes considera sus hermanos de lucha, como a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, “y a los que estamos en espera de justicia, les comparto un pedazo de esto”, dijo mostrando la medalla.
Explicó que este es el símbolo de la unidad de la lucha social, “de la unidad que nos hace ser hermanos, que nos hermana día a día, y es para todos nosotros, porque es un reconocimiento a la lucha social del maestro Lucio Cabañas, un reconocimiento al PDLP, a la Brigada de Ajusticiamiento, a los que no regresaron y que aún estamos en espera de ellos”.
La hija del guerrillero, expresó que está segura que pronto, todos, “estaremos multiplicando nuestros esfuerzos para seguir adelante y seguir defendiendo al pueblo. Vamos a hacer pueblo y a estar con el pueblo, como decía mi señor padre”.
Enseguida, Pablo Cabañas, hermano de Lucio, hizo una reseña del dirigente del PDLP y agradeció a los presentes por conservar el recuerdo de su hermano.
Lo recordó como un hombre noble toda su vida; “yo que lo conocí desde niño, sé lo que fue Lucio Cabañas y no llenaríamos ningún lugar con todas las preseas del mundo para terminar de hablar de Lucio, los discursos se quedan cortos para hablar de la nobleza de Lucio. No alcanzarían los libros para hablar de la humildad de Lucio”.
Dijo que lo sabe porque jugó con él al trompo, al balero, a las canicas, “corrimos juntos en el campo, por eso les doy muchas gracias a cada uno de ustedes por el reconocimiento”.
Recordó que estaba preso por el gobierno priista cuando mataron a Lucio, y desde entonces, “como todos los que se les va la mamá, el hijo el hermano, el padre, llevo una espinita clavada en el corazón”.

Nuevas generaciones retoman la lucha: Diana Hernández

Nicomedes Fuentes, ex integrante de la Comisión de la Verdad (Comverdad), entregó la presea del finado Ranferi Hernández a su hija Diana.
En su mensaje dijo que la lucha que enarbolan las organizaciones sociales ha sido muy difícil y fuerte, “y ha generado dolor pero también esperanza; la esperanza de que un día, lo menos lejano posible, tengamos un país como el que soñaban muchos compañeros dirigentes sociales que ya no están, como Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, Carmelo Cortés y Ranferi Hernández.
En el caso de Hernández Acevedo recriminó que “mentes perversas y manos criminales les cortaron la vida a él, a su esposa y a dos de sus familiares”.
Pero añadió que la lucha sigue con las nuevas generaciones.
Diana Hernández, añadió que “le incomode a quien le incomode la lucha no se acaba hasta que se acaba”, y en seguida leyó una reseña de su padre que fue fundador de varias organizaciones sociales, como la Organización de Pueblos y Colonias de Guerrero (OPCG), el Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional (FAC-MLN), el Movimiento Social de Izquierda (MSI), el Movimiento Popular Guerrerense (MPG) y la Organización Indígena Campesina Vicente Guerrero (OICVG).
La hija de quien fuera también diputado local y dirigente estatal del PRD, denunció que el asesinato de su padre es parte del “terrorismo de Estado” que se ha sedimentado como forma dominante de hacer política en México.
Ranferi Hernández Acevedo fue asesinado el 14 de octubre de 1917, junto su esposa Lucía Hernández Dircio, su suegra Juanita Dircio Barrios, de 94 años, y el ahijado de Ranferi y Lucía, Antonio Pineda Patricio.
El múltiple asesinato ocurrió cerca de la comunidad de Nejapa, a unos 15 minutos de Chilapa, en la carretera Chilapa-Ahuacuotzingo. Sus cuerpos fueron hallados incinerados dentro de la camioneta en que viajaban.
Diana explicó: “con una racionalidad política calculadora”, han asesinado selectivamente a dirigentes sociales y campesinos. Habló de los dirigentes Arturo Hernández Cardona, Raymundo Velázquez Flores, Rocío Mesino, Luis Olivares Enríquez, todos, dijo, durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto y de los gobernadores Ángel Aguirre Rivero en su segundo periodo, y de Héctor Astudillo Flores.
Reprochó que en todos los casos la impunidad y la “cínica complacencia” de las diferentes autoridades fue el sello de estos asesinatos.
Resaltó la persistente postura de su padre por el esclarecimiento de la masacre de los 17 campesinos en el Vado de Aguas Blancas ocurrido el 28 de junio de 1995, “y responsabilizó directamente y sin tapujos al cacique y entonces gobernador Rubén Figueroa”, lo que, denuncio, le originó persecución y su autoexilio a Francia “porque se convirtió en la piedra en el zapato, al igual que otros dirigentes que fueron perseguidos y criminalizados”.
Los familiares de Lucio Cabañas y Ranferi Hernández, fueron acompañados en el presídium por dirigentes sociales como Camilo Valenzuela, de la Red de Izquierda Revolucionaria (Redir); la ex candidata de Morena a la alcaldía de Chilpancingo, Silvia Alemán Mundo; los dirigentes de la APPG, Nicolás Chávez Adame y Raúl Nájera; la viuda del diputado perredista y presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Armando Chavaría Barrera, Martha Obezo Cázares; en representación del director general del Colegio de Bachilleres Jesús Villanueva Vega estuvo Fernando Hernández, así como la representante del Comité de Solidaridad con el Movimiento de 1960, Roberta Campos Adame.
Amenizaron la ceremonia el cantautor, Lenin Fernández y el cantante Balan Grandeño. Al final, los asistentes departieron pozole y brindaron con mezcal que trajeron comunidades de la sierra del municipio de Chilpancingo.