EL-SUR

Lunes 20 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Resguardan cientos de agentes de la GN la Fiscalía en Chilpancingo ante posibles protestas

En el Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo y en el edificio Juan Álvarez se suspendieron las labores, mientras que en el Congreso local el personal fue desalojado a las 10 de la mañana ante la versión de que autobuses con estudiantes de Ayotzinapa se trasladaban de Tixtla a Chilpancingo

Abril 10, 2024

Agentes de la Guardia Nacional con equipo antimotines resguardan las instalaciones de la Fiscalía del estado en Chilpancingo, ante una posible protesta de estudiantes de Ayotzinapa Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Cientos de agentes de la Guardia Nacional resguardaron ayer desde las ocho de la mañana el exterior e interior de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) en esta ciudad, ante posibles protestas de los estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
En tanto, en el Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo, donde fueron incendiadas algunas oficinas y vehículos el lunes por estudiantes de esa escuela, se suspendieron las labores ayer. Las rejas de todos los accesos permanecieron cerradas y se impidió el paso tanto al público como a los trabajadores.
También se suspendieron las labores en el edificio Juan Álvarez, ubicado en el centro de la ciudad, y en el Congreso local el personal fue desalojado a las 10 de la mañana ante la versión de que autobuses con estudiantes de la normal de Ayotzinapa se trasladaban de Tixtla a Chilpancingo.
Las medidas de prevención y de seguridad, así como el ambiente de tensión se vivieron ayer en la capital a un día de que unos 200 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa irrumpieron en el estacionamiento del Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo, desde donde lanzaron explosivos hacia las oficinas de los edificios Montaña y Norte, así como a cuando menos 14 vehículos que se incendiaron.
Los estudiantes protestaron, según argumentaron en un comunicado, por la versión de que el exsecretario General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso se quedó como asesor en esa misma Secretaría, mientras que el director General de Gobernación fue ascendido a subsecretario de Desarrollo Político y Social de la dependencia, lo que calificaron como una “burla y una afrenta” para la familia del estudiante Yanqui Kothan Gómez Peralta, asesinado el 7 de marzo, y para los normalistas.
Marcial Reynoso con el exsecretario de Seguridad Pública, Rolando Solano Rivera y la exfiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón, son señalados por los normalistas de criminalizar a su compañero asesinado y a tres más que lo acompañaban el día que fue acribillado, así como de construir una narrativa que “encaminaba hacia la impunidad del caso”.
Luego de la protesta del lunes, ayer, cientos de agentes de la Guardia Nacional acordonaron las instalaciones de la FGE. Unos se ubicaron en la vía lateral de norte a sur de la Autopista del Sol a lo largo de todo el edificio.
Otro contingente se colocó en la entrada del estacionamiento, por donde ingresaron los normalistas el 12 de marzo pasado cuando incendiaron al menos 11 vehículos.
En total habría más de 500 agentes resguardando por fuera y por dentro el inmueble.
Algunos estaban provistos de armas largas para lanzar gas lacrimógeno, portaban también máscaras antigás, escudos y cascos.
En tanto, en el Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo, todos los accesos permanecieron cerrados y se suspendieron las actividades.
En la reja por donde el lunes irrumpieron los estudiantes sólo se vio a un elemento de seguridad quien, al ser consultado, informó que no hubo labores en ninguna de las oficinas, y que las instalaciones estaban cerradas tanto para el público como para los mismos trabajadores.
Desde afuera se pudieron ver las instalaciones vacías y todavía con las secuelas de la protesta del lunes, las oficinas de los edificios Montaña, Norte y Centro con la mayoría de los cristales rotos y las columnas y techos del edificio ahumados, mientras que por fuera, en el suelo, había montones de escombros, entre los que se vieron restos de CPU de los equipos de cómputo achicharrados, lo que indica que la pérdida de información fue incalculable.
Aunque extraoficialmente se informó que ayer funcionarios de las dependencias realizaban la evaluación de los daños, al menos hasta a las 10 de la mañana no se vio ningún movimiento al interior de las áreas dañadas, más bien, se percibió un ambiente sombrío y de desolación en los dos edificios que resultaron con mayores daños.
En los accesos algunos guardias vigilaban a discreción las instalaciones y hacia el fondo no se vio mayor vigilancia ni resguardo del inmueble.
En la zona donde se encuentra el Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo y la FGE, al sur de la ciudad, las calles permanecieron solitarias y con poco tráfico vehicular, los estacionamientos que en un día de actividad normal, como debió ser este martes, estuvieron vacíos todo el día y algunos establecimientos comerciantes como restaurantes, taquerías y cafeterías cerraron.
El ambiente tenso aumentó el temor, y a las 10 de la mañana fue desalojado el personal del Congreso local que se encuentra, igualmente, al sur de la ciudad.
Se dijo a esa hora que al menos tres autobuses con estudiantes habían salido de la Normal de Ayotzinapa rumbo a Chilpancingo, después se supo que las unidades cruzaron con dirección a Acapulco.
También fue cerrado al público el edificio Juan Álvarez ubicado en el centro de la ciudad, mismo que en los últimos meses ha sido blanco de protestas de distintos sectores sociales debido a que ahí se encuentra la Subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Finanzas, área que se encarga de la recaudación de impuestos de los distintos rubros.
Sin embargo, ayer, los estudiantes no realizaron ninguna protesta en la capital.