Carmen González Benicio

Tlapa

Ahora hay certeza genética de 99.9 por ciento sobre la identidad de Jhosivani Guerrero de la Cruz, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa víctimas de desaparición forzada el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, dijo el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra quien acompaña a los padres en la búsqueda.
En plática por teléfono, Rosales Sierra contó que la información sobre la vértebra lumbar encontrada en la barranca de la Carnicería de Cocula que corresponde a Jhosivani le fue dada el sábado 12 de junio a sus padres, don Margarito Guerrero Tecoapa y doña Martina de la Cruz en Omeapa, municipio de Tixtla.
A esa localidad fueron el subsecretario Alejandro Encinas, con integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense, del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y de organizaciones civiles como Tlachinollan.
Comentó que a don Margarito y a doña Martina les impactó la información porque al saber que el hueso que identificaron era una vértebra lumbar “vital para vivir” significaba aceptar que su hijo está muerto, lo cual es difícil asimilar, y estar afectados por lo que se comprende si prefieren guardar silencio.
Rosales Sierra dijo que por la efectividad del estudio y esa parte del esqueleto, la vértebra lumbar, indica muerte, nadie puede vivir sin ella, por lo que los padres tendrán que asimilar eso y ejemplificando que algunos padres dicen que sus hijos pueden estar vivos, como el caso de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, de quien se identificó un hueso del pie y su papá Clemente Rodríguez, dice que puede estar con vida, y que tal vez sólo le cortaron el pie; y en el caso de Jhosivani “la situación está clara”, remarcó.
“Se confirma la muerte de su hijo, ahora lo que no se sabe es dónde perdió la vida”.
Aunque al final, dijo que está de acuerdo con los datos que les dieron y que no podían dudar de esos resultados donde ahora participó el equipo de argentinos, cómo se hizo el proceso de hallazgo, la llevada a los laboratorios y la Universidad de Innsbruck lo que les dio más certeza.
Informó que se llevaron a la Universidad 16 restos óseos que consideron serían útiles, de los más de 900 que han localizado, ahí tres dieron positivo; incluido el de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre.
Dijo que los padres seguirán en la búsqueda de la verdad y la justicia y por ahora con las acciones que tienen programadas el 26 de junio.
Sobre la entrega a la familia la vértebra o más restos comentó que para eso viajará un equipo a la Universidad de Innsbruck y ver si hay fragmentos que hayan quedado, porque generalmente se desgastan en las pruebas pero eso se sabrá en dos semanas aproximadamente.
Explicó que si bien se dijo en 2015, en la supuesta verdad histórica, que se habían encontrado restos de Jhosivani en el río San Juan, la identificación no tuvo certeza genética porque se habló de un 17 por ciento, además de varios cuestionamientos como la manipulación de pruebas.
Rosales Sierra detalló que la identificación de los huesos partió de un informante que habló de tres grupos de Guerreros Unidos que se llevaron a tres puntos a los normalistas para desaparecerlos: una mina en Taxco; la barranca de la Carnicería, que se encuentra a 800 metros del basurero de Cocula y Coacoyula, aunque su versión no sea tan consistente, la búsqueda se hace en esos puntos.
Ejemplificó que en el caso de la barranca de la Carnicería, se marcan 25 metros cuadrados, donde cada metro se revisa minuciosamente, con una profundidad de 30 centímetros y que ahí se hace eso desde 2019, y también en Carrizalillo y Tepecoacuilco.
Y que en caso de la mina de Taxco y Coacoyula aún están en proceso para realizar la búsqueda.