EL-SUR

Sábado 15 de Junio de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Se niegan la secretaria de la Mujer y el de Gobierno a hablar del caso del refugio para mujeres

Desconoce la situación del lugar donde según testimonios la directora maltrata a las usuarias, dice Florencio Salazar y pide que conteste Mayra Pineda, quien se va de una actividad pública antes que la ponente que habló sobre feminicidios

Lourdes ChávezChilpancingo

Abril 20, 2018

 

El secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame y la secretaria de la Mujer, Mayra Gloribel Martínez Pineda se negaron a hablar del Refugio para Mujeres que viven Violencia Extrema, ubicado en Acapulco, del que organizaciones sociales advirtieron que no cumple los protocolos de seguridad debido a los abusos y amenazas de la directora, Luz del Carmen Torreblanca Palacios.
Según víctimas y trabajadores del lugar, la directora del refugio se mantiene en el cargo pese a las quejas por la protección de la esposa del gobernador, Héctor Astudillo Flores, Mercedes Calvo Elizundia.
Los funcionarios estatales acudieron al conversatorio del Tribunal Superior de Justicia Buenas prácticas en la procuración e impartición de justicia en el delito de feminicidio en Guerrero, en las acciones estatales de la Alerta de Violencia de Género, que se decretó el 22 de junio de 2017.
Salazar Adame reconoció que los feminicidios en Guerrero son un tema sensible, y para hacerles frente es necesario un bloque común de toda las instancias responsables de sancionar y prevenir el delito, “para dar en el menor tiempo posible los mejores resultados”.
Aceptó que Guerrero tiene muchos problemas y que las autoridades “sabemos lo que necesitamos y lamentablemente no todo lo tenemos disponible, y lo que se tiene que hacer no siempre se ejecuta de manera adecuada”.
Precisamente ayer en El Sur se publicaron testimonios y denuncias formales sobre el incompetente manejo del Refugio para Mujeres que viven Violencia Extrema, y de la respuesta que dio la secretaria de la Mujer, de que van a certificar a la directora no obstante los antecedentes de maltrato a las usuarias.
El funcionario destacó en su discurso que existe un lenguaje común en los tres órdenes de gobierno y con las organizaciones sociales y activistas para que puedan ir disolviendo la cultura de la violencia, “una tradición repetida durante siglos, y la desigualdad que también es un hecho cultural”.
Cuestionó “las descalificaciones ociosas” que no toman en cuenta los resultados, aún modestos, pero añadió que los alertan “que no hacemos las cosas como es debido”.
Consultado sobre los conflictos del refugio para mujeres que si no reciben atención oportuna pueden ser víctimas de feminicidio, subrayó que el compromiso del gobierno del estado es aplicar las políticas necesarias “para ir convirtiendo este delito deleznable e impulsemos todo aquello que permita la igualdad de género”.
Aseguró que desconoce la situación del refugio pero recomendó que la secretaria de la Mujer se encargara de responder las preguntas.
Sin embargo, la funcionaria que aceptó hablar del tema al concluir el acto que estaba moderando se retiró de inmediato del lugar al término del evento, antes que la invitada, la comisionada de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Ángela Quiroga Quiroga.

Nueva denuncia contra el refugio

En una llamada telefónica a la redacción de El Sur una joven aseguró que fue usuaria del Refugio para Mujeres que viven Violencia Extrema, en Acapulco, del 6 de septiembre de 2016 al finales de noviembre del mismo año, con sus hijos de 8, 6 y 2 años y medio de edad.
Indicó que tiene 23 años y cuando ingresó le dijeron que estaría bien y que la iban a capacitar, “nada que ver con lo que me dijeron, el tiempo que estuve sí me trataron mal. Al principio sentía feo, nos limitaban la comida porque no había dinero, sentía feo por mis hijos”.
Dijo que los pequeños iban a la cocina a pedir un poco más de alimento y se los negaban, y tres o cuatro ocasiones la directora la mandó a limpiar su oficina, “decía que debíamos desquitar el taco que nos daba. A veces no daban frijoles acedos”.
Declaró que si la directora llegaba de mal humor las humillaba, y en una ocasión “mandaron a traer a la mayoría, a todos a la dirección y me dijo, ‘tú no sirves para nada, ni para hacer aseo’, decía que era obligación de nosotras”.
Una vez como castigo por acciones en las que no estaba implicada, la encerraron con sus hijos en una villa hasta 15 días. Hasta ahí los guardias les llevaban de comer en unas charolas.
Dijo que en cuanto pudo hacer una llamada le pidió a su mamá que fuera por ella a Acapulco, que iba a pedir su salida del programa, “no podía decir por qué, porque estaba ahí la trabajadora social”.
Regresó a su pueblo donde vive su agresor y está armado, “casi no salgo por miedo de que lo vuelva a encontrar, tengo miedo de que le vaya a hacer algo a mis hijos”.