EL-SUR

Jueves 02 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Se refugian por sus medios en Iguala desplazados por la violencia de Chilapa, La Gavia e Ixcateopan

Viven hacinadas 20 familias de Tepozcuautla y no regresarán a su comunidad porque les espera la muerte, responden al alcalde Jesús Parra. Acuden defensores del Centro Morelos y la representante de la colonia a la que llegaron dice que tiene un censo de 100 personas de 40 familias, más de la mitad son niños menores de 9 años y pocos adolescentes de entre 12 y 17

Alejandro GuerreroIguala

Julio 14, 2017

Unos 60 integrantes de 20 familias que fueron desplazados por la violencia de la comunidad de Tepozcuautla, municipio de Chilapa, se refugiaron en precarias casas en las que viven hacinados y con carencias en una colonia de esta cabecera municipal, donde además hay refugiados de La Gavia, San Miguel Totolapan, e Ixcateopan.
Los desplazados por la violencia advirtieron que no regresarán a su comunidad “porque si regresamos ya sabemos lo que nos espera, la muerte”, informaron este martes las familias que desmintieron al alcalde de su municipio, el priista Jesús Parra García, quien afirmó que los que huyeron por la violencia ya habían regresado.
La tarde del martes las familias fueron visitadas por el director del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos) de Chilapa, Manuel Olivares Hernández, organismo que está levantando un censo de las familias desplazadas por la violencia de Chilapa.
Las víctimas llegaron a Iguala en diferentes momentos, algunas ya llevan un año, otras desde septiembre y las más recientes, unas siete familias llegaron entre el 7 y el 9 de junio pasado.
El miedo es evidente, no quieren que nadie sepa de su ubicación y dudan en ser parte de la petición de reubicación que se planteó en la reunión con integrantes del Centro Morelos.
Al presentarse ante unas nueve familias que llegaron poco a poco al encuentro, Manuel Olivares dijo que la seguridad de las familias es responsabilidad del Estado, “pero al ser incapaces de dar esas garantías vuelve a las familias víctimas de desplazamiento forzado”.
En la reunión se dijo que las familias huyeron con miedo y a escondidas de la delincuencia organizada, sacaron únicamente ropa y algunas pertenencias que podían llevar cargando, pocos sacaron más cosas porque no tienen vehículo.
Las familias que abandonaron sus casas, pertenencias y animales de corral no sabían cómo estaban sus pertenencias pero dijeron que no regresarán.

A un hombre le desaparecieron a dos hijos; la presencia policiaca y militar no sirve, afirma

Uno de los desplazados, un hombre de unos 65 años dio a conocer que le desaparecieron a dos de sus hijos de 26 y 18 años el 24 de febrero, afirmó que no sirve de nada que el Ejército y la Policía Estatal estén en la comisaría, pues dejan el resto de la comunidad, las carreteras y los caminos desprotegidos. Informó que también fue amenazado por los delincuentes para que saliera del pueblo o lo matarían.
Expuso que los hombres ya no podían salir a trabajar por miedo a ser asesinados al ser confundidos en la disputa en esa zona, entre los grupos de la delincuencia organizada Los Ardillos y Los Rojos, “no podíamos ya salir ni a la esquina a comprar a la tienda y menos a Chilapa o a las tierras de cultivo porque teníamos miedo de ya no regresar, sólo estábamos encerrados en las casas”.
Otro desplazado narró que él con su esposa y sus cuatro hijos dejaron su casa, caballos, aves de corral, algunas reces y puercos, los cuales tuvieron que soltar para que pudieran alimentarse solos. También dejaron el maíz que habían cultivado para autoconsumo.
Dio a conocer que ante la precaria condición en la que viven se apoyan entre las familias con la alimentación, comparten un refrigerador que uno logró sacar de su casa.
Agregó que no regresarán a Chilapa por miedo a que la delincuencia les arrebate sus hijo de 17 y de 14 años, y tiene otros dos de 9 y de seis años y mencionó que antes de que ellos huyeran del lugar los delincuentes se llevaban a los adolescentes de 13 y 14 años para obligarlos a trabajar para ellos, “preferimos salirnos y dejar todo, como quiera la vida es lo más importante”.
Un caso más es el de una familia que también huyó dejando todo luego de que delincuentes querían obligar al jefe de familia a servir como informante de un grupo, dieron a conocer que en los medios de comunicación en Tepozcuautla vieron que en su casa hubo saqueo de pertenencias, aun así no piensan regresar.
Informaron que a otras colonias de Iguala llegaron más familias de desplazados de su comunidad, por lo que la cantidad exacta de cuantas familias están refugiadas en Iguala no se sabe.

Vivir en casas prestadas y sin ayuda del gobierno

Sin la ayuda del gobierno las familias con apenas escolaridad de secundaria, primaria y otros sin ningún estudio, narraron las precarias condiciones en las que viven hasta diez personas en una pequeña vivienda de unos seis metros cuadrados, con piso de tierra, en su mayoría sin camas ni trastes para cocinar porque todo lo dejaron en sus casas que abandonaron.
Padecen hambre a pesar de que los hombres salen todos los días a buscar empleo “de lo que haya”, las casas carecen de los servicios básicos como drenaje y agua que en esta temporada aprovechan las lluvias para captar un poco, y en el caso de la energía eléctrica a algunos les prestan los vecinos.
Los adolescentes tuvieron que dejar la preparatoria y los menores fueron incorporados al kínder y a una primaria cercana a donde están.
Una de las mujeres informó que solicitaron que fuera cambiado a este municipio el lugar para que puedan recibir el apoyo de Prospera, ya que desde que salieron huyendo de su comunidad no lo han recibido.
En el encuentro con integrantes del Centro Morelos la representante del asentamiento al que llegaron la mayor parte de desplazados por la violencia, quien pidió omitir toda información de su ubicación, indicó que según el censo que tiene son unas 100 personas de 40 familias que recibieron de desplazados por la violencia, de estos más de la mitad son niños menores de 9 años y pocos adolescentes de entre 12 y 17 años.
Indicó que son unas 25 familias de Tepozcuautla, Chilapa, siete de La Gavia en San Miguel Totolapan y tres de Ixcateopan, a las que les buscaron algunas casas desocupadas donde podían quedarse.
Informó que las autoridades locales y estatales ya saben de la situación.