Ante la falta de 16 médicos en el área de Urgencias del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, se ha tenido que mover a trabajadores del área administrativa para cubrir los turnos; en total se requiere 56, pero hay 40.
En un recorrido en el hospital, trabajadores afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa) informaron que también continúa el desabasto de medicamentos, además las camas están en malas condiciones, las sabanas están sucias y deterioradas, y los pacientes deben traer sus propias cobijas.
El 29 de junio, el director del hospital, Víctor Hugo Garzón Barrientos informó que, “aproximadamente 56 médicos son necesarios para que queden 8 por turno, por los que se van de vacaciones, y (hay que) tomar en cuenta faltas, incapacidades y otros (contratiempos)”.
Indicó que de los 45 médicos con los que cuentan, cinco están de vacaciones, es decir que son 40 médicos los que laboran en el área de Urgencias, y por ello, del área administrativa se movieron dos para saldar un poco la falta de médicos.
Pese a que el director del hospital aseguró que hablaría con los sindicalizados del hospital para que no se violaran sus derechos laborales al cambiarlos de área, en el recorrido se consultó a trabajadores sindicalizados que informaron que el director no los toma en cuenta, que él tiene la facultad de mover al personal, “Víctor Hugo Garzón Barrientos se reúne con nosotros para informar que las cosas están bien con los sindicalizados, aunque la verdad sea otra” dijo uno de los empleados del hospital.
Por temor a represalias se guardaron de dar sus nombres, e informaron que el director del hospital le da preferencia a sus allegados; desde que inició su administración metió a médicos que están con él, no laboran y no hacen nada.
El Hospital General Raymundo Abarca Alarcón fue inaugurado el 16 de marzo de 2012 por el entonces presidente de la República, el panista Felipe Calderón, y el entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero, del PRD. En su discurso, Calderón dijo, “es un hospital bellísimo, muy grande, más grande de lo que yo me estaba imaginando”. (María Avilez Rodríguez / Chilpancingo).