EL-SUR

Sábado 20 de Abril de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Van tres días sin transporte en la capital; están desprotegidos en medio de una guerra, dice chofer

El director de Transporte Arturo Salinas los obliga a salir a trabajar y amenaza con quitarles las concesiones, mientras que los grupos delincuenciales los obligan a no salir, informa un taxista. Cada chofer paga mil 500 pesos mensuales de cuota al crimen organizado, revela. Ayer tampoco hubo clases y se espera que se reanuden el lunes

Febrero 08, 2024

Una señora espera un aventón en la parada del transporte público en la avenida Vicente Guerrero, una de las más importantes y siempre muy transitada de Chilpancingo Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Lenin Ocampo Torres

Chilpancingo

Ayer fue el tercer día sin transporte público en Chilpancingo, los choferes dijeron que están en medio de una guerra que no es de ellos y los afecta, están desprotegidos porque las autoridades saben lo que pasa pero no hacen nada, están “silenciados por todos lados” y no pueden hacer nada.
Desde el lunes los trabajadores del volante dejaron de salir a las calles luego del asesinato de cuatro de sus compañeros, uno de ellos calcinado por un grupo de la delincuencia, lo que provocó que dejaran sus vehículos que son los que les dan el sustento, para llevar algo de dinero a sus casas.
Desde hace varios años los choferes están atenidos a las organizaciones de transporte, los que manejan las concesiones de los taxis o Urvan, manejan las cuotas y pagos que reciben durante su trabajo.
“Hasta hace un año podíamos ir sin problemas a dejar pasaje a donde quisiéramos, ahora salir de Chilpancingo es pedir permiso, muchos ya no van para Tixtla o Petaquillas por miedo, también los (taxis) de Petaquillas ya no entran”, dijo un taxista que por seguridad pidió el anonimato.
La paz de los transportistas se terminó cuando la tregua de Los Tlacos y Los Ardillos se rompió en julio del 2023 por la conocida como “guerra del pollo”, donde murieron 18 transportista durante ataques armados en Chilpancingo, Petaquillas y Tixtla.
Desde ese momento los taxistas y algunas Urvan dejaron de circular a las zonas de Tixtla y Petaquillas, aunque “muchos iban bajo su propio riesgo”.
“Ahora nosotros estamos en medio, el director de Transporte (Arturo Salinas Sandoval) nos obliga a salir a trabajar y amenaza con quitar las concesiones, pero también los grupos nos obligan a no salir a trabajar, nos tienen silenciados y es por eso por lo que muchos compañeros mejor optamos por no salir a las calles”, informó el taxista.
“Nosotros ganamos entre 300 y 400 pesos en un buen día, pero en los malos llegamos a juntar cien pesos, entregamos el taxi con el tanque lleno y la paga para el patrón, pero entre todos los que manejamos la unidad debemos juntar mil 500 mensuales para pagar la cuota (al crimen organizado) que le entregamos a un recolector, en este caso sabemos que es para Los Tlacos, pero los otros dependen del lugar, le pagan a los que mandan en su zona”, reveló el chofer.
Según el trabajador, en Chilpancingo hay al menos mil taxis legales, lo que le da una ganancia al crimen de un millón 500 mil pesos mensuales, más los taxis “piratas” que circulan y “muchas veces son los que dependen directamente de los grupos de la delincuencia”.
El acoso, la violencia y la falta de seguridad provocó que ayer los transportistas no volvieran a salir en Chilpancingo, aunque ya había un acuerdo de trabajar, pero el ataque la noche del martes a una Urvan de la ruta Rosario Ibarra-Mercado en la colonia Vista Hermosa, volvió a prender las alertas de los choferes.
“Nosotros queremos paz, a todos no afecta esta situación, la mayoría no tenemos que ver en estas situaciones (de violencia), pero también no hay confianza en las autoridades porque muchas veces los policías protegen a estos grupos (delincuenciales), y por eso nosotros mejor no decimos nada, porque ya sabemos que si denunciamos pronto nos matan”, finalizó.

Escuelas y negocios cerrados

Debido a la falta de transporte las escuelas públicas y privadas continuaron cerradas, y la mayoría volvió a suspender clases presenciales para este jueves y viernes.
En las calles se observaron vehículos particulares, gente caminando y poca seguridad.
Las oficinas de gobierno continuaron laborando, pero sólo con trabajadores que tienen vehículos, “la flexibilidad” de los sindicatos ampara a los empleados que tienen que hacer uso del transporte y no pueden llegar a sus lugares de trabajo.
Algunos comercios, farmacias, tiendas de conveniencia y bancos abrieron, la mayoría estuvieron cerrados.
Las patrullas de Protección Civil del Ayuntamiento de Chilpancingo fueron los únicos que siguieron dando movilidad a las personas, donde por grupos juntaron a la gente para llevarlos o acercarlos a sus colonias.
A diferencia de Acapulco, donde los camiones y camionetas de la Guardia Nacional ayudaron de transporte, en la capital no se vieron ayudando a la gente.
Sigue sin haber una postura de las organizaciones de transportistas que informen sobre cuándo regresaran a dar el servicio.
Hoy se prevé que la ciudad siga sin transporte y se espera una marcha de transportistas a las 8 de la mañana para pedir paz a las autoridades.