Periodistas de diferentes medios de comunicación protestaron en las oficinas de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), por las agresiones que sufrieron las reporteras de El Sur, María Avilez Rodríguez, y La Jornada, Beatriz García Villares, durante la cobertura de una de sus movilizaciones.
Minutos después de la 1:30 de la tarde, unos 40 comunicadores acudieron a las oficinas, ubicadas en la colonia Burócratas, donde aventaron algunos huevos e irrumpieron en el lugar. Ahí, encararon a los maestros para exigirles respeto a la labor periodística, y advirtieron que no permitirán otra agresión más en contra de los trabajadores de los medios de comunicación.
Además, realizaron pintas en la fachada, donde se leía: “Coordinadora represora”, “respeto a la labor periodística” y “fui educado por docentes de la CETEG”. Los manifestantes le prendieron fuego las pancartas colocadas en el portón del edificio.
Los periodistas y reporteros exigieron respeto a la labor periodística, así como el cese a las agresiones contra los reporteros, que siempre realizan su trabajo sin incitar a la violencia.
Reprocharon a los docentes que cuando necesitan apoyo para difundir una actividad, llaman a los reporteros para cubrir sus movilizaciones, “es una mentada de madre no reconocer a las reporteras que han cubierto cinco años la fuente de educación. Es la última vez que vamos a tolerar las agresiones”, dijo un reportero.
La reportera de El Sur, María Avilez, relató que después de cubrir una conferencia de prensa que realizó la CETEG en las oficinas del titular de la SEG, Arturo Salgado Urióstegui, en la colonia Villa Lucerna, los docentes comenzaron a realizar pintas en la fachada de ese edificio.
Dijo que comenzó a documentar el hecho y los manifestantes realizaron una valla humana, para impedir a los reporteros tomar fotografías de la actividad, y que ella quedó adentro.
Contó que con actitud prepotente, los docentes le exigieron que no tomara fotos. Cinco maestras la rodearon, la jalonearon, empujaron y una de ellas le quitó su teléfono celular; y a pesar de que ella se identificó como reportera del periódico, los inconformes siguieron agrediéndola.
“Me rodearon, empezaron a jalonearme. Me quitaron mi celular, pero lo logré recuperar. Me identifiqué como reportera del periódico El Sur, pero no les importó. Me dijeron que no traía uniforme, traté de defenderme”, declaró.
Después del incidente, se le acercó el coordinador de Gestoría Laboral de la CETEG, José Manuel Venancio Santiago, quien argumentó que el percance fue “porque las compañeras están estresadas. Tienen tres meses luchando y no les han resuelto nada”.