Israel Flores

Ciudad Altamirano

La telesecundaria de la localidad Santa Bárbara, municipio de Pungarabato, sufrió su tercer robo en menos de un año y en esta ocasión se llevaron más de 1 tonelada de cemento que tenían resguardada para hacer una explanada, como parte del programa federal La Escuela es Nuestra, entre otros artículos de valor.
Durante este fin de semana la telesecundaria sufrió un atraco más. En las dos primeras ocasiones sólo habían roto las puertas para poder entrar y llevarse los pocos artículos de valor que había en dos salones de la escuela. Se robaron bocinas, computadoras y proyectores, entre otros artículos que eran importantes para la escuela, pero se estima que los ladrones se llevaron las cosas en las manos, por lo que no les alcanzó para llevarse más.
En esta ocasión, se considera que llegaron en camioneta, pues tuvieron que romper la cerca de alambres para poder meter un vehículo y ahora así, llevarse todo el cemento que tenían resguardado en uno de los salones. También se llevaron otros artículos para construcción, así como sillas para los estudiantes y los maestros, entre otros artículos, para lo cual era necesario entrar con una vehículo.
La escuela que es una de las más pobres del municipio de Pungarabato y cuenta con unos 50 alumnos. Recientemente había recibido el beneficio del programa La Escuela es Nuestra, y por ello el plantel comenzó hacer una plaza cívica. En la actualidad se observa que tienen los muros levantados y están haciendo la estructura metálica, para finalizar, tenían planeado hacer una explanada de concreto, pero se robaron el cemento.
El problema que tiene la escuela es que se encuentra alejada de zonas habitadas. Pues colinda con la pista aérea a unos 400 metros de la entrada principal, en donde en ocasiones hay vigilancia de la Guardia Nacional. Esa es la zona más cercana a donde hay viviendas. El resto de los terrenos que rodean la telesecundaria son de siembra, por lo cual, cuando han ocurrido los robos nadie se ha dado cuenta.
Los maestros expresaron su frustración, debido a que es la tercera ocasión en que le roban en menos de un año. Ya han presentado las denuncias ante las autoridades, pero no han dado con los responsables.
En el plantel hay dos salones solamente. Uno de los grupos toma clases en un techado de lámina, a la intemperie, y se protege de los rayos del sol a una hora determinada, con la sombra de un árbol.
Se trata de la escuela de más reciente creación en el municipio de Pungarabato. Tiene alrededor de cinco años funcionando, pero apenas desde el ciclo escolar pasado están utilizando sus propias instalaciones, las cuales forman parte de una donación del pueblo, pero quedó muy alejada de la zona habitada.