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Miércoles 22 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Educación  

Sin dinero y con precaria infraestructura, prepas populares son única opción en zonas marginadas

La Emperador Cuauhtémoc en Atliaca no tiene barda, cuenta con siete salones de los que dos son parcialmente de concreto, madera y lámina y uno más es de madera y lámina. Los baños son para hombres y mujeres y un terreno sirve de cancha. Sobrevive de cooperaciones de los padres y para fundarla se organizaron bailes. Cuenta con 250 alumnos y para el ciclo escolar 2017-2018 recibirá 115 más de Tixtla, Apango, Omeapa, Zoquiapa e incluso de Chilpancingo

Alina Navarrete Fernández

Agosto 08, 2017

Las Preparatorias Populares incorporadas a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) no cuentan con apoyo de las autoridades para infraestructura, su presupuesto es insuficiente y las extensiones no están reconocidas de manera oficial.
En Atliaca, municipio de Tixtla, a un costado de la carretera hacia Apango se encuentra la Preparatoria Popular Emperador Cuauhtémoc, cuenta con cuatro extensiones en los municipios José Joaquín Herrera (Hueycantenango), Chilapa de Álvarez y Zitlala, su matrícula total es de 680 estudiantes.
Para acceder a la preparatoria hay que caminar unos metros por un camino de terracería, la escuela cuenta con siete salones, de los que dos son parcialmente de concreto, madera y lámina mientras que uno más es de madera y lámina, además de baños para hombres y mujeres y un amplio terreno que sirve de cancha.
No cuenta con barda propia, sólo uno de los lados del rectángulo que alberga las instalaciones cuenta con muro, que en realidad es propiedad del dueño del terreno contiguo, su única protección es una malla que en otros años ha sido cruzada por desconocidos que robaron el timbre y mobiliario de la escuela, por lo que ahora todo el material de valor se guarda bajo llave en los salones más seguros, durante los periodos vacacionales.
La Preparatoria Popular Emperador Cuahtémoc fue fundada el 11 de septiembre de 1991, pero según el director Gaudencio Caballero Bello, “no fue fácil, a nosotros no nos han regalado nada, todo lo que tenemos se ha conseguido con mucho sacrificio”.
En una visita a las instalaciones, Caballero Bello contó que las autoridades locales no aportan ningún tipo de apoyo para la escuela, cuya construcción fue resultado del trabajo de maestros y padres de familia, quienes hicieron bailes en Atliaca para obtener recursos con los que se compró el terreno.
Informó que tres de los salones de la escuela fueron construidos por los presidentes municipales de Tixtla Jesús Pasténes Hernández y Jorge Vargas Alcaraz, pero desde entonces no han vuelto a recibir apoyo de las autoridades locales.
Dijo que el rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán apoyó a la escuela hace dos años con butacas y pintarrones nuevos para los salones, pero la mayoría del mobiliario y las obras que se han hecho en las instalaciones son producto de donaciones y la aportación mensual de 115 pesos por alumno.
Además los padres de familia entregan una cooperación anual que varía de 100 a 150 pesos por alumno, la cantidad la establecen los padres en una reunión que se lleva a cabo en septiembre.
Puntualizó que los padres de los estudiantes acordaron aportar las cooperaciones mensuales y anuales para evitar que los maestros tuvieran que seguir organizando bailes u otras actividades para obtener recursos adicionales al presupuesto, es decir, en cada escuela la cantidad que aportan varía, no se exige una específica.
La Preparatoria Popular Emperador Cuauhtémoc ubicada en Atliaca, cuenta con 250 alumnos y para el ciclo escolar 2017-2018, recibirá 115 más provenientes de la cabecera municipal de Tixtla, así como las comunidades Apango, Omeapa, Zoquiapa, e incluso de Chilpancingo.
Esta escuela cuenta con una matrícula elevada en la sede principal y sus extensiones, debido a que recibe estudiantes aún si no se presentaron al examen de admisión, mientras cuenten con su certificado de estudios con promedio mínimo de 7 y su acta de nacimiento, aunque también se aceptan alumnos con promedios de hasta 6.7, éstos deben mostrar interés en sus estudios y acudir con su uniforme, como lo marca el reglamento.
En Atliaca los estudiantes son atendidos por 15 maestros y tres trabajadores administrativos. El salario de los docentes varía de 60 a 70 pesos por hora, en total unos 7 mil pesos mensuales, con la cooperación que aportan los padres de familia se completa el pago de los trabajadores y se cubre el gasto de servicios públicos de las instalaciones, como agua y energía eléctrica.

11 mil 402 estudiantes inscritos en las 53 prepas populares en el ciclo escolar 2015-2016

De acuerdo con el anuario estadístico de la UAG, en el ciclo escolar 2015-2016 estaban inscritos 11 mil 402 estudiantes en las 53 preparatorias populares reconocidas por la máxima casa de estudios, los cuales contaban con una edad de los 14 hasta más de 25 años.
La mayoría de los estudiantes, 51.05 por ciento, es decir 5 mil 821 eran hombres, mientras que el 48.95 por ciento, 5 mil 581, fueron mujeres.
Los estudiantes son atendidos por 700 maestros en el estado, de los cuales 495 están titulados y el resto están en proceso de obtener su documento oficial.
Las 53 preparatorias populares reconocidas por la UAG se encuentran en comunidades marginadas de Acapulco, Quechultenango, Tixtla, Chilapa, Leonardo Bravo (Chichihualco), Ometepec, San Luis Acatlán, Cuajinicuilapa, Xochistlahuaca, Tecoanapa, San Marcos, Ayutla, Azoyú, Atoyac, Alpoyeca, Malinaltepec, Acatepec, Zapotitlán Tablas, Iguala, Canuto A. Neri (Acapetlahuaya), Copalillo, Tepecoacuilco, Ajuchitlán del Progreso, San Miguel Totolapan, Cuetzala del Progreso y Tlalchapa.
Además están dividas en dos organizaciones, el Comité Ejecutivo General de Preparatorias Populares del Estado de Guerrero, que dirige Emiliano Carreto Moreno, y el Frente Estatal de Preparatorias Populares que representan Simón Ramos Aburto, Arturo Guerrero Caballero y Leticia Valerio, mientras que algunos planteles actúan de manera independiente y son ajenos a ambos grupos.
Estudiantes, maestros y padres de familia, protestaron este año en reiteradas ocasiones en la capital representados por las dos organizaciones que aglutinan a las preparatorias populares, para exigir mejores instalaciones y que se les asigne un mayor presupuesto, pero se mantienen los 35 millones de pesos anuales, que no consideran las condiciones de las extensiones.
El Comité Ejecutivo y el Frente Estatal, coinciden en que es necesario que las autoridades aumenten los recursos para las preparatorias populares, pues aunque éstas dependen de la UAG en cuanto a la certificación de estudios, no están consideradas dentro de su presupuesto.

De su creación y el presupuesto

De acuerdo con el jefe de Escuelas Incorporadas de la UAG, Oscar Rendón Martha, las preparatorias populares se crearon en la década de 1970 en la administración del rector Rosalío Wences Reza, el proyecto comenzó como la Universidad Pueblo, cuyo objetivo era que los egresados de la universidad pusieran en práctica sus conocimientos en las comunidades marginadas del estado, haciendo labor social.
Al Consejo Universitario le compete la incorporación de instituciones educativas, las cuales se abstienen de participar en los procesos electorales de la máxima casa de estudios, según el reglamento general de incorporación de estudios a la UAG.
El reglamento reconoce como educación popular “la enseñanza que se imparte en las escuelas que promueven las autoridades locales, ejidales y comunales, así como los núcleos de población que por sus condiciones se benefician con este servicio educativo”.
Señala que las escuelas que se incorporen a la UAG deben contar con edificios que si no están construidos para un plantel educativo, deberán modificarse para servir como tal, enfermería, baños, oficinas administrativas y otras instalaciones indispensables, así como entregar un expediente técnico en el que se incluya un croquis de su ubicación, relación de alumnos, plantilla docente con el perfil y materia que impartirá cada maestro, así como una lista del mobiliario con el que cuenta y un álbum fotográfico.
Según Rendón Martha, el reconocimiento de las escuelas incorporadas a la UAG consiste en la certificación oficial de estudios, pero no obliga a la máxima casa de estudios a proporcionar recursos a los planteles, pues estos dependen económicamente del gobierno estatal.
Consultado en su oficina en la Rectoría en la capital, Rendón Martha dijo que los directores de las preparatorias populares aprobaron de manera interna la creación de las extensiones y no se reportaba la situación ante la UAG, sino que sólo aumentaba la matrícula de las escuelas reconocidas.
La situación permitió la creación de extensiones que no cuentan con las instalaciones adecuadas y están fuera del presupuesto estatal, además de que cuentan con 15 o 20 estudiantes, mientras que las escuelas incorporadas deben tener 100 o 150 alumnos.
Sin embargo reconoció que la creación irregular de extensiones se dio por la necesidad de los habitantes de comunidades marginadas de contar con oferta educativa en el nivel medio superior, pues no cuentan con los recursos necesarios para enviar a los jóvenes a otros municipios a continuar sus estudios.
Al respecto, el titular de la Subsecretaría de Educación Media Superior y Superior de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Arturo Salgado Urióstegui dijo que el gobierno estatal otorga un presupuesto anual de 35 millones de pesos para las preparatorias populares, más del 90 por ciento de los recursos son para los salarios de maestros, trabajadores administrativos e intendentes.
Puntualizó que es la UAG la encargada de regular la creación de las preparatorias populares y reconocer los estudios de los alumnos, mientras que el gobierno estatal sólo aporta dinero, aunque las escuelas son libres de hacer gestiones ante los gobiernos municipales u otras dependencias, si así lo requieren para cubrir sus necesidades.