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Sábado 01 de Junio de 2024

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Acapulco  

Acuden familias al panteón de Las Cruces a arreglar las tumbas para el Día de Muertos

Familias se dieron cita en el panteón de Las Cruces para acompañar a sus difuntos y reunirse con quienes ya partieron a “otro plano”. Los integrantes de la familia Muñiz Estévez llegaron a bordo de una camioneta 4×4 a la 1 de la tarde. Cubiertos con sombreros, sombrillas y con apenas un galón de agua, … Continúa leyendo Acuden familias al panteón de Las Cruces a arreglar las tumbas para el Día de Muertos

Karla Galarce Sosa

Noviembre 02, 2016

Familias se dieron cita en el panteón de Las Cruces para acompañar a sus difuntos y reunirse con quienes ya partieron a “otro plano”.
Los integrantes de la familia Muñiz Estévez llegaron a bordo de una camioneta 4×4 a la 1 de la tarde. Cubiertos con sombreros, sombrillas y con apenas un galón de agua, comentaron que solo limpiarían la tumba del abuelo Macri para pasar parte del día con él hoy.
“Ahorita nada más venimos a limpiar y a darle una pintada a la tumba porque ya tiene tiempo que no venimos”, dijo la señora Elvira, la mayor de las mujeres del grupo conformado por ocho personas: cuatro mujeres dos hombres una anciana y un niño de 5 años.
El grupo de acapulqueños, avecindados en Ciudad Renacimiento, descendieron de la caja de la camioneta, bajaron un bolso con tortas y se dirigieron al lado derecho del panteón.
Uno de los jóvenes que acompañaba y atendía más las indicaciones de doña Elvira, Esteban, comentó que desde niño él acompañaba a su abuela. Cargaba las flores, la cubeta de agua y la escoba para barrer. Detalló que desde hacía 10 años, desde que tenía 9, visitaba la tumba de su abuelo, ayudaba a su abuela en la limpieza del sepulcro de don Mauricio Muñiz, originario de Michoacán, quien llegó a Acapulco a trabajar en la hotelería.
Los integrantes de la familia comentaron que no era habitual que llegaran tantas personas para limpiar la tumba, pero que en esta ocasión habían decidido ir todos los que estaban descansando para ayudar a su abuela.
“Casi siempre veníamos mi abuelita y yo a ver a mi abuelo Macri, pero ahora nos quisieron acompañar todos, hasta el más pequeño. Pensamos que mañana vendremos para almorzar acá y pasar la mañana con el abuelo”, dijo el universitario.
La señora Elvira indicó que desde la muerte de su esposo, hace 10 años, ha visitado el sepulcro cada 2 de noviembre, el día de su cumpleaños y cada aniversario de bodas.
“Cada 2 de noviembre nosotros venimos juntos, así como el Día del Padre, yo vengo a ver a mi esposo porque aún lo extrañamos”, comentó la mujer, quien se encaminaba a la tumba.
Otros integrantes de la familia compraron flores entre los puestos asentados sobre la banqueta y se las mostraron a la matriarca, entre ellas cempasúchil, rollos de terciopelo y la escoba que no podía faltar para barrer los restos de las flores de otros meses.
Los demás compraron bebidas y algo para comer. Escogieron entre los bolillos con relleno de cerdo o de pollo, las enchiladas, los tamales o las frituras; entre el chilate, los refrescos, las bebidas energizantes, los refrescos y el agua.
Comentaron que más tarde, después de sus labores de limpieza, irían a una misa en su colonia dedicada a los difuntos.