EL-SUR

Martes 30 de Abril de 2024

Guerrero, México

Acapulco  

Depositan jerarcas católicos una ofrenda floral en el mar por desaparecidos en Otis

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y el nuncio apostólico, Joseph Spiteri, junto con algunos familiares de las víctimas hacen el homenaje en el punto donde está sumergida la Virgen de los Mares, cerca de la isla de La Roqueta, y luego rezan en el Club de Yates

Abril 16, 2024

El nuncio apostólico Joseph Spiteri y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, lanzaron una ofrenda floral por los desparecidos en el huracán Otis acompañados de los familiares en el lugar donde está la estatua sumergida Virgen de los Mares, frente al islote Yerbabuena Foto: Jesús Trigo

Ramón Gracida Gómez

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y el nuncio apostólico, Joseph Spiteri, lanzaron una ofrenda floral por los desaparecidos del huracán Otis junto con algunos familiares en el mar en el punto donde está sumergida la Virgen de los Mares, cerca de la isla de La Roqueta, y luego rezaron en el Club de Yates, epicentro de las embarcaciones hundidas.
En el acto de la mañana de este lunes estuvieron presentes familiares de los desaparecidos de las embarcaciones Litos, Bacchus, Sereno, Tourbillón, Rose Mary y Mar Azul, quienes rezaron y algunos lloraron junto con las fotografías de sus familiares que buscan.
El punto de partida del recorrido fue el Parque de la Reina, donde monseñor Leopoldo González y el nuncio apostólico, Joseph Spiteri, llevaron una ofrenda floral y Spiteri dijo que “siguen recordando a los desaparecidos, rezando por ellos, pero también con la esperanza que ya están en las manos de Dios; es nuestra consolación en medio de esta tragedia”.
“Es nuestro deber el recordarlos, no solamente en nuestro corazón, pero también en nuestra comunidad de Acapulco, recordarlos también con la oración”, dijo el representante diplomático del Vaticano y comenzó un Ave María pidiendo por los desaparecidos.
Después, ambos jerarcas católicos, acompañados, entre otros, por el párroco de la Catedral de Acapulco, Rafael Valencia, se subieron a una embarcación con los familiares de los desaparecidos por el meteoro el pasado 25 de octubre, y los reporteros en otra lancha.
El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y el nuncio apostólico Joseph Spiteri, lanzaron una ofrenda floral al mar por los desaparecidos del huracán Otis junto con sus familiares en la Virgen de los Mares, cerca de la isla de La Roqueta.
El recorrido en lancha continuó al Club de Yates, donde el nuncio Spiteri siguió con los rezos y lanzó agua bendita, mientras una joven lloraba en la proa de la embarcación frente a la foto de su familiar desaparecido hace casi seis meses.
Antes de zarpar, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, declaró que invitó al nuncio apostólico, aprovechando su visita por la reunión de provincia para la formación permanente de los sacerdotes que inició este lunes, para rezar en la Virgen de los Martes y encomendarle “la seguridad, la tranquilidad, la paz de todas las personas que en esta hermosa bahía prestan sus servicios: los pescadores, los marineros”.
Asimismo, la intención es que los turistas “tengan aquí la paz, el descanso que buscan al venir a contemplar y a entrar a nuestros mares”, y “encomendarle también la reconstrucción que estamos haciendo de nuestra persona, de nuestra familia, de nuestra sociedad, de nuestros hogares”.
“Ha sido grande el esfuerzo de la reconstrucción, fue muy grande el desastre y hemos de continuar en ese esfuerzo”, dijo y agregó que a la par de la reconstrucción física, “se ocupa la reconstrucción de nuestras personas, que en cada uno de nosotros haya la paz, la tranquilidad que nos permita el convivir y el desarrollarnos en nuestros trabajos diarios”.
Monseñor Leopoldo González planteó que la reconstrucción de la sociedad es una súplica a la Virgen de los Mares y un compromiso, “que cada uno de nosotros seamos constructores de paz, nunca una amenaza para nadie”.
El nuncio apostólico, Joseph Spiteri, dijo que llegó a México hace un año y medio, y ha recorrido más de la mitad de los estados, pero “aquí queda uno sin palabras frente a la tragedia, a la destrucción que todavía después de todos estos meses todavía se ve porque fue demasiado, fue enorme”.
“Y, sobre todo, frente al dolor de la gente, no tenemos palabras; nuestra solidaridad, nuestra oración, sin duda”, indicó y agregó que la Iglesia de Acapulco ayudó a los damnificados del huracán categoría 5.
Destacó que los familiares de los desaparecidos tienen muchos problemas burocráticos para tramitar documentos oficiales, “entonces no los dejemos solos, seguimos apoyando a todas estas familias”.