El local está a 20 metros de la Policía Judicial

 

 Jorge Nava Dos asaltantes esperaron, ayer pacientemente sentados en una banca del Zócalo, a que el propietario de la joyería El Calentano abrieran la cortina para cometer un asalto en el que obtuvieron un botín de 400 mil pesos en prendas de oro.

Luego del asalto, según comerciantes de esa área, tranquilamente caminaron por la calle Hidalgo, con dirección a la Quebrada, sin que nadie los detuviera.

La joyería se ubica en calle Hidalgo 3B, de la colonia Centro, y a 20 metros está la comandancia de la Policía Judicial del Estado (PJE), adscrita a la Agencia del Ministerio Público de Delitos Sexuales, a 40, la adscrita a Barrios Históricos, y también se encuentra un módulo de la Policía Preventiva.

Respecto al robo, la comerciante Rosa María Cruz Muller, quien tiene su negocio de copias frente a la citada joyería, y quien es también presidenta de la organización civil Por nuestros niños y niñas guerrerenses, manifestó su indignación sobre el robo cometido a las 10 de la mañana.

La misma opinión fue expresada por el joyero Juan Manuel Guillén Peñuelas, porque también el pasado 8 de octubre de 2002 le robaron 25 kilos, en prendas de oro.

De acuerdo con un boletín de prensa, la Policía Preventiva informó que a las 11:22 horas de la mañana, les hizo saber el policía Orlando Salgado Tenorio que se cometió un asalto “a mano armada” a la joyería, propiedad de Alvaro Rojas Rojas, que explicó que dos individuos se introdujeron al interior de su negocio como clientes, en donde uno de ellos sacó una pistola.

En declaraciones a El Sur, Alvaro Rojas manifestó que abrió la cortina de su negocio con apoyo de su hijo del mismo nombre, y sacaba una planta cuando llegaron los hombres, posteriormente uno sacó una pistola y le apuntó a su hijo y a él.

Rojas indicó que después del robo, acudió con la PJE adscrita a Delitos Sexuales, quienes le pidieron que fuera con sus compañeros de Barrios Históricos porque no les correspondía.

Rosa María Cruz declaró que supo del robo a su vecino e inmediatamente activó el botón de enlace la Policía Preventiva, donde le contestaron a los 45 minutos de insistir.

Al ver que no le contestaron, dijo que acudió al módulo de la Preventiva, en el cual alcanzó a un policía que ya se retiraba del lugar.

La comerciante puso en duda el desempeño de la Policía municipal porque expreso que no es posible que mientras estuvieron las Fuerzas Federales de Apoyo no se cometió ningún robo, y ahora que ya no están se vuelven a cometer.

“No es posible que dependa de la seguridad federal el estado y el municipio”, soltó.

Se atrevió a considerar que los mismos policías en general “se prestaron” porque no se encontraban ni prestaron el auxilio cuando se les pidió, en el caso de la PJE.

Rosa María Cruz señaló que, en el caso de la Preventiva, acudió después de comunicarse al teléfono personal del secretario de Protección y Vialidad, Antonio Valenzuela Valdez.

Expreso que ya esta cansada de esta situación porque incluso los comerciantes les informaron, en ocasiones anteriores, a los Preventivos de dónde venían los asaltantes que constantemente cometían robos en esa zona, antes de la llegada de las Fuerzas Federales de Apoyo.

Juan Manuel Guillén subrayó que el robo, “es un grito de la inseguridad”, porque lamentó que se cometió en un negocio donde tiene cerca dos comandancias de la PJE y un módulo de la Preventiva.

Se quejo que judiciales de una de las comandancias le negó el apoyo a su compañero Alvaro Rojas, “qué podemos esperar”, por eso advirtió que nuevamente comenzarán las protestas contras los gobiernos porque percibe que sólo así trabajan.

Recordó que en su caso, la alarma de su negocio esta conectado a un sistema de seguridad que envía la señal a la Secretaría de Protección y Vialidad, cuando el día que se cometió el robo en su agravio, se argumentó que nunca sonó nada. Con ese antecedente acusó que los Preventivos “apadrinan y sirven de escolta” a los asaltantes.

Anunció una serie de protestas en la ciudad, en la que consideran distribuir volantes en la caseta de La Venta de la Autopista del Sol, donde le indicaran a los turistas que tengan cuidado, y externo que “quieren traer turistas y no pueden cuidar lo de la casa”.

La denuncia del joyero quedó asentaba con el número Tab/BH/0198/2004.