En el paraje conocido como El Fraile, decenas de campesinos acuden a recibir dos sacos, cada uno de 50 kilos, para tener el alimento primordial que es el maíz para tortillas. Todo el producto llegó en tráiler y fue descargado por los mismos beneficiarios
Febrero 06, 2024
Karina Contreras
Campesinos de comunidades de los bienes comunales de Cacahuatepec recibieron, de la organización Oxfam México, 40 toneladas de maíz de las 150 que se entregarán en la zona rural del puerto, afectada severamente en sus sembradíos por el huracán Otis en octubre pasado.
En el paraje conocido como El Fraile, decenas de campesinos acudieron para recibir dos sacos, cada uno de 50 kilos, para tener el alimento primordial que es el maíz para tortillas. Todo el producto llegó en tráiler y fue descargado por los mismos beneficiarios, para después ser entregados en propia mano por los representantes en México del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam).
En el lugar, los campesinos fueron formados por comunidades, con copia de credencial en mano y un papel que se les dio para saber cuántos sacos iban a recibir, de acuerdo con los integrantes de la familia, mismos que les fueron entregandos. Bajo los intensos rayos del sol del mediodía, los campesinos fueron recibiendo su apoyo y si eran mujeres, los hombres les ayudaban para ponerlos a un lado mientras llegaba algún familiar.
Los beneficiados de la comunidad Cacahuatepec bajaron hacía el río, para cruzar el Papagayo en la panga, por lo cual pagaron 10 pesos. El vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, manifestó que antes del huracán Otis venían sufriendo por la sequía tremenda, que nunca antes se había visto.
Dijo que ya se venía con una pérdida de los cultivos, pero cuando llegó el huracán Otis “termina por darnos el tiro de gracia, donde se perdió al 100 por ciento, sobre todo de maíz criollo e híbrido. Además, las cosechas de jamaica, ajonjolí y de limón, es decir, se tuvo una perdida total”. Agregó el vocero que empezaron hacer recorridos por las comunidades y levantaron censos en las parcelas.
Recordó que en la zona estuvo personal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero (Sagadegro) para supervisar los daños, pero “hasta la fecha no hemos recibido ningún solo apoyo y, por eso, tuvimos que buscar apoyos con organizaciones sociales, con fundaciones y asociaciones civiles, tanto nacionales como internacionales, y gracias a la gestión que hemos hecho llegaron 40 toneladas de maíz”.
“No hay recursos del gobierno, no se ha recibido nada, Sagadegro certificó que las parcelas estaban devastadas y no hicieron nada. Dijeron que iban a dar 7 mil pesos de apoyo ni siquiera eso dieron”, subrayó el vocero. Indicó que se visitó las parcelas de las comunidades más alejadas, como Apangua, Huamuchitos, Apalaní, El Cantón, Huixtlán, de Cabeza de Tigre, El Carrizo, El Rincón que están cruzando el río Papagayo. Así como Las Parotas, Rancho Las Marías, Pochotlaxco, Hilamos, Parotillas, Concepción, Bella Vista Papagayo, Amatillo, Salsipuedes, donde se hizo un censo y se “logró identificar a más de 5 mil parcelas afectadas”.
Indicó que en ese acto de entrega se estaban beneficiando mil 800 familias, pero ya se han apoyado a casi 3 mil familias y casi se está cubriendo con el grano de maíz. Dijo que se les estaban dando de 100 a 150 kilos de maíz por familia y equivale que, al menos, en los próximos dos meses van a tener que comer, pues tendrán tortilla.
Suástegui Muñoz añadió que también han conseguido 5 mil despensas completas y no “raquíticas o mezquinas, como las que da el gobierno”. Otra ayuda que consiguieron son las láminas para vivienda, donde hubo mucha afectación, pero que el gobierno ha negado la situación aunque se le demostró, pero hay 8 mil casas afectadas. Comentó que dieron 12 láminas para un cuarto, por lo menos de de 5 por 5 y han repartido 5 mil, donde se han beneficiado alrededor de 2 mil 500 familias, entre ellas, hay una lámina reciclada que viene de Perú.
Recalcó que el apoyo viene de un sin fin de fundaciones que han venido a Cacahuatepec, a quienes han llevado a un recorrido físico y de campo, para no sorprender a nadie. Indicó que la gestión ha sido transparente y no ha habido líderes ni políticos, sino que son los campesinos directamente con las fundaciones. “Como puedes ver el apoyo es directo a las productoras, y productores, amas de casa”, subrayó.
Adelantó, que hoy llegará madera como vigas, soleras, barrotes, lámina y tornillos especiales para colocar en las láminas y, en caso de que venga otro huracán, los techos sean resistentes y no sean tan frágiles para que no se tenga que volver a buscar apoyos para reconstruir los techos.
Los programas no están bien diseñados
Mientras que el gerente de Acción Humanitaria y Justicia Climática Oxfam México, Sebastián Rodríguez Santiesteban, subrayó que son una organización no gubernamental y sin fines de lucro, que cuando sucede un evento como el huracán Otis apoyan a la población que más lo necesita. Informó que la entrega era de 40 toneladas de maíz criollo, para las comunidades de mayor vulnerabilidad en la zona de Cacahuatepec.
Dijo que el objetivo de esa entrega es garantizar el alimento básico para las familias que más lo necesitan y señaló que desde noviembre “hemos estado haciendo un levantamiento, que se llama Evaluación de Daños y Necesidades, con la finalidad de detectar cuál es la población que se encuentra en mayor vulnerabilidad después del desastre”. Agregó que a partir de ese análisis se determina cuáles son las comunidades más necesitadas y se determinó que en los bienes comunales es donde había mayor necesidad de apoyo.
Rodríguez Santiesteban explicó que ellos ven temas de seguridad alimentaria, recuperación de medio de vida y, adicionalmente, se ven temas de mejoras de infraestructura y servicios de agua, saneamiento e higiene, así como temas de género y protección. Se busca que las personas que han sido afectadas por un desastre puedan ejercer sus derechos básicos después de un evento de este tipo.
Se le preguntó qué han arrojado ese estudio que están haciendo y respondió: “Vemos que ha ido una situación en donde hay un abandono sistémico, en términos generales, en donde se ha perdido un poco del tejido social y esto es ocasionado por esquemas, en términos generales, de programas que no están bien diseñados y adaptados para mejorar la calidad de vida de las personas, sino con un foco más asistencialistas, lo cual ha ido en decremento de la población. Adicionalmente, el tema de seguridad ha sido una situación que ha ocasionado que se vaya distorsionando aún más el tejido social”.
Añadió que en su recorrido han visto que en lo general, las comunidades rurales en cierta manera han perdido la colectividad, aunque todavía se puede ver ese sentido comunitario y que se puede recuperar, pero “se tiene que llevar un proceso de fortalecimiento de capacidades y con la intención de incentivar un esquema de la reducción de riesgo de desastre, pero es un compromiso y corresponsabilidad con las mismas comunidades”.
Precisó que desde Oxfom no quieren simplemente replicar un modelo asistencialista, sino más bien, generar un esquema de confianza, tanto de comunidades como organizaciones se sociedad civil, y “construyamos un futuro mucho más equitativo y de una manera que sea bajo un esquema de participación e inclusión, de todas las posturas y posiciones, sin importar posturas políticas”.
Dijo que con esa entrega se asegura la seguridad alimentaria, en una segunda entrega serán kit de higiene y mejorar prácticas de manejo de agua, saneamiento en las comunidades y, posteriormente, se va avanzar con instalar sistemas de potabilización en diez comunidades, pero es un proceso al que se tiene que llegar luego de un acuerdo entre la comunidad y la organización, en términos técnicos, para apoyar y determinar qué sería la forma más adecuada para darle mantenimiento y operación a su sistema.
Se le preguntó si esa entrega de apoyo no podría considerarse asistencialista y el gerente de Oxfam, Sebastián Rodríguez, dijo: “Se puede percibir como una ayuda asistencial, pero el foco está basado en las necesidades y en los alimentos que se veían más apremiantes. Si te fijas el tipo de despensas que entregaron al inició eran donde se tenía atún, fríjol, muchos enlatados, muchos que en estas comunidades de la zona no consumen. Nosotros, después del levantamiento, nos comentaron que lo prioritario era es tener el maíz para poder consumir tortillas, preparar atoles y diferentes productos que nos ayudan a tenerlos de forma saludable”.
Subrayó que con ese primer apoyo entregado por la organización quieren garantizar la seguridad del alimento y el siguiente paso es buscar un esquema para que puedan tener técnicas agropecuarias, pero se tiene que ir trabajando de forma conjunta, por lo que para “nosotros lo más importante ahorita es mitigar y salvaguardar la vida y, por ello, por eso se prioriza a las familias más vulnerables, en términos que son personas que tienen adultos mayores, que tienen niños pequeños, madres lactantes y, por ende, es garantizar que estas familias tengan este tipo de apoyos”.
Agregó: “Ya en una siguiente etapa, que es de recuperación temprana, es cuando ya iniciamos un proceso ya más de mediano y largo plaza, pero es bajo un acuerdo mutuo entre las comunidades y Oxfam. En ningún momento nosotros vamos a imponer, sino más bien vamos a construir de forma conjunta”.