Trabajadores de intendencia y de seguridad del hospital general Donato G. Alarcón, en
Ciudad Renacimiento, pidieron que si fueron despedidos se les pague conforme a la ley o
de lo contrario los ratifiquen, pues no les han informado que pasará con ellos cuando
empleados contratados por la empresa privada Jobamex los desplacen de sus puestos.
Esto luego de que supuestamente el 1 de enero por el administrador del nosocomio, José
Flores Salgado, los cesó, los trabajadores de intendencia y seguridad siguen con sus
labores pues argumentaron que el director no les ha informado de ninguna baja.
Sobre el despido masivo de 40 trabajadores, el jefe del departamento de Seguridad, Julio
Antonio Rondín Lorenzo, explicó que el 28 de diciembre de 2006 el administrador les
advirtió que a partir del 1 de enero serían dados de baja porque entraría una empresa
privada en el hospital.
Dicha empresa, explicó, pertenece a parientes del administrador, de nombres Jaime
Badillo Escamilla y Sergio Torreblanca, y las oficinas se encuentran en la Costera frente al
hotel Playa Suite.
El jueves al preguntarle a Edith Astudillo, secretaria del director del hospital, Juvenal García
Robledo, ésta aclaró que su jefe desconocía que una empresa privada desplazaría a los
trabajadores, mientras que el jefe del personal de seguridad indicó que el administrador
toma decisiones sin consultarlas con los directivos.
Agregó que José Flores “tiene esa consigna y no hay una gratificación ni finiquito para el
despido”.
Señaló que entre los trabajadores que serían afectados si hay bajas hay algunos con más
de 10 años en el nosocomio, incluso hay familiares del administrador trabajando “sin hacer
nada y cobrando”.
Por su parte, Carlos Calderón, de intendencia, declaró que el miércoles se reunieron con el
director del hospital y éste les aseguró que trabajarían normal aunque la empresa privada
estuviera también y hasta que se confirme su situación.
Agregó que desde el lunes de la compañía privada llegaron varios trabajadores para el
área de seguridad y que el martes se rumoró que había dos personas más en intendencia.
Insistió que continuarán “checando tarjeta porque no hay nada escrito, nada oficial”.
El afectado precisó que la empresa es fantasma porque no está registrada y que su gente
no está capacitada.