El coordinador del Programa de Apoyo a la Reducción de Riesgos de Desastres del PNUD en México, Xavier Moya García, informa de la publicación de una guía especializada de recomendaciones técnicas de reconstrucción
Abril 18, 2024
Ramón Gracida Gómez
El coordinador del Programa de Apoyo a la Reducción de Riesgos de Desastres del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, Xavier Moya García, indicó que en el paso del huracán Otis se conjuntaron la vulnerabilidad de la infraestructura de las zonas pobres y de la zona turística, y la fuerza del meteoro del 25 de octubre.
“No necesariamente un fenómeno, por muy fuerte que sea, causaría el daño y las pérdidas que causó el Otis”, dijo el integrante de la agencia internacional, quien participó en la primera sesión del subcomité regional Acapulco del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Guerrero (Copladeg), e informó de la publicación de una guía especializada de recomendaciones técnicas de reconstrucción.
El acto se llevó a cabo este miércoles en el salón de usos múltiples del Instituto Tecnológico de Acapulco (ITA) y Moya García dijo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estuvo presente desde los primeros días después del paso del meteoro del 25 de octubre por la solicitud del gobierno de México, “para apoyar con acompañamiento técnico y, en lo posible, también financiero, las tareas de recuperación y reconstrucción”.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lideró esta etapa y a finales de diciembre comenzó la etapa de recuperación y reconstrucción, que incluyen cinco líneas de trabajo: reconstrucción resiliente de la infraestructura turística de Acapulco; seguridad y resiliencia hídrica; recuperación de las pequeñas economías locales; reforzamiento de los sistemas y protocolos de protección civil y gestión de riesgos; y coordinación con sociedad civil y sector privado para apoyar los esfuerzos de reconstrucción gubernamentales.
Expuso que la construcción principal de Acapulco fue en la segunda mitad del siglo XX, “cuando había mucha menos información sobre los temas climáticos, entonces, si bien las estructuras de los edificios antiguos resisten los sismos porque fueron construidos con ese enfoque, pero no estaban preparados para los huracanes”.
“Entonces lo que teníamos es una ubicación muy expuesta a estos fenómenos; y una gran vulnerabilidad, no sólo de las zonas más pobres, de las zonas marginadas o rurales, suburbanas, etcétera, sino también de la infraestructura turística, que es donde se concentra la inversión”.
Recordó que Otis fue atípico porque se desarrolló de manera muy rápida, entonces “se conjuntaron esa vulnerabilidad, previa a esa exposición, con la llegada de un fenómeno muy fuerte”.
Enfatizó: “no necesariamente un fenómeno, por muy fuerte que sea, causaría el daño y las pérdidas que causó el Otis”, pero que también es una oportunidad para reconstruir la ciudad con menor vulnerabilidad y una mayor gobernanza y mayor participación para reducir ese nivel de riesgo, el cual “sí podemos manejar nosotros, lo que no podemos manejar es la fuerza de los fenómenos naturales”.
Dijo que el ser más o menos vulnerables ante estos fenómenos cada vez más frecuentes por el cambio climático “depende de políticas públicas, de voluntad política, de voluntad de los actores privados también, de los inversores, y finalmente conciencia de la población”.
Las autoridades les pidieron a PNUD, la cooperación técnica alemana GIZ, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), “una guía especializada con recomendaciones técnicas” de reconstrucción para casas, que por muy precarias que sean, pueden tener techos fijados de forma anticiclónica.
Pero el documento tiene más detalles para los hoteles, los condominios y los restaurantes sobre los paneles, paredes, techos, pisos, estacionamientos, antenas en los techos y paneles solares.
Moya García comentó que este documento se ha actualizado cada mes con los constructores y probablemente en junio la guía ya tenga un diseño presentable; informó que, junto con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, “se han dado muchísimas pláticas de cómo aprovechar este dinero que está dando el gobierno federal a través de Bienestar para mejorar la casa”.
Un nuevo proyecto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) va a ayudar a las viviendas más pobres, lo cual es prioritario “porque está en juego la vida y el patrimonio de las familias”.
El coordinador del Programa de Apoyo a la Reducción de Riesgos de Desastres del PNUD dijo que les interesa que la infraestructura y que la recuperación económica no sean tan vulnerables, porque “se pierde mucho más en lo que son pérdidas económicas, es decir, en lo que dejas de vender” y que afecta a una gran cadena de trabajadores, como la falta de turismo en Acapulco.
A pesar de que ya casi se cumplen seis meses del paso del huracán categoría 5, Moya García consideró que todavía están a tiempo de aplicar esta guía especializada de recomendaciones porque el 90 por ciento de los hoteles, restaurantes y condominios apenas se están reconstruyendo.
Hoy se firmará un convenio en la Convención Bancaria para que el sistema financiero coadyuve con la reconstrucción dando créditos no tan caros y hay pláticas con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) para que las pólizas nuevas pidan cumplir con los nuevos lineamientos de construcción; también se planea para el segundo semestre de 2024 una revisión de los códigos de construcción del estado, de la ley de planeación y del reglamento de construcción de cinco municipios costeros.