El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes del Estado de Guerrero, David Abarca Rodríguez, consideró que es urgente renegociar las tarifas de hotel para lograr mayor competencia en el mercado de turismo de alto nivel adquisitivo, pues en 2006 Acapulco siguió en declive en ese aspecto.
El recientemente designado presidente de la AAVEG señaló en entrevista que Acapulco se ha quedado rezagado en cuanto a la preferencia de diferentes segmentos de turismo como el extranjero, y que debido a la fuerte competencia entre hoteles para lograr mayores ventas los precios de habitaciones “se han ido para abajo”.
Abarca Rodríguez indicó que los agentes mayoristas y touroperadores locales y extranjeros ya buscan otras alternativas para dar a sus clientes, sobre todo cuando destinos que han renovado su infraestructura como Cancún son una fuerte competencia a nivel nacional.
Opinó que en cuanto a tarifas Acapulco y Cancún son similares, pero que sin duda los turistas optan por los mejores precios y la mejor calidad, lo cual no se ofrece del todo en Acapulco.
Aseguró que en esta playa se hacen esfuerzos importantes por parte de cadenas y consorcios hoteleros para remodelar y rehabilitar sus instalaciones, aunque consideró que estos esfuerzos, llevados a cabo sobre todo por hoteles que tienen un respaldo corporativo atrás como el Fiesta Americana, no pueden hacerse en todos los casos.
“No hay planes de remodelación actualmente, con excepción de algunos hoteles de corporativos grandes y si las hay son remodelaciones parciales o paliativos, sin llegar a hacer renovaciones estructurales”, dijo.
Expuso que urge una coordinación real entre hoteleros, agencias y las autoridades municipales y estatales para dar incentivos fiscales y créditos, a fin de que los empresarios emprendan la restauración de sus hoteles.
David Abarca dijo que hay mercados potenciales de turismo que no han sido explotados por las políticas de promoción locales, como la zona del Caribe, que a pesar de contar con todo lo que un destino de playa requiere tiene precios exageradamente caros, por lo que es una ventaja competitiva que hay que aprovechar para que Acapulco sea un destino cada vez más competitivo.