María Avilez Rodríguez

Chilpancingo

En la capital, los Reyes Magos gastaron hasta tres mil pesos por dos niños en la compra de juguetes, y se quejaron que en comparación con el año pasado los precios de los productos aumentaron.
En un recorrido en el centro de la ciudad se constató que incluso algunas calles como la Baltazar R. Leyva Mancilla y República del Salvador fueron cerradas para evitar que los vehículos pasaran y permitir a los vendedores colocar su mercancía.
Una reina, Laura Barrera, contó que tiene dos niños y que este año se gastó tres mil pesos, “mis hijos me pidieron una bicicleta, muñecas y su aguinaldo”.
Consideró que los precios aumentaron en comparación del año pasado, “subió como todo. Cada año procuro comprarles para hacerlos felices aunque sea una vez al año”.
Laura dijo que debido a la pandemia los niños han estado aislados por lo que ve una oportunidad para alegrarlos llevándoles sus reyes.
Además de los juguetes, informó que le compra una rosca, aguinaldo y piñata, “para pasar un rato agradable”.
La bolsa de la reina mago estaba llena y trataba de comparar precios para ahorrar un poco, “de la lista que me dejaron mis hijos compraré lo más elemental porque no me va alcanzar”.
Una vendedora de juguetes, Rosalinda Alcaraz, informó que en comparación del año pasado hay más “movimiento” las personas se animan más a salir y más porque la mayoría porta cubrebocas.
En cuanto a los precios, detalló que el juguete más caro que tiene es un carro de control remoto que cuesta 650 pesos y el más barato está hasta 10 pesos, que son unas burbujas o antiestrés.
Los comerciantes no aplicaron medidas sanitarias como la sana distancia, lo que ocasionó que hubiera aglomeraciones, incluso la mayoría no portaba el cubrebocas o lo tenían en la barbilla.
En las banquetas de las avenidas principales de la ciudad hubo varios puestos ambulantes en los que se podían encontrar desde juguetes bélicos, muñecas, carros, aviones, instrumentos musicales y casas de madera, entre otros.