Daniel Velázquez

“Viva Acapulco”, fue una expresión que lanzó un visitante en playa Icacos la medianoche del domingo, luego del espectáculo de pirotecnia con el que el gobierno del estado celebra la conclusión de un año y el inicio de otro.
El grito fue replicado por otro vacacionista: “chinga tu madre Otis”. La mayoría de las personas congregadas en la playa en el acceso Francia ignoraron esos gritos. Algunos prendieron bengalas, otros comieron uvas y todos se dieron abrazos.
En la playa las mesas se rentaban en 850 pesos. A la media noche había unas tres mesas vacías, nadie las rentó. La playa lucía llena pero no repleta. Sobre la franja de área había amplios espacios por los que se podía caminar e incluso sentarse, contrario a otros años cuando la zona de playa es un área difícil de transitar por la cantidad de personas que se congregan.
Al concluir el espectáculo de fuegos artificiales de manera unánime e impulsiva la gente empezó a aplaudir y después siguieron con los abrazos y a comer uvas.
La escasa presencia de vacacionistas permitió que los locales disfrutaran el espectáculo de pirotecnia sin aglomeraciones. La avenida Costera estuvo vacía. Era posible transitar en la vía, cuando en años anteriores la vialidad se convierte en un extenso estacionamiento pues no hay lugares para estacionarse debido a la cantidad de personas que se congregan en el área de playa.
Se constató que la mayoría de los asistentes al espectáculo eran locales porque minutos después de que concluyó el espectáculo las personas empezaron a retirarse. Así como entraban en grupos a la playa, así salían para dirigirse al sitio donde habían estacionado sus automóviles.