Jacob Morales Antonio

Playa Condesa se ha convertido en una área abandonada y que sirve para los bares y discotecas de la Costera como bodega o espacios para amontonar mobiliario viejo, y sin uso.
Desde el acceso que está a un costado del restaurante Bambú hasta el acceso ubicado a un costado del hotel Fiesta Americana son poco más de un kilómetro de playa, donde la tarde de este domingo se observaron botes de plásticos y otros objetos expulsados por el mar y que no fueron retirados.
Mientras la parte superior donde están los bares y las discotecas que dan a la costera luce en buenas condiciones, la parte baja tiene un aspecto de una obra de construcción abandonada, y donde lo único que hay son mobiliario arrumbado.
El restaurante Bambú tiene una parte del restaurante funcionando en la parte baja pero hay una zona donde tiene mobiliario arrumbado, y no ocupa la zona de playa. Unos metros adelante, está el club de playa Oleaje, el único negocio abierto con camastros y camas en la playa.
A los lados de este club, el panorama no es nada llamativo, ni atractivo. Paredes descuidadas, estructuras oxidadas, o lonas deterioradas que cubren los espacios, y donde se observó a personas en situación de calle.
Metros adelante, está la discoteca La Langosta Feliz que ocupa parte de la zona baja para que los visitantes se diviertan, sin embargo no ocupa la zona de la playa. A unos pasos más, está la discoteca Paradise que también ocupa la parte baja para realizar eventos, pero tampoco ocupa la zona de playa.
A un costado está el bungy, una estructura de metal que luce corroído, y una gran alberca vacía y en mal estado. Desde la zona de la playa se observa una postal desoladora, muros cuarteados y cascajos de la pintura que no resistió el intenso sol.
Justos al lado, las ruinas de lo que fue el restaurante Beto Condesa, cuyos trabajadores están en huelga desde el 30 abril de 2021, desde la playa se ven las palmeras secas en las macetas, el mobiliario amontonado y podrido, aún el techo de palma del área de cocina resiste.
El área con más vida de la playa es la parte donde están las piedras, entrando por el acceso que está a un costado del hotel Fiesta Americana, pero al bajar las escaleras hay mal olor y se observa la basura tirada por doquier. Justo en la entrada hay una señora vendiendo tacos, y mantiene un tanque de gas abajo de la mesa donde cocina.
A decir de la presidenta de Asociación de Bares y Discotecas de Acapulco, Sofia Mata Corona, reconoció que el área está abandona, pero indicó qué hay tres factores, la primera la falta de inversionistas, las dificultades que han encontrado en las dependencias federales para que les otorguen los permisos para poder realizar las remodelaciones, y por último que la zona es directamente golpeada por el fuerte oleaje y cuando hay mar de fondo las olas desgastan los cimientos y estructuras de los negocios.
Indicó que la asociación tiene un proyecto elaborado de recuperación de la zona de playa, y espera pronto presentarlo a la Secretaría de Turismo del estado para que intervenga y reclamó la falta de voluntad del gobierno estatal para apoyarlos en bajar recursos federales para poder darle otro rostro a la zona de playa de la Condesa.