Aurora Harrison

A más de cinco meses del huracán Otis, la playa Manzanillo sigue siendo ocupada por las embarcaciones que resultaron afectadas por el meteoro, por lo que ciudadanos de esa zona solicitan a las autoridades de los tres órdenes de gobierno su limpieza y recuperación.
Por varios años, en esa zona funcionó como un astillero de lanchas, pero fue recuperada para su uso turístico por las autoridades en 2020, porque se pensó en hacer una playa incluyente. Sin embargo, con el huracán, varias lanchas quedaron varadas y a la fecha no las han retirado.
Este lunes, durante un recorrido por el lugar, se observó que los turistas que acudieron a esa zona, para disfrutar del mar, tuvieron que colocar sus sombrillas entre las embarcaciones dañadas.
En el área de playa hay embarcaciones que ya están siendo desmanteladas y otras que están siendo reparadas, por los mismos prestadores de servicios turísticos.
La zona del paseo del pescador se ve en mal estado, sucia y deteriorada. En el área de playa hay varias embarcaciones unas destrozadas, otras están siendo remodeladas.
Antes de que ocurriera el huracán, en esa playa el área de arena era más amplía, incluso prestadores de servicios turísticos podían colocar sillas. para dar servicio a los turistas que llegaban. En la actualidad no se puede colocar mobiliario de playa, el área está totalmente ocupada por las embarcaciones dañadas.
Vecinos dijeron que la recuperación de esa playa costó muchos años y que no se debe uno de acostumbrar a vivir de esa manera, que las embarcaciones deben ser retiradas de esa zona y que se construya un astillero en otro lugar, para que ahí se las lleven a reparar. Dijeron que se debe dar un plazo para que las lanchas las quiten y si no, empezar a multar.
El oceanólogo Efrén García Villalvazo recordó que el huracán Otis tomó por sorpresa a todos y en este proceso de recuperación se están tolerando varias cosas, que en un futuro se podrían volver un problema y que se debería de evitar. El caso de esta playa, recordó que costó muchos años recuperar esa zona para hacerla un área incluyente.
“Las tolerancias no deben ser de manera permanente, porque será un problema”, dijo y citó el caso de los restaurantes que están en esa zona, varios de los cuales resultaron con daños, pero ahora con el huracán los propietarios remodelaron y “están invadiendo espacios públicos”.
Consideró que la autoridad ha estado siendo “negligente ante esos hechos”, que lo mismo va a pasar con las embarcaciones que están siendo “amontonadas, porque no hay otro espacio”.
Recordó que la autoridad tiene una multa pendiente en contra de la gente que utilizó esa zona como astillero y no ha ejecutado la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), porque “no quiere alborotar a la gente, porque es un dineral de multa”.
“Se tiene que tomar el control, hay embarcaciones destrozadas y se tienen que sacar con cargo al propietario, porque son una bomba de tiempo, porque a varias no les han sacado el combustible y puede ser contaminante”, dijo el también vecino de la playa.
Abundó que se tienen que dejar las cosas limpias, mejor de como estaba antes del huracán. La playa debe estar limpia, que no haya contaminantes para continuar el proyecto playa incluyente, pues Acapulco requiere de playas que estén en mejores condiciones.
“Tiene que ser la Profepa la que haga cumplir la normatividad, que las lanchas sean retiradas en un lapso no mayor. Se tiene que recuperar, porque el tener una playa limpia y para uso de los ciudadanos no es cualquier cosa”, dijo García Villalvazo.
Recordó que cuando estaba Rafael Navarrete como secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del estado de Guerrero, se hizo una inversión de más de 80 millones de pesos para la rehabilitación del Paseo del Pescador.
La obra incluyó también la indemnización a los prestadores de servicios que estaban en el astillero de Manzanillo, para que retiraran sus embarcaciones, así como el mejoramiento de esa zona para dar una mejor imagen a los turistas.
Ahora, esa zona está deteriorada, sucia, los locales tienen sus fachadas en mal estado, ventanas rotas; además, hay montones de basura y algunas bancas de fierro se desoldaron. En vez de dar una buena imagen para los turistas, éstos se llevan que la zona está descuidada y que no hay interés por mejorar.