Alejandro Guerrero

Iguala

Más de 200 trabajadores de la minera Capela del Grupo Peñoles asentada en la comunidad de Tehuixtla, municipio de Teloloapan, pararon labores la madrugada de ayer y tomaron los accesos a la mina subterránea para exigir la reinstalación de cuatro compañeros despedidos sin justificación durante la noche anterior, así como para reclamar el pago de utilidades.
Por separado, en declaraciones por teléfono el comisario de Tehuixtla, Arturo Armenta Hermenegildo, informó que vecinos de esta comunidad se sumarán al paro de los trabajadores contra la minera, para exigir el cumplimiento de compromisos con el pueblo, entre ellos la reparación de calles y carreteras.
Hasta el cierre de la edición, la protesta continuaba, pues de acuerdo con una de las trabajadoras, los directivos de la empresa sólo les están dando “largas” y los están “ignorando”, mientras que han amenazado a los paristas con despedirlos si no regresan a sus labores.
María Edith Ríos Quezada, una de las trabajadoras despedidas, informó en declaraciones por teléfono que “a base de mentiras” a ella y sus compañeros Arnulfo Linos, Heidi Cortés Hernández y Edgar Arellano, adheridos al Sindicato Nacional Minero Metalúrgico en Frente, con cuatro años de antigüedad en la mina, los mandaron a traer de manera escalonada entre las 9 de la noche del lunes y la 1 de la madrugada de ayer, ella fue la primera.
Contó que la enviaron con el Jurídico de la empresa para informarle que había terminado su relación laboral por un “recorte de personal”, después a sus otros tres compañeros por separado; les pidieron que entregaran todo su equipo de protección personal y que vaciaran sus lockers. Ante estos despidos, cerca de la 1 de la mañana los trabajadores sindicalizados suspendieron labores y poco después tomaron los accesos.
Afirmó que la empresa habla de un recorte de personal cuando le falta completar la planilla, y que incluso el lunes iniciaría la semana de inducción para las nuevas contrataciones, pero lo cancelaron.
Hasta anoche el paro laboral continuaba al igual que el plantón en los accesos, lo que ha provocado la suspensión de actividades, y advirtieron que continuará hasta que les den solución.
Minutos antes de las 9 de la noche, informó que los directivos les ofrecieron una mesa de negociaciones hasta el próximo martes o miércoles, lo cual no favorece a los trabajadores por el amago de levantar faltas administrativas, y por lo que están exigiendo que sea lo más pronto, para que no se perjudique a la empresa ni a los trabajadores que apoyan el movimiento.
Ríos Quezada indicó que los directivos sólo les están dando “largas y nos están ignorando”, a pesar de que han solicitado un diálogo “por la vía pacífica”, pero no hay respuesta a su principal exigencia, que es la reinstalación de los cuatro trabajadores despedidos con sus mismos derechos y sin represalias contra ellos ni los trabajadores que los apoyaron con el paro laboral.
Explicó que son 562 trabajadores sindicalizados, pero en el paro están poco más de 200 por los cambios de turno o por los que descansan; además porque a partir de que inició la protesta se pidió a los del turno de la mañana que no se presentan porque no habrían ingreso a mina, y los vehículos no los fueron a recoger, sólo algunos se incorporaron después por sus propios medios.
Denunció que muchos de los trabajadores que participan en el paro están siendo hostigados y amenazados por directivos y abogados de la empresa con la advertencia de ser también despedidos si continúan en el paro y la toma de instalaciones.
Asimismo indicó que hay la advertencia que si en 72 horas no regresan a sus labores, y al acumular tres faltas, los correrán por abandono de empleo.
La trabajadora despedida mencionó que aunque la prioridad es su reinstalación, también están exigiendo a la mina Capela el pago de utilidades, ya que la empresa argumenta que tiene una deuda con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y que “está en cero” el resultado de la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU).
Durante la protesta de los trabajadores llegaron efectivos del Ejército, pero sólo para tomar conocimiento de los hechos y sacar algunas fotografías, informaron los paristas.