Jacob Morales Antonio

El embajador de Francia en México, Jean-Pierre Asvazadourian, afirmó que “Francia y México trabajan de la mano para fomentar la paz y la seguridad internacional” con el intercambio de conocimientos y ejercicios conjuntos entre los ejércitos.
La tarde de este lunes, se realizó una recepción de bienvenida del portahelicópteros anfibio (PHA), Dixmude y la fragata La Fayette, de la Armada francesa, en el interior del buque anclado en la Terminal Marítima.
En su discurso, el embajador francés manifestó su pesar por el incendio del Mercado Central de Acapulco, que afectó a cientos de familias.
Recordó que es la segunda vez que el buque ancla en mares de México, la última vez que llegó fue en Veracruz en 2019.
Dijo que no es casualidad la llegada de las fuerzas armadas de Francia en México, “hay lazos muy fuertes entre la Marina francesa y mexicana, y son un reflejo de la relación de amistad y confianza que une a nuestros dos países”.
El embajador informó que en México hay 50 mil franceses viviendo, y que es la comunidad más importante en América Latina, además del gran número de artistas, estudiantes, académicos, científicos, empresarios y turistas que eligen viajar entre ambos países.
“Francia y México trabajan de la mano para fomentar la paz y la seguridad internacional. Lo hacemos a través de intercambios entre nuestros ejércitos, además de escalas regulares y ejercicios conjuntos”.
Indicó que Francia acompaña a México en tener una presencia más fuerte en las operaciones de paz y, que la relación con México es prioridad en la legión extranjera, basada en el acuerdo de la Batalla del Camarón, firmado hace 160 años.
Enfatizó que a nivel internacional y en Naciones Unidas, ambos países han “hablado a una sola voz, en los últimos meses, para condenar de la manera mas firme posible, la agresión rusa en Ucrania, por la violación del derecho internacional”.
Jean-Pierre Asvazadourian habló del cambio climático y la cooperación con México para combatir la pesca ilegal, la contaminación causada por plásticos, y recordó que desde marzo ambos países colaboran en el corredor del Pacífico tropical para proteger las áreas marinas de Clipperton, además de la creación de zonas de refugio pesqueros en las costas mexicanas.
Informó que en Francia llegará en dos días el buque escuela Cuauhtémoc, para participar en un encuentro de veleros, y dijo que es la mejor forma de festejar la unidad de ambas naciones. Luego lanzó un “Viva México y Viva Francia”.
En su intervención, el comandante de la Doceava Región Naval, Julio César Penscina Ávila, dijo que la visita del buque es de “suma importancia para la Secretaría de Marina, ya que nos permitirá reforzar la hermandad y la camaradería entre las armadas de Francia y México”.

Señaló que será con el intercambio de experiencias y conocimientos en el manito naval durante la estancia del buque.
En el acto de recepción, realizado en el buque, estuvo también el cónsul de Francia en Guerrero, David Ramírez; el comandante de la Novena Región Militar, Ricardo Flores González; el secretario de Turismo estatal, David Abarca Ramírez, en representación del gobierno del estado; la empresaria Susana Palazuelos y la comunidad francesa en Acapulco.

El poderío del Dixmude

La mañana de este lunes, a invitación de la embajada de Francia en México, se realizó un recorrido en el interior de la embarcación de 23 mil toneladas de peso, 199 metros de largo y 32 metros de altura, en el que viajan 800 tripulantes.
El portahelicópteros anfibio (PHA), Dixmude y la fragata La Fayette, de la Armada francesa, salieron de Toulón el 8 de febrero en la misión Jeannne d’Arc (Juana de Arco), en un viaje de cinco meses, como parte del último aprendizaje y formación de los 160 nuevos oficiales que se graduarán una vez que regresen a Francia.
La última vez que las dos embarcaciones estuvieron en México fue en el 2019 pero en el puerto de Veracruz, y en Acapulco estarán cuatro días. Desde la avenida Costera se puede ver, como si se tratara de un gran muro gris, atracado en la Terminal Marítima.
Las embarcaciones han recorrido los puertos de Yibuti en África Oriental, Kochi en la India, Singapur, Yakarta en Indonesia, Townsville en Australia, Numea en Celedonia, las Islas Fiyi, Tonga, Papeete en Tahití, la isla Clipperton, Acapulco en México, y después se dirigirán al canal de Panamá y de ahí a la Isla de Guadalupe que pertenece a Francia, y volverán a Tolón.
El barco es imponente a pie en la Terminal Marítima, una vez a bordo, a penas y se siente un ligero movimiento provocado por las corrientes del mar. Durante el recorrido los oficiales a cargo explicaron que la embarcación realiza operaciones de asistencia a las poblaciones afectadas por desastres naturales o en caso de una evacuación y proteger intereses franceses.
En cada una de las cuatro áreas visitadas no sólo había personal francés, también latinoamericanos de Colombia y Panamá, que forman parte de los próximos nuevos egresados.
El oficial Kevin responsable de la flotilla anfibia, perteneciente a la Sexta Brigada Francesa de Cooperación, mostró el área desde donde pueden salir dos plataformas marinas con capacidad para ocho vehículos, o tanques blindados a tierra, o en su caso trasladar hasta 50 personas.
En el segundo nivel se encuentra una zona de resguardo y mantenimiento de vehículos. El sargento Lorenzo explicó que puede albergar a más de 30 unidades pequeñas y grandes, que van sujetas de grandes cadenas para evitar que por el movimiento del barco sean dañados, o causen accidentes.
Un gran mirador desde donde se ve la bahía de Acapulco se encuentra en el tercer nivel; ahí se encuentra el equipo de ingenieros mecánicos que mantienen en orden y en perfecto funcionamiento los helicópteros.
El capitán Guillermo indicó que los dos helicópteros medianos que estaban en mantenimiento son usados para reconocimiento; uno más, de mayor capacidad y con artillería, se usa para guerras y puede disparar a una distancia de cuatro kilómetros. En el lugar también había un dron que puede sobrevolar a 12 mil pies de altura hasta por cinco horas.
La embarcación también cuenta con una zona médica con capacidad de 34 camas, que se puede ampliar en un número igual en caso de asistencia a guerra o desastre natural.
La médico mayor Sofía, explicó que en el área de hospitalización se pueden realizar operaciones, tiene un área de escaneo, un laboratorio de biología, y un dentista, y hay cuatro médicos y una enfermera.
Dijo que las enfermedades más comunes durante el viaje son la diarrea, la gripe, infecciones, y caídas. Cuando alguien de la tripulación tiene algún síntoma de alguna enfermedad contagiosa como Covid-19, se le aísla en una área de cuarentena.
El capitán Tomás Ramírez es el encargado de Puente, que es el centro de control de toda la embarcación. En los tableros se pueden apreciar botones de diferentes colores, cada uno con una función específica.
Comentó que el barco puede ir a una velocidad de entre 16 y 18 nudos (33 kilómetros por hora) , pero lo habitual es de 12 nudos, por la capacidad de carga que lleva.
Dijo que los dos motores que tiene la embarcación permiten que esté quieta durante su recorridos por los mares, además que su peso de 23 mil toneladas le permite estar casi sin movimiento.
Por último, los oficiales franceses mostraron la cubierta del barco que tiene la capacidad de mantener y recibir hasta seis helicópteros.
En el barco también hay áreas para ejercicio, como un gimnasio. Por la tarde y noche se observó a varios de los marinos francos bajar de la embarcación con mochila en mano, caminar por la avenida Costera y otros en busca de hoteles.