Mariana Labastida

Restauranteros de Pie de la Cuesta y playa Bonfil están alertas ante el posible incremento del oleaje, y han retirado parte del mobiliario y si ven un aumento considerable en la fuerza de las olas, irán retirando otras instalaciones.
La presidenta de la Unión de Propietarios de Negocios de la zona Turística de Pie de la Cuesta y Avecindados, Nelly Mejía Cienfuegos recalcó que cuando las olas llegan a las construcciones avisan a las autoridades para que estén atentos de las posibles afectaciones que se puedan presentar.
Las autoridades estatales y municipales alertaron por el incremento de oleaje a partir de ayer por la presencia del fenómeno de “Mar de fondo”, por el cual se esperan olas de 1.5 a 2.1 metros de alto, con una frecuencia de 17 a 19 segundos, desde Jalisco hasta Chiapas, incluyendo Guerrero.
Ante dicha alerta, el presidente de la Asociación de Restauranteros de Playa Diamante, Sergio Mejía Vargas dijo que ya dieron el aviso del oleaje, y cuando se detecta que podría ser más intenso de lo que se esperaba, envían mensajes durante el día para irnos informando.
Ante el aviso, lo primero que hacen los restauranteros es retirar de la zona de arena sillas y mesas, las cuales guardan lejos de la playa para evitar que sean arrastradas por el mar.
“Si estamos en el día, que no ha sucedido nos apoyamos entre todos, cuando la marea empieza a escarbar demasiado nos ayudamos para salvar la palapa y la madera, todo tiene un costo y los que nos dedicamos a esto sabemos que es una inversión de por lo menos 20 mil pesos”, dijo Sergio Mejía.
También advierten a los turistas que no pueden ingresar al mar porque hay “demasiada corriente” y es un riesgo, para evitar incidentes con los bañistas.
Además se preparan con costalillas que llenan de arena para hacer pequeñas barreras que amortigüen el oleaje y evitar que choquen directamente las olas con las construcciones y pueda socavar las bases.
Por su parte, Mejía Cienfuegos indicó que están siempre al pendiente del comportamiento del oleaje para darse cuenta cuando está subiendo más de lo normal, y podría ocasionar daños como ha ocurrido en ocasiones anteriores, cuando el mar ha arrasado con palmas, postes y parte de los restaurantes al alcanzar las construcciones.