Sin llegar a ningún acuerdo en el pago justo de utilidades o de la gratificación adicional que exigían, la tarde de ayer, trabajadores de la sucursal Sam’s Club de Iguala que habían parado labores la mañana del martes finalizaron su movimiento, y algunos de ellos regresaron a sus actividades tras acordar únicamente que se revisarán sus demandas en mesas de trabajo internas.
El martes, desde las 7 de la mañana unos 80 de los 130 trabajadores pararon labores y se plantaron en las entradas principales de la tienda de autoservicios ubicada en el periférico sur de Iguala.
Ayer a las 11 de la mañana, los trabajadores en paro se reunieron afuera de la tienda, en el área de comida, con directivos de la cadena comercial y sus jefes de la sucursal Iguala, reunión a la que luego se incorporó el secretario del Trabajo del gobierno estatal, Oscar Rangel Miravete.
La petición de los trabajadores era un reparto justo de utilidades, ya que este año les entregaron entre 200 y 500 pesos, a diferencia de los dos mil 700 del año pasado; un ejecutivo de la cadena comercial del que no se supo su nombre, informó de forma tajante a los empleados que no habría ningún pago adicional a las utilidades que les dieron.
“La decisión de la compañía es no pagar esta compensación porque no es su obligación, porque decidió que no se está compensando una cosa con la otra. Lo único que les podemos confirmar es que este año la compañía no dará esa compensación, no tenemos otra respuesta a nuestra petición, la decisión de pagar una compensación extraordinaria en este año ya no es una opción, ya cerraron el año fiscal y ya cerraron todo el proceso, ya decidieron no hacerlo. El reparto (de utilidades) se pagó correctamente”, indicó el funcionario.
Dijo que el único compromiso es seguir trabajando para revisar sus áreas de oportunidades y sus necesidades a través del departamento de recursos humanos, “para seguir adelante”.
Informó a los trabajadores que van a seguir recibiendo sus 30 días de aguinaldo, su sueldo establecido y las prestaciones estipuladas en su contrato firmado.
El compromiso que asumió con los trabajadores que pararon actividades, es que no habría ningún tipo de represalia ni sanciones y no se les descontarán los dos días que no trabajaron. También se comprometió a darle seguimiento a sus quejas y revisarlas de manera personalizada.
Por su parte, los trabajadores demandaron un mejor ambiente de trabajo, mejor trato de los jefes inmediatos, que no haya preferencias entre los trabajadores, que se revise el tabulador y se nivelen los salarios, que se dé mantenimiento a las estibadoras y que a los trabajadores del área de panadería no se les cobren ni descuenten las degustaciones que se dan a los clientes de la tienda, ni la mercancía que no se venda y se eche a perder.
Después de mediodía se incorporó a la reunión el Secretario de Trabajo del gobierno del estado, Oscar Rangel, quien dijo a los trabajadores que él no iba del lado de la empresa sino de ellos, sin embargo les pidió insistentemente que levantaran su protesta y permitieran abrir la tienda, bajo la advertencia que él sólo los podría defender hasta ayer, que la empresa daba la oportunidad de no aplicar sanciones ni descuentos.
Ofreció reunirse dentro de un mes con los trabajadores para darle seguimiento a sus planteamientos y verificar si éstos ya se están cumpliendo por parte de la empresa. Dijo que a partir del 1 de junio iniciarán inspecciones en las empresas para verificar que hayan cumplido el reparto de utilidades.
Pidió a la empresa que revise sus políticas de compensación para el reparto de utilidades del próximo año, “porque lo que aquí pasó es porque hay algo malo, y que sirva para que la empresa reflexione sobre lo que no está funcionando bien… dicen que a veces hay que patear al perro para que deje de morder”.

No habrá represalias, promete el secretario del Trabajo

Señaló que sería garante de que se cumpla el acuerdo de que no habrá ningún tipo de represalia ni sanciones para los trabajadores que participaron en el paro, ni que sean despedidos o se les apliquen descuentos.
Después de casi cuatro horas de diálogo, los trabajadores en paró de labores acordaron entregar la tienda, pero advirtieron que no regresarían a laborar; se retiraron del lugar casi a las 3 de la tarde.
Unos 40 trabajadores que aceptaron regresar a sus labores retiraron los carritos para las compras que obstruían las entradas, y en seguida se abrió la tienda a los clientes.
La mayoría de los trabajadores se retiró y la tienda se abrió con sólo tres cajas. Una comisión de ocho trabajadores que apoyaban el paro entraron a la tienda para dialogar con los representantes que fueron enviados de la ciudad de México, y después de las 4 de la tarde salieron.
Informaron que se mantuvo la postura de que no se les dará ninguna compensación extraordinaria y que sólo se revisarían las quejas laborales.
También informaron que hoy regresarían a trabajar todos de forma normal, y no descartaron participar en el paro nacional convocado para este sábado.