Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

Recuerda Pablo Gómez que en la elección presidencial de 1976, amigos suyos imprimieron una revista con la fotografía de su candidato: Carlos Marx, con la frase: “Nuestro candidato no tiene registro”.
Ese año, los panistas no se pusieron de acuerdo y acabaron sin candidato; el Partido Comunista propuso a Valentín Campa, pero como no tenían registro ni se contaron sus votos. El priista José López Portillo fue candidato único.
Los amigos de Gómez sólo querían señalar que había otra opción frente al tricolor.
Eso semeja ahora la postulación Pablo Gómez para la dirigencia del PRD.
Mientras adentro se da por hecho que Nueva Izquierda sacrificará a Beatriz Mojica, frente a Alejandra Barrales, de Vanguardia Progresista, a cambio de que le dejen al PRD capitalino, Gómez, de Alternativa Democrática Nacional, ni se inmuta.
“En el PRD todo se negocia, es como un mercado, pero eso es lo que hay que superar. Que negocien los que negocian, yo no negocio nada”, advierte.
Sobre el futuro que propondría al perredismo, Gómez considera que deben respetar la línea política que el Congreso Nacional aprobó en 2015 y que a la fecha no se ha publicado.
“La línea estaba en la página de Internet, pero no sé por qué la bajaron”, dice.
El representante de su partido ante el INE, que cumplirá 70 años en octubre, subraya que la línea política aprobada el año pasado mandata buscar la unidad de las izquierdas, aunque en el caso del PAN, acepta, se puede, “en determinadas circunstancias”.
Sobre la posibilidad de ir en alianza con el panismo en el Estado de México en 2017, dice que prefiere ir la izquierda.
Será que sabe que tiene pocas posibilidades de ganar este sábado o no le preocupa mucho el futuro, ni tampoco la “ingobernabilidad” entre las tribus a la que Agustín Basave achacó su renuncia a la presidencia.
“Los partidos no se gobiernan, excepto cuando son de filiación obligatoria, los partidos se dirigen. Hay un error teórico ahí. Si él no pudo dirigir, bueno, pero que no diga que es ingobernable”, apunta.
El ex presidente interino del PRD explica cómo poner orden entre las corrientes.
“Tenemos que establecer un código de disciplina. Dar estructura moral a la dirección del partido y a sus gobernantes y aplicar de manera conjunta la línea política”, sostiene.

Ofrece Mojica cambios

Beatriz Mojica habla de sí misma en tercera persona: “A mí me gustaría que como presidenta del PRD quedara Beatriz Mojica, porque está proponiendo cuatro cambios en este partido”.
En la víspera de la sesión del Consejo Nacional, este sábado, propone recuperar la voz opositora y acompañar a los movimientos sociales.
La guerrerense de 43 años también plantea el reconocimiento territorial mediante visitas los estados, así como supervisar a los diputados locales para alinearlos al partido.
Otra de sus propuestas es la renovación generacional.
En noviembre de 2015, con Agustín Basave en la presidencia, Mojica se convirtió en secretaria general.
Al renunciar Basave al cargo, el  pasado 2 de julio, Mojica se convirtió en presidenta interina.
Identificada con Nueva Izquierda, la corriente de “Los Chuchos”, dice estar a favor de que el PRD haga alianzas en la elección de Gobernador del Estado de México en 2017, al igual que en los comicios presidenciales de 2018.
“Todas las posibilidades de alianzas tienen que estar abiertas y cuando digo todas es con los partidos de izquierda y con los partidos de amplio espectro”.
Confiando en que hoy los consejeros la elijan a ella, la ex candidata al gobierno de Guerrero insiste en destacar sus méritos: “Lo que Beatriz Mojica puede ofrecerle el PRD es trabajo”.